Fecha: 19 de mayo de 2012
Lugar: Sala Juglar (Madrid)
Universo pop, naïf, entrelazado con celosa seducción, algo maliciosa, sin llegar a rasgar camisas, ni pantalones. Sensualidad, sin x. Deliciosa inocencia, aunque teniendo en cuenta que la inocencia es un término que describe la carencia de culpabilidad de un individuo con respecto a un crimen. Pop envuelto en sintetizadores, programaciones ochenteras, bajo y guitarra, de querencia funky. Costumbrismo de alto standing.
Linda Mirada presentaban su nuevo trabajo Con mi tiempo y el progreso bajo el amparo de Discoteca Océano. 2 días de conciertos en la capital del reino. Todo vendido. Nadie quiere perdérselo. Cantantes, músicos, directores de cine y un señor de Murcia entre el respetable. La gente callada. Atenta. Luces fuera. Músicos al escenario. ¡Shhh, silencio esto es una fiesta! O eso es lo que pareció en las primeras canciones.
Apoyada en teclados y sintes, otra voz y coros, guitarra y bajo. De una hora escasa. De sonido correcto. Algo bajo. Contenidos todos. Sin salirse del margen. Sin llegar a explotar, que es lo que se le pediría en un concierto.
Lo que sí es cierto es que todas las entradas estaban vendidas. Que muchos de los presentes coreaban sus canciones, las solicitaban y bailaban de vez en cuando. Sobre todo al final. Lo que sí es cierto que tienen muchos fieles que les hacen más fáciles los conciertos y que los disfrutan todo lo que pueden. Incluso les piden copas, todo un detalle.
Lo que sí es cierto es que no llegan los dedos de las manos para contar las canciones-hit de la preciosa Ana Naranjo, léase Linda Mirada. Tokio, José, Hermosilla 69, San Valentín, todas ellas de su primer largo China es otra Cultura y repasadas en este concierto. Del nuevo disco, nos hemos quedado con La playa. Puedes escuchar todas aquí.
Nosotros queremos más delicias pop , pero también queremos que exploten en la boca.
