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Noche. Fantasma. Caliza. 0600.

caliza

Son las 00:00 de un sábado de cambio de hora. Es las sala Caracol. Y no entramos. Es la noche del cambio de hora y te la van a quitar. Te la van a quitar y no va a volver. Te pongas como te pongas esa hora no vuelve. Es la hora fantasma. O esto es una Sesión Fantasma. Fantasma es un tour de force entre The Ballroom, Discoteca, El Cuerpo del Disco y El Nasti. Un club con conciertos. Un club de Baile. Esto es un club de baile. Y esto empieza y empieza con los conciertos de Caliza y 0600.
Gracias por venir tan pronto, dice ella.  Son Caliza. Envueltos en una nube de polvo, de humo, de piedra. Caliza. La piedra o la roca, sedimentaria, de calcio y magnesio. Una imagen algo ruda, pero con distintas formas, tamaños. Algo seco, parece. La piedra o la roca, me refiero. O me refiero solo a la comparación con la música. Caliza es sythpop, con un cierto toque oscuro, de indiferencia, de desdén, de intimidad, en sus letras o atmósferas. Sintes. Sientes. Sintes. Sientes.

“Eras mi apuesta del año y ahora que empieza otro más no pienso hacer apuestas, porque no suelo acertar. Dije que odio el verano, pues también la Navidad. Quita esa cara de palo, que ya no tienes edad”. El proyecto de Elisa Pérez (Cosmen Adelaida, Rusos Blancos)  suena mucho más grande en directo y lleva su Medianoche/Mediodia a la pista, al club. Los ecos ochenteros refulgen en la noche, como glitter, como neón. O como caliza, si eso es posible. Flúor y baile en las primeras filas. Es la noche del cambio de hora y la gente presenta sus mejores galas para una noche sin fin. Un primer plato caliente. Caliza es un proyecto personal, que lleva poco tiempo agitando la escena, pero que ya cuenta con himnos como Verano no, Ultrasur, Apuesta o Madrid. La gente los corea y los baila. Paso adelante, paso atrás. Mueve tu cuello. Mueve tu cuello. Elisa se acompaña para el directo de Santi Castillo a la guitarra (Templeton, Esmeraldo) y Laura Antolín (Doble Pletina) al bajo, y Machines Désirantes a las visuales. Se recomienda el consumo de Caliza.

No hay parón. Nada se detiene. La música sigue. Pídete algo. Pídete algo. Suena Fantasma djs. Déjate llevar. Si puedes. Esto es Madrid. Así que ya sabes: “Madrid, no me dejes caer, no me quiero hundir. Aún es demasiado pronto para entender lo que viví. Hace tiempo que sé que es matar o morir. Si hay sitio para ellos ha de haberlo para mí”.

0600. No es una combinación. No es un número, creo. Busquemos. Puede ser la hora zulú. Pueden ser llamadas a concursos de entretenimiento. Google no me dice nada más. Pero lo más seguro es que pueda ser el grupo Raúl Gómez (Lüger, Farniente) y Antonio Chávez (Anthonius), que ya están a las máquinas. Y no hacen rehenes. Van directos. Maquineta, con atmósferas. Podríamos decir que es eso. Eso es lo que suena. Mueve tu cuello. Mueve tu cuello. Mueve tus pies. No hay descanso.
Dicen de ellos: “Músicos instrumentistas con más de 15 años de conciertos a sus espaldas. Tocando en bandas de rock experimental, funk o acid jazz, encontraron un vínculo en la electrónica de baile y desde hace menos de un año, aunaron sus talentos para formar este dúo”. En el directo hay secuncieradores y sintes, repartidos. Instrumentos analógicos. Eléctrónica ambiental decían en su bandcamp. Pero hoy se han dejado llevar por el ambiente, de club, de la sala. Por las horas que son. Por la noche. Por el baile. Dicen que sacarán pronto un trabajo. Estaremos atentos. Son como las 4. O las 3 de la mañana. Esto no para. No se detiene. No hay parones. Pídete otra. Siguen los dj´s.

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