Lugar: Sala Circo Price, Madrid
Fecha: 18 de noviembre
Dentro del ciclo de conciertos del Festival Greenspace, el grupo neoyorquino The Pains of Being Pure at Heart hacía su primera gira por España con cuatro fechas repartidas entre Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, tras su exitoso paso por el Primavera Sound en mayo de 2009. El éxito cosechado a nivel internacional con su primer álbum, The Pains of Being Pure at Heart, era reclamo suficiente para un público dispuesto a certificar la calidad del último grupo de moda de Nueva York. Como telonero, Atlas Sound, el proyecto en solitario del cantante del grupo Deerhunter, Bradford Cox, que presentó una propuesta acústica de gran intensidad, quizás poco indicada para levantar el ánimo del personal.
Con un recinto prácticamente lleno The Pains hizo un completo repaso de su primer álbum, las 10 canciones de su disco no suponía un setlist extenso, y de su nuevo EP, el magnífico Higher than the Stars. A pesar de no mostrar un sonido impecable, el grupo sonó bastante compacto y parecía que las canciones reproducían de manera fidedigna cómo aparecen en el álbum. Quizás radique ahí una de las críticas que se pueden hacer a la banda. No son pocos los que opinan que las canciones del grupo de Nueva York son monótonas y uniformes y que imitan sin rubor a grupos como The Smiths, Jesus and Mary Chain o Ride. Yo no soy de esa opinión. A pesar de que las influencias son claras, sobre todo las del sonido Shoegaze y Noise británico, las canciones son muy buenas y eso es lo que le gusta a la gente. Que Kip Berman cante como Morrisey o que las guitarras suenen al Manchester de finales de los 80 da igual. Es más, eso gusta. No olvidemos que el grupo presenta nuevo álbum y que si quieren, ya evolucionarán en sus próximas publicaciones.
Hits como Contender, Young Adult friction, Stay Alive, Gentle Sons o Higher than the Stars, canción que da título a su nuevo EP homónimo, estos chicos no se comen la cabeza mucho para poner nombres, hicieron disfrutar, que no bailar, a un público de miércoles que guardaba fuerzas para el fin de semana. Si tengo que poner un pero, este es el de la intensidad. Un poquito de movimiento en el escenario, sobre todo del cantante y la teclista, nunca viene mal, a pesar de que nuestros ídolos se miraran el ombligo impertérritos cuando daban conciertos. La única duda que me queda, veremos en sus próximos conciertos, es el de la energía que transmiten en el escenario.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8/10