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Templeton, ¿murmullo o grito?

Fecha: 20 de Abril de 2012

Sala: Neu! Club (Galileo Galilei) (Madrid)

Álvaro, Javi, Santi, Gonzalo, Brian y Pablo son Templeton. Y así se presentaban tras el lanzamiento, el pasado mes de abril, de El Murmullo. Trabajo auto-editado, por cierto, y con el que llenaban el viernes la Sala Galileo en una de sus últimas sesiones como Neu! Club. Justo antes de un monólogo, así es.

Contaban en este caso, y para ocasiones pertinentes, con la presencia en directo de Sara Uriarte (¡una mujer!) a los teclados, haciendo frente a Carrasco, también teclista. Y volverán a contar con su presencia siempre que Brian (musicalmente también comprometido con Russian Red) no pueda compaginar fechas.

Un atrezzo de flores y las cuatro baldosas que correspondían a cada miembro de la formación cubiertas de extremo a extremo encuadraban la fórmula casi perfecta de una velada digna de mención. Templeton salían dispuestos a llenarnos de canciones de amor. Canciones de su último trabajo sobre todo, y gracias.

Gracias porque este es, desde que empieza a sonar, un disco impecable. Lleno de melodías preciosas y de voces perfectamente empastadas. De letras-maravilla. Un trabajo con encanto. Más suave que los anteriores, y más cuidado. Y, viendo a los chicos sobre el escenario, lo cierto es que el resultado es comprensible. Es la solución perfecta a la suma de todos los componentes. Que, a juzgar por sus camisas, son cada uno de su padre y de su madre. Ahí está. Quizá una resolución madura sobre el tiempo. Que es lo que pasa mientras hacemos todo lo demás.

El cazador (como un viaje), Sabe Mejor (frescura), Los Días (La eterna historia), Mar Cantábrico (el retrato), El Caminante, Miedo de Verdad y en Condiciones… todas. Sonaron todas. Deliciosas como en el disco. A las que se añadieron viejas conocidas como Las Casas de Verano en Invierno, La Rana y Brasil, para cerrar. Conga incluida. Con el sabor de la tierruca, que, todo sea dicho, yo también comparto. Y esas letras desencantadas, reales, las historias, los lugares.

Hay algo que se mastica en el directo de Templeton, casi por encima de lo que se escucha en los discos y es que tienen claro que les gusta lo que están contando. Que no siempre pasa. Y, como es normal, más siendo la presentación, había tantas ganas de ser escuchados (por su parte) como de escuchar (por la nuestra).

Antes de que Torrelavega (casi) entera entrase en escena, abriendo la noche: Cosmen Adelaida. Los madrileños, que saben cómo hacer que las cosas funcionen, saltaron al escenario con su, también reciente trabajo 7 Picos (El Genio Equivocado, 2011). Que ya han presentado en salas como El Jugar o Siroco en Madrid. Un disco que continúa dando frutos. Y con el que disfrutan y disfrutamos siempre que tenemos el placer. Desde luego. Si quieres, salgo, Equis, Alcobendas y la colaboración estelar de la noche de Javier Carrasco (y su peculiar manera de celebrar bailando) A Todo Color fueron los temas que consiguieron acercar más al público. Y terminar de llenar la sala. Entre aplausos.

En resumen: como en casa.

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