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MIRA Festival, noches de música y arte digital

El fin de semana del 11 y 12 de noviembre tuvo lugar el festival de arte digital MIRA, una cita obligada para videoartistas y creadores, y que complementa su oferta con una extenso menú de Djs y productores musicales, en los espacios de Fabra i Coats, una joya muy bien guardada y poco aprovechada de Barcelona.

Lo que en principio se definió como un festival enteramente dedicado al arte digital, vídeos, proyecciones 3D y realidad aumentada, muy en boga en los últimos dos años, es en la actualidad un espacio de encuentro para artistas, melómanos y público, y cuya identidad se está empezando a camuflar entre festival de arte y festival de música electrónica, esto último confirmado en la edición de este año donde la oferta musical superó con creces a la oferta de arte digital.

La noche del viernes 11 de noviembre, el escenario principal del MIRA abrió sus espacios para grandes artistas como Plaid y sublimes presentaciones como la ofrecida por el músico Alessandro Cortini, ex-miembro de Nine Inch Nails y reconocido por su amplio trabajo con sintetizadores modulares. Su show AVANTI permitió reconciliarnos con una electrónica serena y que sirvió de marco para una visuales en Super 8 de su infancia en Italia. La textura, los colores y las emociones contenidas en el audiovisual y que bañaban a la figura de Cortini, reduciéndolo a mero ejecutor de la música, nos hizo desconectar y transportarnos a esa época donde todo parecía ser más sencillo; una época en la que eramos felices y no lo sabíamos.

Seguidamente tocó el turno de Lee Gamble y el artista audiovisual Dave Gaskarth, quienes presentaron Foldings. Lo que hace este artista londinense es una reinterpretación, muy personal, de aspectos históricos inspirados por imágenes de satélites de espacios geográficos desérticos y un poco apocalípticos, y los plasma en una suerte de imaginario 3D cuya estética hace pensar en los videojuegos de la década de los 90. El glitch, el error, el detalle que tarda en cargar, se complementa perfectamente con la música del productor de Birmingham, con una suerte de electrónica alienígena, llena de ruidos y descomposición sonora.

Uno de los artistas más esperados de la noche fue Death In Vegas, y es que para muchos de los presentes resultaba curioso y estimulante reencontrarse con el productor, después de su última presentación en Barcelona en el Primavera Sound 2012. Lo que antes era inspirado por el post-punk e incluía una banda en directo, se ha convertido en un DJ set a cuatro manos. Hay influencias de minimal techno, algo de electro, minimal house, pero la descarga de guitarras, el noise producido por el feedback del amplificador ya no existen. Es una época dorada que ha pasado para darle la bienvenida a un Death In Vegas que ha decidido dar rienda suelta a su faceta como productor de música electrónica.

El sábado 12 fue el turno de ver la historia ser contada una vez más gracias a las presentaciones de Esplendor Geométrico y Tim Hecker; este último nos llevó al extremo más distópico de todo el fin de semana gracias a su descarga industrial y llena de ruido, y basada en su trabajo acerca de la niebla. Hecker ha venido desarrollando desde hace algunos años un concepto en directo inspirado y que rinde homenaje a la niebla y en el que busca despertar los sentidos del espectador. El MIRA no fue una excepción y el escenario principal se convirtió en un receptáculo en el que confluían esta neblina acompañada de un juego de luces que viajaba entre los rojos, púrpuras y azules, y los temas del último álbum de Hecker, Love Streams.

Una de las grandes sorpresas de la noche recayó en el productor Roly Porter, quien junto a las visuales de MFO, presentó su más reciente álbum, Third Law. Una reinterpretación de grime y dubstep pero en formato industrial, con sonoridades metálicas, con una intensa acumulación de sub-bajos y un densidad sonora y visual que contrastó mucho con lo ofrecido por Gamble el día anterior. Ambas propuestas se sostenían de la misma raíz pero desde mi punto de vista, lo de Porter tuvo más poder y relevancia. La otra sorpresa fue la presentación del abanderado de Red Bull, JLin y su reencuentro con el footwork, ese ritmo sincopado que se hizo famoso en la década de los 80 y que está inspirados en los sonidos costeños y de tambores de países del Caribe. Las visuales estuvieron a cargo de Florence To, una artista audiovisual especializada en la creación de instalaciones que interactúan con los elementos arquitectónicos del espacio donde se proyectan. Ambos brindaron un espectáculo que animosamente invitó a los asistentes a deshacerse de la rigidez industrial y dejarse llevar por el calor y la velocidad de sus beats. 

Además de los shows musicales, el Fabra i Coats contó con varios espacios destinados a instalaciones audiovisuales como el AI_Vectors de Onionlab, Vortex de Hamill Industries y Cluster de Playmodes; una galería de arte, en la que se pudo disfrutar con mayor detalle del trabajo de Dave Gaskarth, así como iniciativas de artistas locales e inclusive interactuar con realidad aumentada, y una de las grandes atracciones de la noche fue el Dome con proyecciones de Tind, Can Buyukberber y el show 3D de Pauk + Eyesberg

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