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U2: Vida más allá del Joshua Tree

Trece años llevaba la banda irlandesa U2 sin pisar un escenario en Madrid. Sus anteriores visitas a la capital se cuentan con los dedos de una mano y siempre bajo el marco de mastodónticas presentaciones en directo en coliseos como el Santiago Bernabeu o el Vicente Calderón. Trece años de ausencia y el desconocimiento absoluto de un público que no sabía cómo sonaba una de las bandas más populares del mundo en un recinto cerrado. Lo insólito del caso generaba una expectación añadida a lo que ya de por sí viene siendo un concierto de los irlandeses.

A lo largo de esta semana, la mayor parte de los medios ha destacado dos cosas de estos recitales: la afonía de Bono y el repertorio elegido para la gira. A nadie se le escapa que el cantante de U2 ya no es el chaval que paseaba su cara bonita en fiestas glamurosas, rodeado de supermodelos y al que apenas se le conocía por su espíritu filántropo, pero si investigamos en profundidad veremos que dichos problemas de afonía y repertorio han sido cuestionados puntualmente por prensa y fans desde la gira Popmart, en 1997. Nada nuevo bajo el sol.

Se presentaba pues U2 en Madrid, única ciudad española en la que ha parado por partida doble su gira Experience+Innocence. El nombre de la gira no deja lugar a dudas, puesto que se centra en sus dos últimos discos, Songs of Innocence (Island, 2014) y Songs of Experience (Island, 2017), que han pasado por las listas de éxitos de nuestro país de manera discreta, especialmente el primero.

El año pasado los irlandeses celebraron el 30 aniversario de su obra capital, The Joshua Tree (Island, 1987), donde tocaron la totalidad de los temas de un álbum que les llevó de ser una de las bandas más populares de los ochenta a ser los absolutos dominadores de un panorama en el que se quedaron solos tras el ocaso de Queen en los años precedentes a la muerte de Freddy Mercury. Este dato cobra relevancia al tratarse del álbum que contiene los tres temas que forman el legado de la banda para el gran público: With or Without You, Where The Streets Have No Name y I Still Haven’t Found What I’m Looking For.

Por primera vez en la historia del grupo, ningún tema de dicho álbum ha sido interpretado en directo, lo que ha supuesto un shock para muchos de los asistentes a los conciertos de la gira. Especialmente en el caso de nuestro país, donde de todas las épocas y discos que la banda irlandesa ha ido publicando el que más éxito ha tenido ha sido precisamente The Joshua Tree, cuya tipografía fue la más vista en las camisetas y pancartas que llenaban el Wizink Center. Así pues, la crónica de lo que han sido estas dos noches en el Palacio de los Deportes se ha visto condicionada en buena parte por la ausencia de unos grandes éxitos que para mucha gente no pueden faltar en un concierto de U2.

En lo estrictamente musical se ha tratado de un concierto más de los irlandeses, presto a la rotación de temas y cuyo catálogo de éxitos a menudo exige sacrificar algunos de los singles que más repercusión comercial han tenido por temas más recientes. Desde el punto de vista técnico nada se puede reprochar al sonido o a la ejecución por parte de la banda. La voz de Bono se vio resentida días atrás en un concierto en Berlín, lo que obligó a suspender uno de los conciertos en la capital alemana. Lo que se vivió en Madrid por suerte dejaba los temores infundados al respecto en una falsa alarma.

Con las canciones de Joshua Tree en el banquillo, el peso de la actuación en su bloque de temas clásicos recaía en Achtung Baby (Island, 1991), el que para muchos es realmente el mejor disco de la banda, el que supuso una reinvención sonora alejada de los sonidos desérticos del Joshua Tree y cuyos temas fueron recibidos con mayor entusiasmo por parte de un publico que vio por primera vez la interpretación de la maravillosa Acrobat, así como la emoción desbordante de One o la furia de temas como Until the End of the World.

De su época ochentera rescataron clásicos como I Will Follow, Sunday Bloody Sunday, Pride (In the name of Love) y New Year’s Day, que junto a éxitos más recientes como Vertigo o Beautiful Day ayudaron a sobrellevar la ausencia de las canciones del Joshua Tree. Mención especial a la interpretación de Spanish Eyes, una cara b de su época gloriosa que solamente han tocado en suelo español.

Todo ello aderezado con un enorme despliegue audiovisual de referencias a la cultura pop y a la historia de la propia banda, que en forma de retrospectiva ha visto oportuno dejar a un lado la grandilocuencia y la ambición de temas pasados en favor de una mirada al mundo más sosegada, guste o no.

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