Arranca la segunda jornada de este BBK Live, y no queremos perdernos por nada del mundo los conciertos en la calle del BBK Live Bereziak. A las 13:00h en el precioso kiosko del Arenal como escenario, esperan los gran Rufus T. Firefly. Cuando un grupo te enamora en Kobetamendi por su buen hacer, su humildad, su sencillez, y sobre todo por lo magistral de sus actuaciones, sólo quieres verles una y otra vez, y eso nos pasa con Rufus.
Llegamos a un arenal con bastante más gente de la que esperábamos encontrar y con el grupo a priori un poco menos intenso que la tarde anterior (lógico teniendo en cuenta el cansancio, la hora y el escenario). Decimos a priori, porque a medida que avanzaban temas como Magnolia o Pulp Fiction se veía al público más despierto y entregado, y al grupo más cómodo. Aquello iba cada vez mejor, y eso se notaba en los agradecimientos de Víctor con cada canción. Hoy sí nos presenta cada uno de los temas: Nebulosa Jade, Última Noche en la Tierra, El Increíble hombre menguante, etc., están siendo absolutamente maravillosos. Nos dice que han traído algunos CDs y Vinilos, que estarán encantados de vendernos. Un concierto bajo el resol bilbaíno de una hora aproximadamente que nos ha hecho olvidar el sueño y el cansancio. Gracias, sois maravillosos.
Tampoco queríamos dejar pasar la oportunidad de ver a Nudozurdo, así que poco a poco fuimos hasta los Jardines de Albia, donde en el escenario Cinzano ya se encontraba el trío tocando.
En esta ocasión había algo menos gente que en el Arenal, supongo que por la hora, pero aun así pudimos disfrutar de otro directo impecable, y eso que el público parecía más entregado al vermouth que a la banda. Presentaron su último trabajo Voyeur Amateur, del que nos gustaron especialmente la canción que da título al disco, y Jaula de Oro, otra maravilla. El concierto se nos hizo muy corto, apenas llegó a la hora, y para la parte final dejaron los clásicos El Hijo de Dios, Ha sido Divertido y El Grito.
Llegaba la hora de coger fuerzas, pues la jornada del sábado se presentaba intensa, así que nada mejor que perdernos por las Siete Calles y degustar unas magníficas viandas para subir con energía a Kobetamendi.
Llegamos al recinto con el tiempo justo de ver el final del concierto de Explosions In The Sky. Puede que muchos crean que no era hora para sus temas de larga duración de rock instrumental con esas guitarras en progresión. Para mí, en cambio, fue digno de disfrute. Me encanta disfrutar de ese tipo de música al atardecer en un escenario en el que se podía estar tranquilamente, mientras te tomas una cerveza fresca. Para mí no hay nada mejor, por lo que disfruté inmensamente de los sonidos de los de Texas.
No me pasó lo mismo con Fleet Foxes. A pesar de que su sonido era impecable y las armonías vocales perfectas, no me entusiasma tanto folk a medio tiempo, menos a esa hora, y menos aún teniendo que soportar a los algunos, no todos, maleducados fans de The Killers que nos rodeaban, banda que se presentaba como cabezas de cartel con el sold out del viernes en el BBK Live y que serían los siguientes en pisar el escenario Bilbao.
Decidimos intentar acercarnos hasta primeras filas para ver a una banda a la que teníamos muchas ganas, los franceses Phoenix. Y podemos decir que vimos el que consideramos de los mejores directos de esta jornada.
Un enorme espejo inclinado nos recibió al llegar al escenario Heineken a la vez que lo hacía una fina lluvia, pero de allí no se movía nadie. Así que, como si por agradecimiento se tratara, Thomas Mars y los suyos salieron al escenario a dar lo mejor de sí mismos, con un setlist pensado para el disfrute de fans y seguidores de Phoenix. Se quedaron con lo mejor del Ti Amo, su último trabajo, con temas como Ti amo o Fior di Latte, pero tocar en tercer y cuarto lugar respectivamente Entertainment y Lizstomania, hizo venirse arriba a los allí presentes que no éramos pocos, ni mucho menos. Si todo ello lo acompañamos con los increíbles visuales y juegos de luces, tanto de las pantallas traseras como del suelo del escenario, que se reflejaban en el enorme espejo inclinado, aquello derivó en que menos gente de la que pensábamos abandonó el concierto para coger un sitio en The Killers.
La banda dio lo mejor de si mismos y claro, como no podía ser de otra manera, llegó el apoteósico final con 1901 con todo el mundo saltando bajo la fina lluvia, junto al habitual baño de masas de Thomas entre el público. Impresionantes.
Llegaba el turno de ver a The Killers. Parte de nuestro grupo había decidido entrar para coger sitio en The Killers. Madre mía, intentar llegar a ellos, que ni mucho menos se encontraban en primera fila, hizo peligrar nuestra integridad física. En Euskadi estamos acostumbrados a ver los conciertos con relativa tranquilidad, sin empujarnos, respetando el espacio vital del otro, y si alguien quiere pasar delante tuyo, se le deja pasar sin problema, sean The Killers, sea Bob Dylan o sea un grupo local que está empezando. Aquí no. La gente te decía muy malhumorada que no pasabas. Llegamos hasta donde pudimos y medio disfrutamos del concierto. Digo medio disfrutamos porque, aparte de la aglomeración en la que nos encontrábamos inmersos, hacia la mitad del concierto nos llegó la más terrible de las noticias, la del fatídico accidente que sufrió Pedro Aunión en el Mad Cool. Desde aquí nuestro más sincero pésame a toda su familia y allegados.
The Killers venían a intentar demostrar por qué son los reyes indiscutibles del escenario a pesar de llevar cinco años sin publicar un disco. Llevaban 4 años sin pisar nuestro país, así que metieron en su equipaje todo el cargamento de hits, y fueron soltándolos uno a uno, empezando por Mr. Brightside. Fans enloquecidos, gente cantando a pleno pulmón cada canción, móviles y más móviles grabando y fotografiando a la banda que te impedía ver el concierto, y un Brandon Flowers impecable, con una sonrisa radiante y una gran voz.
El magnetismo y comunión de Brandon Flowers con el público es innegable. Si a eso le sumas el setlist perfecto, con temas como Human, Somebody Told Me, The Way It Was, Shadowplay (cover de Joy Division) y The Man, el nuevo single, tienes el éxito asegurado.
En todo momento había proyecciones de carreteras, del universo, o del propio Brandon Flowers, en la pantalla gigante, y para el final del show con When You Were Young dejaron una sorpresa en forma de pirotecnia, con una cascada gigante de fuego que caía desde lo alto del escenario. Fue el broche final a un concierto impecable.
No os cuento nada nuevo si os digo que Royal Blood son una auténtica apisonadora, y menos si los visteis en directo. ¿Cómo un bajo y una batería puede sonar como una banda de cuatro o cinco miembros? Es algo que sólo este joven dúo británico sabe hacer. Descargas eléctricas por doquier, un sonido que nos recordaba a los Queens Of Stone Age, energía a raudales y un público entusiasmado. Eso nos encontramos en este directazo. Increíble de lo que son capaces estos chicos. Comenzaron por todo lo alto, con la enérgica Where Are You Now? y para cuando llegaron al I Only Lie When I Love You, se desató la locura y más de algún pogo. Hook Line & Skiner, suena impresionante, y más aún la voz increíblemente nítida de Mike Kerr. Estamos alucinando. Out Of The Back , para lucimiento a la batería de Ben Thatcher, sirve para poner la guinda a este concierto de trallazos. Junto con Phoenix de lo mejor de esta jornada.
Decidimos cerrar nuestra larga jornada del viernes, que había empezado por la mañana, con Los Punsetes. Encontramos a el grupo más frío de lo habitual, suponemos que por las terribles noticias que llegaron desde el Mad Cool, aun así la hora acompañaba, y la gente tenía ganas de fiesta, por ello, en temas como Tus Amigos, Dos Policías, Tu puto grupo o Maricas, todos los allí presentes no paraban de bailar.
Así decidimos acabar nuestra jornada, puesto que a la mañana siguiente nos tocaba madrugar para disfrutar de una increíble experiencia en barco de la mano de Jägermeister.