Fecha: 12 de Marzo de 2011.
Lugar: Ciudad de Las Artes y Las Ciencias (Valencia).
Cuando muchos esperaban que para este año se confirmara la presencia de grupos como The Strokes, Kings Of Leon o Muse, hubo quien se puso las manos a la cabeza cuando se produjo la confirmación de Sum 41 y My Chemical Romance para el festival MTV Winter de 2011, incluso llegando a decir que ésta era la peor edición del festival antes de la realización del concierto.
Y eso fue un grave error porque la verdad que My Chemical Romance puede que no sean tan cool como alguna de las bandas mencionadas anteriormente, pero dieron uno de los mejores conciertos vistos en este festival, sobretodo después del pequeño chasco que hubo el año pasado con los Arctic Monkeys a los que, ante un público entregado, les faltaron un poco más de ganas y energía durante el concierto.
My Chemical Romance empezaron sobre las 22:00 horas, justo después de Sum 41, que venían de hacer un concierto un tanto raro ya que, sabiendo que disponían de una hora de tiempo, se dedicaron a perder tiempo de concierto subiendo gente del público al escenario y tocando canciones sólo con la guitarra de Iron Maiden, Metallica, Deep Purple, Ozzy Osbourne y The White Stripes; lo cual se agradece para hacer un concierto más ameno, pero no se agradece cuando vas con el tiempo contado y la gente quiere oír tus canciones.
My Chemical Romance arrancaron con el single de presentación de su último álbum Danger Days: The True Lives of the Fabulous Killjoys, la eficaz e inmediata Na Na Na (Na Na Na Na Na Na Na Na Na) y aquello ya se puso de patas arriba, con todo el mundo cantando y gritando como si de la última del canción del concierto se tratase (los más jóvenes y los no tan jóvenes), luego visitaron su segundo disco para tocar Thank You For The Venom, que posiblemente fue el single que menos coreó la gente (también es de los singles menos conocidos de la banda), con un Gerard Way muy seguro de sí mismo sobre el escenario, dejándose la piel por convencer al público y bastante hablador (palabras de cariño al público valenciano, “gracias” entre canción y canción, mención a las otras bandas del cartel del festival y, de vez en cuando, introducía alguna de las canciones del concierto).
Aquello continuó con el próximo single de su nuevo álbum, la enérgica Planetary (GO!), una de mis favoritas del álbum, y después llegó uno de los mayores singalongs del concierto con SING, continuaron con el glam-rock de Vampire Money y luego llegó la primera visita a The Black Parade con Mama que también fue una de las más cantadas (las canciones de The Black Parade fueron sin dudas las que más éxito tuvieron en el concierto), y volvieron a su último disco con Summertime y The Only Hope For Me Is You.
Después de estas vino I’m Not Okay (I Promise), su primer éxito y con el que la gente se volvió loca y no paró de cantar en ningún momento, en la que desde el escenario se lanzaron unos globos multicolor al público (entre los cuales se colaron algunos condones inflados por alguien del público) para animar aún más aquello. Fue entonces cuando justo después de tocar DESTROYA iniciaron la recta final del concierto, que nunca decayó y para la que se guardaron muchas de sus mejores canciones.
Este final se inició con la tremenda Famous Last Words, que sonaba aún más potente que en el disco, otra de las que ganó con el directo fue la última que tocaron de su nuevo disco, la muy power-pop Bulletproof Heart (que seguro que con el paso de los años, será de las más reivindicadas de este disco), en la que las guitarras retumban ecos de Weezer por todos los lados. Continuaron con otras de las más coreadas, Teenagers, con ese riff que tanto debe a T. Rex, que fue el punto álgido del concierto hasta el momento. Justo después vino Helena y miles de aquellas cerca de 30.000 personas, se dejaron la voz para cantar con un Gerard siempre animando al público a cantar y a levantar sus manos. Y justo antes de su última canción, vino Cancer, la canción lenta y emotiva que hizo cogerse a todo el mundo y poner el mechero al aire a más de uno (aquí quizá hubiera quedado mejor I Don’t Love You, que fue la canción que todos echaron a faltar). Y aquello se cerró como era de esperar con su canción más popular, Welcome To The Black Parade, con la que todo el mundo gritó, saltó y cantó desde la primera hasta la última nota sin concesión.
My Chemical Romance superaron las expectativas y, sobre todo, demostraron que son una de las bandas grandes del rock actual (pese a quien le pese), que gracias a haber explorado nuevos territorios lejos del emo de sus inicios, han sabido ganarse el respeto y admiración de cada día más gente.
Las únicas pegas del concierto fueron esa lluvia que asomó la cabeza durante algunos momentos de la noche, y como todos los años, pues encontrarte rodeado de gente que no le guste el concierto y va ahí simplemente porque es gratis. Pero ya querrían muchas ciudades tener este festival, que esperemos que se prolongue más años, ya que, como os habíamos contado, expiraba con la edición de este año.
