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Superorganism, una experiencia festiva llena de color y baile

Ningún obstáculo pudo con el concierto de RRUCCULLA y Superorganism. Ni siquiera el cambio de recinto anunciado unos pocos días que trasladó el concierto del Teatro Barceló a la sala Mon. Porque estas propuestas arrolladoras dejaron una noche increíble, llena de ritmo y bailes. Izaskun, la persona detrás de RRUCCULLA venía con ganas de agradar al público y calentar la noche para que Superorganism terminaran de dar la puntilla y así lo hizo.

Puntual y armada con su ordenador, desplegó su música a medio camino entre la electrónica, el jazz y muchos más géneros para el público congregado, que fue llegando a medida que ella avanzaba en su actuación. Además de la parte pregrabada, dejó muestras de su dominio a la batería con ritmos llenos de rabia y potencia. Un concierto que fue de menos a más y terminó con buena parte del público bailando (aunque tímidamente) sus canciones.

Superorganism han aprovechado su paso por el Primavera Sound para hacer esta parada en Madrid y no sabéis cuánto lo hemos agradecido. En ocasiones, cuando un grupo causa tanta expectación con sus primeros trabajos decepciona en directo por falta de rodaje. Pero no es el caso, la banda de la vocalista Orono Noguchi es un reloj. Por supuesto cuenta con Mark David Turner, Christopher Young , Timothy Shann y Blair Everson, músicos experimentados y curtidos en The Eversons y otros proyectos. La receta de esta banda afincada en Londres es clara: letras directas con un punto de humor crítico, estribillos pegadizos y un pop electrónico arriesgado pero agradable. Y como colofón, unas proyecciones gamberras que inundaron la sala Mon.

Cada uno de los miembros salió (como acostumbran) al escenario con un chubasquero de un color diferente, y los coristas con campanas que tocaron agitadamente para crear una atmósfera misteriosa. Comenzaron la noche tocando It’s All Good en la que ya dejaron muestras de lo que iban a ofrecer. Le siguió uno de sus éxitos más celebrados: Nobody Cares y todo empezó a volverse más atrevido, con bailes y contorsiones de sus coristas. Con Night time la fiesta era total y Orono Noguchi se soltó interactuando con el público, sin abandonar sus clásicas gafas 3D. Amable y cercana en todo momento, Orono Noguchi comentó con gracia el vestuario de cada persona de la primera fila, arrancando las risas del público. También hizo un par de chascarrillos con que tenía hambre, los horarios españoles, ya sabemos…

Superorganism, una experiencia festiva llena de color y baile

El baile fue una constante durante toda la noche, con toda la sala entregada a sus beats y con un ambiente festivo al que ayuda mucho la actitud desenfadada de los músicos, su vestuario y la entrega al público. Como muestra, Ruby, B y Soul, los coristas, utilizaron unas piezas de fruta como percusión. Todo fueron sonrisas, bailes y alegría, aunque en sus letras se vislumbran críticas y reflexiones, siempre vence el humor.

El ritmo no bajó con Reflections on the screen y The prawn song antes de llegar a la magnífica SUPRORGANSM con la que el público se entregó a cantar, gesto que agradeció la cantante coreana. También aprovechó para preguntar si alguno de los asistentes iría al Primavera Sound, con algunas manos levantadas. En ese momento llegó la hora de bajar el ritmo antes del sprint final. Para ello utilizaron la nostálgica Nai’s March. Everybody wants to be famous fue la elegida para cerrar el concierto antes del bis. Una apuesta segura ya que es uno de sus cortes más alabados y sonó, como todas las demás, potente y divertida. Y como es tradición, aplausos y al backstage para salir tan solo un par de minutos después. Antes de esto, la cantante dejó otra muestra de su amabilidad regalando sus gafas 3D a una niña del público.

Something for your M.I.N.D. fue la traca final, dedicada a uno de los que indicó que iría al Primavera Sound. Todo el público coreó el estribillo de esta última canción y se cerró un concierto redondo, aunque todo el público parecía querer más.  El mejor resumen de la noche: una experiencia festiva llena de color y baile.

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