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Magnífico fin de semana de música en el SOS48 de Murcia

THESE NEW PURITANS - SOS48

A medio camino entre el FIB y el Primavera Sound pero en miniatura y con un público de lo más variopinto, en el SOS de este año ha habido actuaciones de todo tipo. Como es muy difícil estar en tantos sitios a la vez, y eso que el cartel no era amplísimo, la visión puede que esté un poco distorsionada, ya que la elección ha sido difícil en algunos casos y varias decisiones han sido tomadas dependiendo de la facilidad para ver a quien actuaba o si ya se le había visto antes en directo. En esta crónica se puede encontrar de todo: lo mejor, lo peor y lo visto de paso, esos conciertos presenciados a medias, ya que al ir de un sitio a otro siempre se ve algo de refilón.

Lo mejor de los dos días y lo primero que vi fue el concierto especial que ofrecieron These New Puritans con una orquesta de viento y un coro de quince niños dentro del auditorio. Estos elementos ya se encuentran en su álbum Hidden (2010), pero no tenían tanto protagonismo como en esta ocasión. Lo ejecutaron de principio a fin ante un público totalmente entregado, a veces demasiado ruidoso, y dicho acompañamiento musical y vocal no les eclipsó en absoluto, sino que dio más importancia a lo fabulosas que son estas canciones. Por si fuera poco, el hecho de tocar a cubierto hizo que sonara a las mil maravillas. Tal vez empezar por lo mejor fue perjudicial, ya que lo que vino detrás no estuvo mal del todo, pero para mí, nada a la altura de este prodigio acústico y también visual; letras como que las que decoran la portada del disco en las camisetas de los niños y una orquesta, siempre estéticamente agradable.

Es cierto que la actuación de Yann Tiersen me sorprendió muchísimo, ya que no esperaba un estilo tan original. Para mí siempre fue autor de bandas sonoras como la de la película Amelie y poco más, bendita ignorancia que a veces nos descubre auténticas joyas, como fue el caso. Temas muy especiales, Yan con distintos instrumentos en mano, violín sobre todo, y un sonido estupendo. Two Door Cinema Club, divertidos y correctos, aunque poco disfrutados, ya que fueron vistos de paso. MGMT, muy similares a su primer disco; dos temas, Kids y Time to Pretend le dan sentido, el resto canciones de relleno. Psicodelia ejecutora y decorativa en las proyecciones de fondo, sonido correcto pero nada que eleve al infinito. Y siguiendo con los descubrimientos festivaleros, una de las cosas más positivas de acudir a éstos, el caso de Trentemoller. Demasiado irregulares para mi gusto, pero llamó mi atención el hecho de que una canción fuera de tipo electrónico brutal y la siguiente melódica y con una femenina voz suave vestida de lentejuelas. Algún tema que te seduce por completo y que me pareció fabuloso y muy bien tocado. No fueron totalmente espectaculares, pero valió la pena verles. We Have Band, al igual que en el FIZ, buen concierto, la chica parece que esté un poco de adorno, pero queda estupenda, del todo bailables, correcta ejecución de todos sus temas y muy amables con el público, cualidad que siempre se aprecia. Maravillosos sueños, gustos satisfechos por el momento.

El sábado, Caribou DJ set para empezar, algo soso lo que pinchaba, más trance que otra cosa, aunque muy majo el chico. Mujeres bastante correctos, vistos el mediodía en el centro de la ciudad, zona peatonal (gran idea que se repitió el domingo, provechosa para los de los bares, el público y los organizadores del SOS), Triángulo de Amor Bizarro, muy buen sonido, la gente bailando como loca, y de allí directos a los cabezas de cartel.

Estupendos White Lies, auque vistos de refilón, muy a mi pesar, y Editors una auténtica maravilla. Atuendo del cantante un poco desligado, la gorra le iba fatal con los pantalones de pinzas y la camisa, pero muy entregado, tocando tanto teclados como guitarra, bailando y tirándose por el suelo si hacía falta. Sonaron magníficos, y tienen canciones soberbias, aunque no todas, el único inconveniente. Y después de esperarlos con todas las ganas del mundo, como mucha gente, aunque sin crearme grandes expectativas, Suede salieron al escenario. Ganas le echaron, la elegancia se les salía por los codos, todos de negro, Brett Anderson con sus andróginos pasos de baile, la camisa desabrochada hasta el ombligo e incluso bajando a dar la mano y saludar al público en primera fila, y actitud seria y circunspecta del teclista, a veces guitarra, como hace tantos años, pero, a pesar de todo esto, el primer tema sonó fatal.

Neutro, rebotando en los tímpanos, burdo y sonidos bajos entremezclados sin sentido es más o menos como se podría definir su sonido en escena; demasiado rústico para lo que siempre han sido. Intenté ver si era cuestión del lugar elegido como público, así que me acerqué por otro lado, y si es cierto que mejoró a lo largo del concierto (a veces pasa y los técnicos de sonido manipulan cosas que no están claras), no acabó de sonar fantástico. Por si esto fuera poco, la voz de Brett era mucho más grave que antaño, es decir, los gallitos que en algunos de sus temas quedaban tan bien a juego con su androginia, no se podían llevar a cabo. Es más, era como si las canciones fueran tocadas uno o dos tonos por debajo de lo que habían sido, ya que sonaban más pesadas y bastas de lo que las recuerdo. En fin, una pena, ya que es cierto que en el pasado hicieron conciertos fabulosos, aunque parece ser que esta insuficiencia vocal de Brett ocurría también de vez en cuado.

!!! (Chck Chck Chck), sin embargo, muy buena puesta en escena, sensacional sonido, chaqueta con bombillas rojas incluida después de haberse rebozado entre el público tirándose de cabeza sobre ellos, parte de la puesta en escena del líder Nic Offer (parece que tiene los tornillos flojos, lo cual es divertidísimo para un público fiel), pero para mi gusto, les faltan buenos temas, al igual que a Editors pero con más abundancia ya que su producción es menor. Haberlos, haylos, pero no muchos, y eso, junto a una repetición poco hipnotizante de los mismos ritmos de modo demasiado constante, no los hacen de mis favoritos. Eso sí, imposible no bailar con ellos pululando por allí y comprensible que gusten a mucha gente, ya que el público disfrutó de lo lindo.

Lori Meyers de pasada, una lástima, pero ya presenciado lo bien que tocan en directo y DJ Tiga, música máquina para bailar aún más.

El remate de todo, al día siguiente, domingo, hora del aperitivo en la plaza peatonal atestada de bares donde se comen pinchos y se bebe vinito o cerveza, acústico del Dr. Chinarro y concierto de Standstill, los cuales habían hecho también su actuación especial en el auditorio en día anterior, según me informaron, de modo espléndido, al solete del mediodía. Me hubiera encantado verles por segunda vez, espero hacerlo cuando pasen por aquí el mes que viene. Gran despedida entre asistentes al SOS, familias murcianas y camareros atareadísimos. Muy agradable el concepto de festival: breve pero muchas cosas buenas y gran comodidad. Aparte de esto, ofrece otras cosas muy atractivas como conferencias interesantes, exposiciones de arte y este año coches de choque donde el año pasado había una carpa de circo, vaya, que a variedad no le gana nadie. Hay que volver.

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