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Primavera Sound 2014 (Jueves): Queens of The Stone Age, reyes del excelente primer día del PS

Foto: Primavera Sound/Dani Cantó

Por suerte, la meteorología del primer día del Primavera Sound fue algo mejor que la sesión a puertas abiertas del miércoles. A partir de mediodía salió el sol, y pudimos hacer lo que más queríamos: Ir al festival con las gafas de sol puestas.

El jueves fue el plato fuerte que el cartel nos avisaba, tanto por los grupos como por la afluencia de público, que fue digna de un viernes o sábado de pasadas ediciones.

Justo llegamos para ver Real Estate, que tiene ese perfil de pop rock alternativo tan auténtico de las bandas americanas. Una propuesta como la de este grupo era arriesgada ubicarla en el mastodóntico escenario Heineken, pero sonaron tan bonitos que nos hicieron sonreír mientras el esperado sol de la tarde nos acariciaba la cara, con esas soleadas guitarras sonando perfectamente y sus voces en estado óptimo dando como resultado un concierto delicioso.
Mientras, en la entrada, Joan Colomo daba la bienvenida a los asistentes en el pequeño escenario Sony Club situado justo en la entrada. Como siempre, su marciana manera de componer y tocar hacen de él un encanto, aunque creemos que es un artista que necesita de un espacio más cerrado y no un escenario que para muchos es de paso, o de parada técnica. Mejor lo vemos cuando pase por nuestra ciudad.

Así, mientras pasamos por la zona de stands, nos encaminamos hacia el escenario ATP, donde The Ex nos dan una muestra de punk con una clara vertiente hedonista buscando más el baile que la rabia. Tienen una base rítmica muy potente pero la estructura de sus canciones es casi idéntica en cada una de ellas, así que como bien nos permite el festival, vamos en busca de otro directo. Eso es lo bueno de este tipo de eventos.

Bajamos y nos vamos a ver a los jóvenes Pond, y sorprende el desparpajo que tienen y su ejecución realmente sublime. Hay que seguirles la pista y ver hacia donde van dirigiendo sus pasos, ya que algo que adolece su concierto es la falta de algún ramalazo de identidad en sus temas, un punto de sonido diferencial que los haga destacables sobre el resto.

Mientras el sol se ponía entre los edificios del Fórum, era una buena ocasión para ver a  Midlake, que no decepcionaron, sonaron muy correctos, pero les faltó algo más de sonido y  abusaron de los teclados por pereza del teclista de no coger más la flauta, que da este toque tan bonito a sus canciones.

Posteriormente y casi simultáneamente empiezan los conciertos de Neutral Milk Hotel (Primer reclamo anunciado del Primavera de este año) y Warpaint.  Realmente, es tanta la oferta de este jueves que hace que al acabar una actuación inmediatamente se busca la siguiente, y para más inri, los conciertos se suceden con puntualidad británica, así que la jornada va pasando casi sin dejarnos sentar ni un segundo.

Los Neutral Milk Hotel sacaron potencia de su particular folk. Enormes instrumentalmente y con los vientos sonando a toda mecha (Trompetas ,trompas…) hicieron bailar a un público entregado a ellos totalmente. Como los buenos vinos que se dejan reposar unos años. Y Warpaint que iban a uno de los escenarios grandes del festival, un tratamiento de cabeza de cartel. Sorprendieron porque se iba con la idea de que su concierto sería flojo, y lo que nos gustó fue la buena ejecución instrumental, ya que en este tipo de bandas siempre hay miedo de que el disco esté muy producido y después los músicos no puedan trasladarlo en vivo. No fue así, pero el problema algo grave lo tienen las vocalistas. Este campo lo deberían cuidar un poco más, con la potencia de sonido de un festival, las salidas de tono a nivel vocal se escuchan demasiado bien. Se atrevieron con una versión de Ashes to Ashes de Bowie, que nos hizo salir un poco despavoridos. A destacar que lo esperábamos peor, pero no por eso podemos decir que nos contentaron.

Por otro lado, Future Islands empezaba su esperada actuación. Ubicados en el pequeño Pitchfork, la localización les quedó pequeña. Son la banda del momento, y su directo es apabullante y ellos lo saben. Están con una confianza por las nubes y su repertorio planeó por su perfecto Singles, pero también por su discografía anterior, la cual mejoran aún más en su directo. Repetiremos ahora que vienen de gira en unos meses. Bien les podrían habar cambiado el escenario por las Warpaint.

Y enfilamos hacia el intervalo horario de los grandes nombres. Ya ubicados en la explanada grande donde están los dos escenarios más importantes enfrentados el uno al otro, Queens Of Stone Age empezaron con temas del Songs ForThe  Deaf, toda una declaración, que si bien Like Clockwork va por otros derroteros ellos siguen siendo los mismos de siempre. De una ejecución sublime como siempre, pero con una formación más adaptada a los grandes escenarios, nos regalaron momentos para el recuerdo mejorando sus temas en directo. Acabar con Feel Good Hit Of The Summer siempre es un acierto, y con él consiguen que los fans de siempre les recordemos en sus inicios, y el público que los ha conocido ahora se enganche aún más. Este concierto, sin duda, fue el concierto de la jornada.

Para ver a Arcade Fire, sólo teníamos que girarnos y encaminar hacia el Sony.  Los de Win Butler salieron ataviados en ropas coloridas, en la línea de lo que nos tiene acostumbrados desde que editaron Reflektor. Y con este tema empezaron. En esta ocasión la configuración de la banda es casi de big band, con músicos de percusión adicionales que dotan las canciones de cierto aire tropical. Lo que vimos ayer es el proceso de mutación de una banda: Abrazando totalmente el sonido de su último disco y dejando que éste también empape las canciones de Funeral, Suburbs o Black Mirror, y a nuestro parecer, los temas pierden ese peso emocional y poético que tenían en sus versiones originales, y es que los Arcade están centrados en hacernos bailar y no en ponernos la piel de la gallina. Quizás los temas que sonaron sin más cambios fueron No Cars Go y Tunnels. Para el que escribe, el concierto le dejo una sensación de pérdida, de que la banda está cambiando y girando hacia una fábrica de himnos de estadio, y lo van a conseguir. Su concierto es una experiencia brutal, y son la banda perfecta. Para los que éramos fans y los conocimos con Funeral el Reflektor nos duele, para los que los han descubierto con Reflektor están viviendo seguramente una luna de miel con ellos.

Recta final ya de la noche. Nos vamos a ver Moderat en el Pitchfork y nos encontramos con un espectáculo visual algo pequeño para el ATP, pero daba igual, estos tres alemanes son impresionantes y perfectos en directo; sensibles, industriales y bailables, una deliciosa mezcla de talentos.

Posteriormente, nos encontramos aterrizando en los años 70. Metronomy despliega su concierto como si fuera un viaje al tiempo por lo kitsch y lo elegante. Una curiosidad su directo y su plasmación de las canciones. Todos ataviados con un blanco nuclear y con unas nubes de golosina en el fondo. Una agradable manera de bajar revoluciones y deleitarse con la refinada música de esta banda, que sería el resultado que saldría si Elton John quisiera acercarse a los Bee Gees.

Para cerrar la noche, Jamie XX, el mismo espacio. Este chico tiene algo especial, un don. Su dj set, claramente volcado al soul rebautizado con beats dejaron claro su presencia en la mesa y que es un pequeño genio, ya sea con The XX o con cualquier otro proyecto en el que se involucre.

Y acabamos vivos esta maratoniana sesión de buena música. Y es que la oferta era apabullante, y lo que nos hemos dejado en el tintero sin poder comentar: Charles Bradley, Sun Ra Orquestra, St. Vincent… Al final un festival son opciones y decisiones, siempre intentado acertar. Jueves memorable, quizás el jueves más fuerte en la historia del festival.

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