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Van Morrison roza la gloria en una variada primera jornada del Azkena Rock 2018

Este viernes 22 de junio arrancaba una nueva edición de uno de los eventos más especiales de los festivales estivales. El Azkena Rock Festival inundaba de camisetas negras las calles de Vitoria por 17ª vez. Con Van Morrison como estrella principal de la primera jornada, fueron The Sheepdogs los que abrieron la veda en un bolo al mediodía, como de costumbre, en la plaza Virgen Blanca.

Fue el pistoletazo de salida antes de que los asistentes comenzaran a llenar la explanada de Mendizabala. Un año más la polémica ha estado presente en torno al cartel debido a la baja presencia de mujeres, aumentada de rebote por la baja de última hora de Urge Overkill, a quienes sustituyeron las Girlschool. Las mujeres sí se hicieron notar entre el público, dejando claro que el rock es cosa de ellos y ellas.

Cabe destacar el decorado de los tres escenarios principales del Azkena Rock 2018. En ellos se podía encontrar a algunos rostros inconfundibles de la historia del rock, y que perdieron su vida recientemente. Tom Petty y Malcolm Young en el denominado God; Charles Bradley y Fats Domino en el Respect; y Johnny Hallyday y Grant Heart en el Love.

En el segundo de ellos comenzó el festival con el sexteto gallego The Soul Jacket. Parte de los asistentes se resguardaba en las sombras por el calor que hacía a primera hora de la tarde en Vitoria. A los miembros de la banda parece que también les hizo mella el sol y, aunque tuvieron sus momentos, no fue la mejor idea insertar a esa hora y en el poco tiempo que tenían un pasaje instrumental.

A las 18:20 era el turno de The Sheepdogs. No llegué a su concierto matutino, pero sí al que dieron poco más tarde en el recinto. Los canadienses se dedicaron a presentar su último disco, Chasing Colors, dejando momentos estelares en Cool Down o la buen rollista Nobody. El guitarrista fue el gran protagonista gracias a su llamativa vestimenta vaquera y sus sólos, que motivaban a la peña.

The Sheepdogs en Azkena Rock
El guitarrista de The Sheepdogs con su llamativo look. Foto: Oscar L. Tejeda.

No hubo problemas para llegar a ver a Rival Sons, quienes salieron unos minutos más tarde de lo previsto. Fue un concierto raro el de los californianos, con muchas interrupciones y problemas técnicos con el guitarrista de la banda. Sin álbum que presentar, se dedicaron a enlazar algunos éxitos de sus casi 10 años de vida. Destacaron Keep On Swinging, la apropiada para el tiempo, Memphis Sun, y el corte final, Open My Eyes.

Mal inicio de Van Morrison

Y después llegaba el turno del gran reclamo del día, Van Morrison. Había cierta inquietud por ver que hacía el león de Belfast en el festival, ya que no cuadraba su confirmación con el material del que dispone en los últimos tiempos, más cercano al jazz. Inquietud que se vio disminuida en el momento que las pantallas del escenario mostraron que Wilco era el primer grupo de la próxima edición.

Sin embargo, el comienzo de show de Morrison no fue el mejor. El sonido estaba bajo y sin fuerza, mientras que el cantante (tocó saxofón y armónica) no parecía estar en su mejor momento de salud. Algunos tosidos en los primeros compases del bolo dieron la sensación de que no iba a llegar al final. Poco a poco, la cosa fue mejorando con clásicos como Baby Please Don’t Go, Days Like This y Wild Night. En Broken Record le entró la risa a Morrison, quizá a sabiendas de que ese no era el lugar para la música que ejercían él y su séquito de 6 músicos.

Van Morrison en Azkena Rock
La banda de Van Morrison puso el toque de clase.

La cosa fue subiendo de intensidad con el paso de los minutos y la banda se fue haciendo más grande. El guitarrista, el teclista y la corista tuvieron sus instantes destacados y la muchedumbre se vino arriba para el tramo final con los temas Brown Eyed Girl y Gloria. El himno de Them fue lo más coreado de la hora y media sin descanso que estuvo Van Morrison en escena.

Del cielo al infierno

Nada más dejar el escenario dónde nos había subido al cielo el norirlandés, Mike Patton y Dave Lombardo nos sumergieron a los infiernos en el otro tablado. El proyecto de ambos, Dead Cross, pegó fuerte desde el inicio, generando un contraste mayúsculo entre Morrison y ellos. Presentaron su debut homónimo con un Patton muy cercano al público y hablando todo el rato en un castellano con acento mexicano. “Cabrones” nos gritó antes de cerrar el concierto con el amago de versionar el Raigning Blood de Slayer, la formación de Lombardo.

Y justo después fue el turno del ex-Black Crowes Chris Robinson. Junto a su hermandad ofició de gurú hippie y deleitó con un recital de folk y blues, interludios instrumentales épicos y lisérgicos, progresiones floydianas y melodías bucólicas. Casi hora y media de actuación que se hizo corta y que dejó la sensación de que había sido lo mejor de la noche. Como pega la poca interactuación de Robinson con el público, al que tan solo le lanzó un par de “gracias” en todo el bolo.

Chris Robinson en Azkena Rock
Chris Robinson dio el mejor concierto del día.

Wayne Kramer, en plena forma

Lejos de acabar, todavía quedaban dos platos a los que hincar el diente. Menos de una hora de concierto dieron los miembros de MC50, el nombre que ha cogido el tour aniversario de la mítica banda. Comenzó con mucha adrenalina regalando nada más empezar Rambling Rose y otro himno, Kick Out The Jams. Wayne Kramer, único componente original, está en una forma envidiable a sus 70 años de edad. Presentó a sus nuevos compañeros, entre ellos Kim Thayil de Soundgarden y Marcus Durant de Zen Guerrilla, quien se encargó de cantar las canciones; y lanzó un mensaje anti-Trump antes de despedirse con The American Ruse.

MC5 en Azkena Rock
Wayne Kramer empuña su guitarra con la bandera estadounidense estampada. Foto: Jordi Vidal.

A las 02:00 horas arrancó el último concierto del día. Girlschool, con cuarenta años de carrera a sus espaldas, ofrecieron el repertorio más poderoso de la velada. En una hora casi exacta fueron repasando algunos clásicos de su trayectoria como Demolition Boys, Hit and Run o Yeah Right. También tuvieron tiempo de recordar a la figura de Lemmy Kilmister de Motörhead. Gran cierre para una variada y cargada primera jornada del Azkena Rock 2018.

Girlschool en Azkena Rock
El poderoso repertorio de Girlschool cerró la jornada. Foto: Oscar L. Tejeda.
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