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Sonorama Ribera 2016: Música, alegría y otras cosas bellas

Como dije en nuestra previa, el Sonorama Ribera es posiblemente mi mejor momento del año. Lo espero durante 365 días, me lo subrayo en el calendario, cuento los días. Para mí es sinónimo de reencuentro, de felicidad absoluta, de valores que ya no quedan en festivales como la convivencia o la honestidad.

En primer lugar, quiero aplaudir bien fuerte a la organización del festival y decir con la boca bien abierta que ha sido sobresaliente. A pesar de pequeños problemas (diría minúsculos) con las pulseras cashless, el resto ha sido apabullante, manteniendo el equilibrio entre los festivales de medio formato pero con la grandeza que se merecen. Siempre volveré al Sonorama Ribera, siempre.

Ahora, desgranaremos día por día lo vivido y sentido, que no es poco.

Jueves

Aunque nos personamos el mismo miércoles, el eje central pivota sobre estos días. La primera banda afortunada fue Polock, que aunque ya están sobradamente preparados para estar en los horarios vespertinos, abrieron los matinales de la Plaza del Trigo, ese vórtice de energía positiva. Aunque esperábamos algo más de ellos, a pesar de sonar sus hits, vimos poco brío en escena. Quizás merecían un horario dentro del festival más acorde a su sonido. No fue un mal concierto, pero nos faltó arrojo.

 

Polock - crazyminds.es

 

Dimos una oportunidad a The Purple Elephants y no hubo error. Rock cañero y mucha fuerza en escena, lo que pide la plaza, electricidad. Nos saciaron.

Aunque nos dio pena perdernos a la sorpresa del día, que eran Miss Caffeina, había que reservar energías para el festival y para todo lo que se organiza en torno a él y es que el Sonorama Ribera es un maratón sin freno y sin mesura.

 

Sonorama 2016 - crazyminds.es

 

Ya dentro, optamos por abrir boca con Ángel Stanich, que dio con toda certeza el mejor concierto que he visto de él, con su clásico sonido rudo pero más depurado.

 

Ángel Stanich - crazyminds.es

 

Aunque tenemos un pero y es extensivo para la mayoría de los conciertos que hemos visto, y es que los setlists se repiten una y otra vez sea el festival que sea. Entendemos que son giras de verano pero pensad en la de veces que el público, voraz consumidor de festivales y los medios vemos el mismo concierto.

Podíamos habernos movido pero nos quedamos viendo al Dúo Dinámico. En mi vida pensé verlos en directo pero claro, el Sonorama Ribera siempre innova y queríamos ser parte del experimento. No podemos negar que nos echamos unos bailes, somos unos fáciles.

Tras este momento, fuimos a ver a L.A. que aunque dio un concierto previsible en cuanto a contenido, una vez más supieron reproducir el sonido de forma precisa y sutil. Nos hubiera gustado oír otro repertorio porque tienen buenas perlas en su discografía pero al final entendemos que asumir riesgos en festivales no es sencillo, eso sí, sonó Stop the clocks como apertura, lo que provocó una aceptación generalizada por todos los asistentes hacia este concierto.

Tras el paso de los mallorquines, nos fuimos a disfrutar de un reencuentro mítico: La vuelta de 091. Para nosotros fue el mejor directo de la noche, una lección de actitud y destreza, una energía desbordante y un elenco de canciones que nos empujaron a los años 90. La llama se mantiene y este comeback está francamente lejos de ser un fracaso. Granada fue, es y será una gran cuna de artistas y con la vuelta de los ceros se demostró que aunque pasen veinte años, lo que cuenta es con qué talante uno asume la vuelta. Fue muy épico.

 

091 - crazyminds.es

 

El siguiente grupo era Triángulo de Amor Bizarro que, aunque no nos sorprendieron porque su directo es lo que es, estuvieron a la altura. Con esto decimos que es prácticamente el mismo concierto que llevamos viendo todo el verano pero su distorsión y atmósferas son increíbles, lo cual, les hace aprobar con nota.

Triángulo de Amor Bizarro - crazyminds.es

 

La noche la cerrábamos con los mexicanos Molotov, que son otro vivo ejemplo del dicho popular «Quien tuvo, retuvo«. En esta sorprendente gira que han hecho por algunas ciudades no teníamos una fe ciega, pero vaya, nos dieron un baño de potencia, rock reivindicativo y una frescura inaudita. Nos sorprendieron mucho y tiene mérito mantener viva la llamada veinte años después de su debut.

En la lejanía estuvimos escuchando a Fuel Fandango, nos hubiera gustado vivirlo más pero debido al retraso en los horarios era francamente tarde. Eso sí, las malas lenguas nos dicen que fue apoteósico.

Viernes

Aunque había propuestas previas, nuestro primer contacto con la plaza mágica fue Kitai, ¿De dónde puede salir tanta potencia? Posiblemente dieron el mejor concierto de las tres mañanas, siendo un estilo incluso menos afín. Ataviados con pasamontañas, salieron los miembros de la formación donde dejaron bien patente que el hardcore sigue vivo en formato accesible. Provocadores como ellos solo, nos hicieron vibrar.

 

Kitai - crazyminds.es

 

La sorpresa, aunque había algún que otro spoiler fue Love of Lesbian, que hicieron doblete en un mismo día. Con su fórmula de Niños Imantados se marcaron unas versiones de The Cure, Alaska y Talking Heads, además de canciones suyas que no suelen sonar ya en su repertorio. Fue especialmente divertido verlos con su banda alter ego y se camelaron a los asistentes con los primeros acordes.

 

Love of Lesbian - crazyminds.es

 

La jornada en el recinto era vertiginosa por no decir agobiante: Nos gustaba casi todo.

Abrimos boca con Carlos Sadness, fue nuestro primer encuentro con él y nos gustó. Su pop llevable nos hizo quemar zapatilla, sus letras, a camino entre el trópico y el ártico nos hacen volar la mente. Nos pareció una apertura muy chula para la tarde.

 

Carlos Sadness - crazyminds.es

 

Cambiamos totalmente de registro de la mano de Egon Soda, una de esas bandas con sonido lapidario y genuino, sobrio y muy elegante. La banda liderada por Ricky Falker, ese hombre orquesta que todo lo convierte en oro, nos ganó con el sol de media tarde ofreciendo serenidad y clase. Sin riesgos pero con un sonido impecable.

 

Egon Soda - crazyiminds.es

 

Y una vez más nos cruzábamos con una de esas sorpresas que solo sabe dar el Sonorama Ribera como es traer a Kula Shaker. Mucha gente desconoce la trascendencia de los ingleses, pero mucho antes que Tame Impala (y los queremos mucho) ya existía la psicodelia contemporánea. Con un trabajo artesanal en vivo digno de admirar, demostraron que hay mucha vida más allá de Hush, su principal reclamo. Fue una hora para sibaritas de la música, mucho arte y tablas.

 

Kula shaker - crazyminds.es

 

Pero la noche era una locura, siempre corriendo de un escenario a otro. La siguiente formación en pisar el escenario fueron los dublineses Delorentos, que aunque al principio los asistentes se acercaban tímidamente, lo dieron absolutamente todo y en todos los aspectos, siendo los más simpáticos de la velada y acertando con un setlist muy propio. Dentro de la campana de Gauss de las bandas, aunque ellos se sitúen en ese punto medio e inmersos donde flotan muchas, dieron un directo muy notable.

 

Delorentos - crazyminds.es

 

En la noche más internacional de las tres también estaban The Hives. Lo que se prometía como épico fue algo bastante mediocre, es decir, parecía que más que un concierto memorable era un show memorable. Por supuesto que nos bailamos auténticos melocotonazos como Walk Idiot Walk o Tick Tick Boom pero por lo demás, les ponemos un aprobado. Hay infinidad de bandas que les dan mil vueltas en esta materia.

 

The Hives - crazyminds.es

 

Después de este baño de multitudes nos dirigimos a ver a la banda del momento, los carismáticos León Benavente, aunque los hemos visto más potentes en otras ocasiones, al menos al inicio. Presentando 2 y coqueteando con su anterior trabajo, demostraron que están más en forma que cualquier otra formación, al menos en este año. Para nosotros son aval de garantía perenne en vivo.

 

León Benavente - crazyminds.es

 

El plato fuerte de la noche se lo llevaba Love of Lesbian. En plena presentación de El Poeta Halley, los catalanes dieron un buen concierto, aunque sonó un poco bajo. Eso sí, el setlist ha mejorado exponencialmente con respecto a festivales previos, añadiendo joyas como 1999. Una vez más desbordaron creatividad y consideramos que esta vez lo hicieron francamente bien. Eso sí, el público estaba más frío que nunca.

 

Love of Lesbian - crazyminds.es

 

Los siguientes fueron Belako. Tienen mucho brío en directo y les auguramos un buen futuro pero al final, repiten concierto una y otra vez, la capacidad de sorprendernos se merma a cada paso. Repetimos lo de antes, cuando ves el mismo concierto 3 o 4 veces en unos meses, al final, no valoras el esfuerzo.

El cierre fue con Miss Caffeina donde pudimos ver el primer concierto de la gira de DetroitMuchos meten en el saco de lo comercial a estos chicos pero como todo, es algo injusto. Nacieron hace mucho y su fama es merecida porque han trabajado duro. Este disco es más pop pero aún así mantienen la magia unido a la reivindicación que destila este último largo. Nos convenció su directo, nos gustó ver a Alberto llevando las riendas y ejerciendo de maestro de ceremonias. La noche no pudo finalizar mejor.

 

Miss Caffeina - crazyminds.es

 

Sábado

El pueblo y sus bodegas nos atraparon vilmente así que llegamos a la sorpresa, que eran Grises. Aunque como todos los años ronda el nombre de Iván Ferreiro, no se cumplió pero nos sedujeron, su rollo nos gusta mucho, pop feliz para todos.

Una vez más llegamos corriendo al festival, nuestra pequeña Alabama. Inauguramos la noche con Mucho y es que estamos enganchados a su psicodelia cañí, sus sintetizadores y a su líder, un Martí increpador y genial. Posiblemente una de las bandas más maravillosas que nos ha dado la escena en estos últimos año con un disco brillante. Nos nos pueden gustar más, aunque por favor, el siguiente concierto que no sea por la tarde que sufrimos viendo a estos chicos con las batamantas toledanas.

 

Mucho - crazyminds.es

 

Tras el azote cósmico nos fuimos a reencontrarnos con Maga. Aunque su retiro ha sido breve, parecen que han vuelto con un aire de paz y tranquilidad, donde las incomparables creaciones cobran de nuevo vida en Agosto Esquimal, Diecinueve o El ruido que me sigue siempre. Con colaboraciones buenas como la de Full, dieron un concierto de vértigo.

 

Maga - crazyminds.es

 

En una noche más nacional que la previa, no podía faltar Second, asiduos a este festival. Aunque no dejaron de presentar disco, no tuvieron reparos en volver a las canciones que les empujaron a la fama, como Rincón Exquisito. Su directo es algo repetitivo pero al final, la química que tienen con su gente nos ayuda a quedarnos y ser uno más. Siempre salen victoriosos.

 

Second - crazyminds.es

 

Si había un grupo que teníamos ganas de ver era a Luis Brea y el Miedo. Los disfrutamos hace poco en el Tomavistas pero lo del sábado fue épico, intenso. Sus letras nos conquistan pero su fuerza incontrolable nos atrapa. Otro de los conciertos memorables del festival, escuchar Automáticamente con nuestra ambición rubia Zahara fue totalmente memorable. Nos encantan.

 

Luis Brea - crazyminds.es

 

El grupo estrella de la noche era Mando Diao. Los suecos son un espejismo de lo que fueron en los años de Sheep Dog o Dance with Somebody, pero aún confiábamos en ellos en materia de directo. En resumen vinieron a hablar de su libro, tocaron lo que les dio la gana pero lo peor fue que no aprueban en la parte vocal. Nos da pena decirlo pero no brillaron tanto como esperábamos y el setlist fue bastante difuso.

 

Mando Diao - crazyminds.es

 

Alex Cooper dio su propio repaso a una vasta discografía, sonando desde Hyde Park hasta La chica de Mel, de su antigua formación Los Flechazos. Un concierto para nostálgicos, bonito y con un setlist apto para todos los públicos. Aunque pegara más a media tarde, fue el trance perfecto entre la noche del sábado al domingo.

El siguiente plato fuerte lo ponía Izal. En realidad le debe muchísimo al Sonorama Ribera, donde dio los primeros pasos y donde creyeron en él cuando era difícil apostar y por ello, salieron a dejarse la piel. Personalmente no creo que hagan nada original; por no hablar de sus letras redundantes y sus melodías reiterativas pero allí estaba el 99% del aforo desgañitándose, así que algo tendrá que se nos escapa.

Nuestro plan era muy diferente, pasada la medianoche había quién jugaba en casa: Corizonas. Aunque su salto al castellano aún se nos hace algo árido, su maestría nos hace olvidar este pequeño detalle, posiblemente la banda con el personal más completo. Aunque vimos a Javier Vielba algo preocupado con el poco ánimo del público además de algún dilema técnico, dieron un gran rapapolvo musical, ¡Grandes!

 

Corizonas - crazyminds.es

 

Nuestro cierre fue con el minimalismo electrónico de Delorean, que poco se dejan caer en este tipo de eventos. Nos gustó la estética cuidada, el juego de luces y oír Deli, de su disco más puntiagudo. Su nuevo disco nos deja más frío aunque el directo lo defienden mejor que en estudio. Nos hubiera gustado ver a Cycle, pero un fallo en la app nos dejó fuera de combate.

Con esto cerramos nuestro paso por uno de nuestros festivales favoritos, donde la música tiene el maridaje perfecto con una ciudad encantadora, una gastronomía de escándalo y un buen rollo generalizado que no está pagado.

Solo podemos decir una cosa: Que no os lo cuenten. Por ello, el miércoles se ponen a la venta los primeros abonos de 2017, para celebrar el vigésimo aniversario.

Gracias Sonorama Ribera por ser esa fecha marcada en rojo en un calendario infinito.

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