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Summer Camp en su versión 4.8, avance en Madrid

SUMMER CAMP

Fecha: 7 de marzo de 2012.

Lugar: Sala Joy Eslava (Madrid)

Ir a la fiesta de presentación de un festival como el SOS 4.8, tomando la forma que va tomando año tras año, no es mal plan para partir la semana en dos, pongamos un… miércoles y coger aire para afrontar esa segunda mitad del partido.

El primer nombre en boca de todos, y de nadie, fue Grises. Sin levantar mucha expectación y entre una seguidilla de arrastre y espera, la sala Joy Eslava se llenaba de cabezas en posición, entre cigarro y cigarro (fuera, claro), dispuestos a abrir boca.

Poco después, Summer Camp irrumpían en el escenario sin mucha parafernalia y con un objetivo claro: tocar, que para eso habían venido. Él, ella y el tercero en discordia, que de hecho así se mantuvo (en la batería), despertando sin mucha euforia a buena parte del público que se movía atento, en gran medida, por las piezas audiovisuales (fragmentos de películas y fotos antiguas) que se proyectaban tras el escenario de la sala madrileña.

Elisabeth y Jeremy se sumergían en nuestras cabezas, casi por arte de magia, a finales del pasado año. Welcome to Condale (Moshi, Moshi, 2011) era la carta de presentación, como recordábamos ayer, seria y recomendable desde la publicación de su Young EP en 2008. Un disco completo en el que se mascaban las influencias de la estética 60´s y todo lo que eso supone, con la propuesta de los 80´s. Sintetizadores, camisas horteras, dobles voces, lentejuelas, baterías
indecisas. Eso, el dueto de turno, y algún que otro detalle digno de bandas actuales (y de moda) como Tennis, Cults, The Kills, y ese largo etcétera que no pienso sostener.

Pero, ya que entramos en terreno pantanoso, y teniendo en cuenta la actuación de anoche, por mencionar, sin duda, no me resisto a pensar que Summer Camp beben más de Best Coast que de ninguna de las otras bandas con las que se han visto comparados. Dentro de ese eterno rechazo hacia las comparaciones entre grupos. Que sí, son odiosas. Y salvando las distancias entre, sobre todo, Bethany y Elisabeth. Creo que si son comparables a algo directamente es a la banda californiana, que sin duda les bate como quiere.

Summer Camp no pasarán a la historia como el grupo con el directo más potente del 2012. Ni mucho menos. Pero tienen ese punto de hipsters enmascarados que resulta tan agradable a veces.

Puestos a destacar virtudes, la voz de Elisabeth, además de ser bastante potente, empasta muy bien con la de su compañero. Los gestos de cariño, y vergüenza, también formaron parte del repertorio. Bailoteos, caricias, tonterías y movimientos de colegiala mientras sonaban temas como: Better of Without You, I Want You, Down, Nobody Knows, Summer Camp o Losing my Mind.

Lo mejor de la noche, los acústicos, guitarra en mano y a viva voz. Al comenzar, entre el público. Y para cerrar la noche, como único bis. Lo peor, necesitan rodaje y algo más de picardía, que no maldad, para enganchar a un público que pedía a gritos frescura por parte de los anfitriones. En general… en general: lo
esperado.

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