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Las chicas ruidosas de Brooklyn ‘zarandean’ Barcelona

VIVIAN GIRLS

FECHA: 30 de marzo de 2011

LUGAR: Sala KGB (Barcelona)

FOTOS: Foto cedida por Heinekenpro.com, fotógrafo: Carla Mir

Así se presentan Vivian Girls ante el mundo, como unas chicas ruidosas. Y lo son, no cabe duda. Por eso se las ha denominado ya como las reinas del noise pop. Y su ‘ruido’ es tan extraordinario por lo puro, lo impreciso y porque a veces se torna un tanto agresivo. Puede que algunos hasta arruguen la nariz al escucharlo la primera vez. Pero es que Vivian Girls son así como comerse un caramelo que trae sorpresa, dulces por fuera (el envoltorio atrae sin duda por su aspecto colorido, cándido, suave e inocente) pero cuidado porque son ácidas y bastante picantes, explosivas incluso, una vez las pruebas. Son a la práctica como aquellos Peta Z que comíamos de pequeños, que explotaban al degustarlos, aun siendo dulces en esencia. Y es quizá por su juventud que se asemejan a un caramelo, por ser jóvenes, pero también por ser espontáneas, como de igual forma lo es su sonido, todo un dulce…con sorpresa. Así lo demostraron la pasada noche en la sala KGB de Barcelona.

Y es que el trío de Brooklyn se pasea estos días por diversas ciudades de nuestra geografía para presentar su Share the Joy, en lo que serán, y son, más de media docena de conciertos enmarcados dentro de la programación del Ciclo Heineken Music Selector.

El trío neoyorquino escogía para dar inicio a su gira española el sur de nuestro país.  Allí, en Granada (donde consiguieron un lleno absoluto), Sevilla y Cádiz, comenzaron a presentarnos el que es ya su tercer álbum de estudio que todavía no está en el mercado. Lo estará dentro de poco, no sufráis, es inminente. Habrá que esperar al próximo 12 de abril para saborearlo. Pero antes de que llegue el día y podamos degustarlo con calma, y para hacer la espera más llevadera, las de Brooklyn han querido presentarlo en sociedad y se han propuesto hacernos salivar a base de bien con sus directos. El titulo Share the Joy no podía ser más adecuado. Vivian Girls se han propuesto contagiarnos su alegría y lo han conseguido con creces. El martes, la Sala Sol de Madrid se rendía ante su sonido y miércoles era el turno de Barcelona.

Antes de que las chicas ruidosas de Brooklyn aparecieran sobre el escenario y a la espera de que la sala se llenara, cosa que no ocurrió, los encargados de calentar motores fueron los mallorquines The Last Dandies. Unos muchachos jovencísimos, que ya comienzan a tener un nombre en la escena indie de nuestro país a pesar de su corta edad. Estos ‘pipiolos’ demostraron que disfrutan con lo que hacen, un sonido cercano a bandas actuales de jovenzuelos como Surfer Blood, siempre salvando las distancias. Enérgicos, alegres en ocasiones. Incluso podrían recordar los inicios de los britanicos The Kooks pero con un fondo oscuro bastante más interesante, a lo Joy Division, que dejaron relucir al final de su actuación. Recordémosles por si acaso…

Mientras los de Palma se divertían sobre el escenario y gozaban de su momento, las neoyorquinas se paseaban con suma tranquilidad y derrochando naturalidad, como uno más, por entre público saludando amigos y sin demostrar ápice de nerviosismo. Y es que lo que hacen en el escenario parece fruto de la espontaneidad. Su sonido es tan natural, tan puro, que acaricia lo orgánico.

Sobre las diez de la noche el trío apareció ante su público en una KGB que no se llenó, cosa que contribuyó a la frialdad del ambiente hasta el final. A pesar de todo, Fina Campbell (en la batería), Cassie Ramone (guitarra y voz) y ‘Kickball Katy’ Goodman (al bajo) subieron al escenario a divertirse y por lo que parece, a hacer lo que más les gusta del mundo, ruido. Su ruido que nos trasporta al punk de los ‘70 pero aderezado con pinceladas muy personales y actuales que lo convierten en algo muy nuevo, aunque en base no hay nada que no esté inventado ya.

Su look desenfadado, moderno, casi adolescente atrae al más pintado. Son tan adorables…pero cuidado con el ‘cachorrito’ porque muerde y de qué manera. Desde el minuto uno en el que hacen sonar sus instrumentos, Dr Jekyll se transforma en Hyde. Dando de comer a parte a la más rebelde y agresiva de las tres, Cassie Ramone que se convierte en la líder merecida y nunca mejor dicho, voz cantante, de la banda. Un grupo que, se nota, bebe de las fuentes de grandes grupos como los Ramones, Jesus & Mary Chain o The Raveonettes y que recuerda en ocasiones a sus coetáneos Best Coast, Dum Dum Girls o Las Robertas. C. Ramone disfruta y hace disfrutar al público (poco entregado en el caso de Barcelona), dejándoles boquiabiertos, con sus solos de guitarra y su actitud. Y todo ello adornado con sus suaves voces, casi celestiales, que ante tal estruendo sonoro casi ni se perciben. Una lástima.

Así, las de Brooklyn, fueron desgranando las canciones que componen su Share the Joy, su nuevo y flamante disco que contiene diez temas que en este caso se acercan más al pop que al punk al que nos tenían acostumbrados. Pero no así pierden su esencia, para nada, también hay momentos punk en los que lucirse sobre el escenario que creo, es la impresión que dan, es donde se lo pasan mejor. Jugado, o igual ya no es tanto un juego, a ser estrellas del rock. Y un disco este más elaborado, limpio y con pretensiones setenteras. Con notas de punk-pop de base surfera, garaje, sin olvidarse de su base original lo-fi que las hace tan características.

Así, guitarreras y eléctricas aterrizaron en una Barcelona que, remarcamos, fue bastante fría en su recibimiento y que se dejó llevar lo justo, más bien poco, por sus melodías. Pese a los intentos frustrados de la bella ‘Kickball Katy’ Goodman por levantar los ánimos con su dulce e inocente voz.

Veni vidi vici que decían los romanos, pero igual lo de vencer es algo que cuesta sobre el escenario a veces y por la fama que nos acompaña, parece que los de Barcelona somos un hueso duro de roer. El público es severo y cuesta reanimarle y en eso ellas deben esmerarse un poco más la próxima vez. Por lo demás, un concierto en el que demostraron que desde 2008 Vivian Girls han evolucionado, aprendido y madurado a pasos agigantados y que pone de manifiesto que su Share the Joy hará las delicias de todos sus fans. Muchos se han atrevido ya a vaticinar que de sus tres trabajos éste es el mejor y ellas al parecer son conscientes y ello y lo presentan como madres orgullosas de su hijo. Un hijo que sobre el escenario debe rodar todavía un poco más, pero que lo tiene todo para hacer gozar al respetable: melodías valientes y alocadas, estribillos pegadizos y ruido que es energía en estado puro y que te carga de electricidad.

Si queréis degustar vosotros mismos su sabor dulce pero picante y contemplar su actitud candorosa y naif a la par que desobediente y rebelde y verlas desmelenarse sin perder la sonrisa de niñas buenas, todavía estáis a tiempo. Tenéis ocasión de hacerlo hoy en Toledo, mañana en Palma de Mallorca y el sábado en Vigo donde nos ofrecerán el adiós más dulce en la Fábrica de Chocolate, a la espera de tenerlas en algún que otro festival este verano. No sería extraño, apuntan maneras desde luego.

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