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Primal Scream Rocks!!!

Lugar: Sala Razzmatazz, Barcelona.

Fecha: 20 de noviembre de 2010

Los responsables de la sala Razzmatazz en Barcelona se han propuesto celebrar su décimo aniversario por todo lo alto y hacer disfrutar a sus fieles de la onomástica hasta dejarles KO. Y lo están consiguiendo con creces asegurándose la asistencia a la fiesta de grandes del rock como los Primal Scream, quienes nos invitaron el pasado sábado 20 de noviembre a un espectáculo inédito. A pesar de que lamentablemente no consiguieron el lleno absoluto, quizá debido a lo caro de las entradas, la banda del ex-batería de Jesus and Mary Chain triunfó y sonó de maravilla.

Ya lo hicieron el día antes en la sala La Riviera de Madrid, el primero de los lugares elegidos para tan valiente gesta y también lo verá Londres el próximo 27 de noviembre, convirtiendo estas ciudades en los ejes de un triángulo musicalmente perfecto donde presentar a sus incondicionales seguidores un show sin precedentes, en el que poder escuchar los temas que más éxitos han cosechado durante toda su carrera, que no son pocos, aunque se hicieron escasos y lo que es más sorprendente a la par que emocionante para el público, escenificar su tan aclamado Screamadelica. Parecía que esta idea rocambolesca pudiera ser inimaginable cuando lo mencionaron en febrero de este año, pero por tres ocasiones irrepetibles, este sueño de muchos se convirtió en realidad y se convertirá nuevamente el próximo día 27 en el Reino Unido.

Así pues, si no estuvisteis ni en Madrid ni en Barcelona y no tenéis posibles para permitiros un viajecito a Inglaterra para presenciar tan glorioso evento, se os caerá la baba al saber que el pasado sábado lo que se vivió en Razzmatazz fue la consagración de todo un espectáculo. Y expectación es precisamente lo que se sentía antes de que los de Glasgow salieran al escenario. La sorpresa estaba asegurada aunque alguno hubiéramos leído atentos en la prensa lo que la banda escocesa hizo tan solo un día antes en Madrid. Los medios lo calificaban de triunfo y de éxito a pesar de los fallos en el sonido. Pero en Barcelona ninguna queja en cuanto a eso. Así a las 21.15h de la noche y bastante puntuales, armados con sus guitarras, y en el caso de Bobby Gillespie de una de sus camisas de seda que sólo él es capaz de ponerse sobre ese cuerpecillo que se desliza gracioso en el escenario, los Primal Scream empezaron a repartir tralla y declararon la guerra a un público entregado. Una primera parte del show en el que desgranaron y repasaron uno tras otro éxitos como: Accelerator,  Country Girl, Jailbird y así hasta ocho temas que, cómo no, no podían tener como colofón final otra canción que no fuese Rocks. Así se podría resumir la primera parte del espectáculo. Una primera parte que, creedme, se hizo corta y que podría haber durado eternamente hasta hacernos desfallecer y en la que se quedaron en el camino demasiados éxitos.

Tras unos diez minutos de parón obligatorio, pues el show se componía de dos partes, como las buenas obras de teatro en las que el público desea conocer el desenlace de la trama dramática, o como en un emocionante partido de fútbol donde la segunda mitad es determinante para el resultado final, los de Glasgow no esperaron un segundo más para ofrecer lo que la mayoría tenia curiosidad por ver sobre las tablas, esto es, la puesta en escena de un disco al completo de Primal Scream y no cualquier disco, sino el aclamadísimo y valorado Screamadelica. Una segunda parte inaugurada como dicho disco con Movin’ On Up. Y acompañados por una rotunda cantante de góspel, que era tan oronda como enérgica y que no podía faltar a la cita, aunque sí lo hizo en Madrid y fue una lástima. En su compañía, los Primal nos hicieron entrar en un trance psicodélico extraordinario del que costó salir. Una hipnosis musical creada por la mezcla de las distorsiones de las guitarras y las luces cegadoras. Hay que lamentar las baladas y momentos de calma de algunos de los temas que no fueron seguidos con la atención que merecían por el público que, a mi parecer, creo que hubieran querido y disfrutado más con una primera parte más larga donde poder saltar y cantar para llegar exhaustos a este oasis de calma eléctrica.

Este capítulo en el que se perdió la conexión entre escenario y público no duró demasiado y concluyó con rapidez al empezar a sonar los acordes de Higher than the Sun, que hizo venirse arriba nuevamente al público y llevarlos así al éxtasis colectivo. Estado necesario para conducirlos hasta el final del espectáculo, para el cual se escogió el Loaded y el Come Together.

Un final muy celebrado que servía para escribir el The End y que revelaba que es posible poner sobre el escenario aunque parezca quimérico el sonido de una época gloriosa de la música de todos los tiempos. Y que demuestra que los temas del tan apreciado Screamadelica no pasarán nunca de moda pues siguen sonando igual de bien que siempre. Y que sobre todo y ante todo los Primal Scream, pase el tiempo que pase, son garantía de éxito, brillan sobre el escenario y saben hacer música y canciones como nadie. Por eso son parte de la leyenda viva del rock y esperemos que así sea por mucho tiempo y que sigan haciendo experimentos como éstos con ciudades de nuestro país como escenario.

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