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Santander Music Festival (Jueves): Sidonie, os queremos

Antes de comenzar el resumen del primer día, nos alegramos de volver a este festival tras nuestra ausencia el pasado año. De vuelta en Santander, no tardé mucho en enamorarme del paraje que me rodeaba mientras M. Ward comenzaba con su For Beginners puntualmente, con una escasez de público importante dada la magnitud que creo que tenía el concierto. Hay que reconocerle el mérito a Matthew, que en ningún momento se vino abajo, y que fue un aperitivo perfecto para abrirnos la boca en la primera jornada. Tampoco estuvo preocupado por si sus solos de acústica duraban demasiado o de si su español era entendido por la gente, con la cual interactuó durante todo el concierto. En la hora que tuvo se metió a la gente en el bolsillo tocando sus mejores canciones de discos anteriores, como Rollercoaster, Chinese Translation, Sad, Sad Song o hasta una cover bajada un poquito de pulsaciones del Rock Island Line de Johnny Cash. El buen country-folk se apoderó de nosotros durante 60 minutos.

Media hora después les tocaba el turno a los que más jugaban en casa ayer; Deltonos salían también a la hora prevista, con mucho más público (de avanzada edad como era de esperar) y ponía un contraste taquicardizante comparándolo con M. Ward: si bien el estadounidense había estado sosegado, hablador, íntimo, los de Hendrick Röver iban a utilizar su hora para tocar los máximos temas posibles y, sobre todo, rockanrrolear. La veteranía es un grado y es un grado que los Deltonos saben llevar más que bien. Probablemente (o al menos en mi opinión) fue el concierto que mejor sonido tuvo de la jornada de ayer; sonaron realmente limpios y claros, y eso, para un grupo que todas sus canciones se basan en riffs de guitarra poderosos, es algo realmente complicado de hacer. Algo tendrán los Deltonos si, aunque el repertorio pudiera parecer algo plano y repetitivo, no cansó y dejó con ganas de mucho más. Elvis, Horizonte Eléctrico, Sur, Magia, Impostor…las canciones se sucedían sin descanso para regocijo de un público que veía a uno de sus referentes de la adolescencia, y los cuales se quedaron con una sonrisa en la cara cuando terminaron.

Y llegaba el turno a eso de las 12 de la noche del cabeza de cartel. Sidonie salía al escenario con Loser de Beck sonando de fondo mientras La Campa se llenaba de gente para ver a los catalanes. Os queremos abrió un show que no echó por tierra las expectativas del público cántabro. Si algo tienen Sidonie, a parte de un repertorio suficientemente grande como para conseguir un concierto redondo, es que se lo pasan en grande haciendo lo que hacen sobre el escenario, y eso se transmite al público, que conecta con ellos desde el primer acorde. Nuestro baile del viernes y Sierra y Canadá completaron la apertura hasta que Marc presentó al grupo. Alternaron perfectamente temas de sus antiguos trabajos con los de su flamante El Peor Grupo Del Mundo: Siglo XX, Yo Soy La Crema, No Sé Dibujar Un Perro (con su particular karaoke), El Peor Grupo Del Mundo o Está En Mi Garganta (con un intento al final del In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly) se sucedían con los coros del público de fondo. Llegó el turno de El Bosque, la cual suena en directo cada vez mejor y mejor y la cual espero que no salga nunca de sus setlists. Tras Carreteras Infinitas, el grupo se despidió para volver al instante y terminar redondeando la faena con Un Día De Mierda (con Marc otra vez entre el público), El Incendio IEstáis Aquí.

Por último le tocaba el turno al que probablemente viniera con la etiqueta de grupo revelación al Santander Music. Nothing But Thieves tiene sólo un disco (camino ya del segundo a finales de este año) y ya han sido comparados con Muse. Tras verles en directo (y el haber tenido la suerte de ver al trío en un par de ocasiones), he de decir que no, que son dos cosas diferentes, si bien es cierto que la voz de Conor Mason no tiene nada que envidiar a la de Matt Bellamy. Ban All The Music abrió un bolo algo menos masificado que el anterior pero que destapaba a una horda de fans que venían con ganas de ver a los ingleses. La única lástima es que presentaron canciones de su nuevo disco que todavía no se han publicado y no nos las sabíamos, pero no faltaron las If I Get High, Itch, Trip Switch (sí, la del FIFA), y por supuesto los dos singles ya adelantados del nuevo disco, Sorry y para cerrar, Amsterdam. A pesar de algún problemilla en alguna canción con la guitarra de Conor, disfrutamos de un grupo que va a dar mucho que hablar el año que viene.

Cabe destacar la presencia en el escenario secundario de Luis Alberto Segura (L.A.) que cambió por un día las guitarras por los platos y que nos regaló bailes entre concierto y concierto, amenizando el rato de espera a los asistentes con temazos como Liztomania de Phoenix, My Number de Foals, o Boys And Girls de Blur.

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