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La Plaça Odissea (Sábado): «Odissea Máxima»

PEGASVS

Fecha: 12 Mayo 2012


Lugar:
 Plaça Odissea (Barcelona)

 

Tercera jornada de música en la Plaça de la Odissea de Maremagnum. Tampoco podíamos perdérnoslo. Además, el plato fuerte suele dejarse para el final y un nombre ‘máximo’, enorme, de los que lucen, despuntaba en el cartel. Teníamos curiosidad por ver cómo volvían a Barcelona los de Newcastle (Inglaterra). Aunque de Maximo Park os hablaremos más adelante.

 

La tarde se aventuraba gris. El cielo se cubría de nubes amenazantes cerca del mar, del puerto. Enclave genial para ver un concierto. Bien, unos cuantos…
Y a pesar de la desapacible tarde, y de las gotas de lluvia que se apuntaron a la fiesta en numerosos momentos, fueron muchos los que poco a poco fueron congregándose en la plaza.

 

Los encargados de romper el hielo y el silencio de la tarde con sus ritmos sintéticos y maquinales fueron ni más ni menos que Pegasvs. Quizá para nuestro gusto llegaron demasiado pronto, pues hubiéramos preferido verles avanzada la noche, ya que sus temas son de los que apetece bailar desenfrenadamente en un fin de fiesta, ‘al final de la noche’. A pesar de todo, no por la temprana hora dejamos de bailar con temas como Brillar, Atlántico, Sobre las olas, Hasta el horizonte o la genial Melodía del afilador. Nunca un sonido tan peculiar y tradicional como el del afilador había sonado tan bien. Impensable que diera pie a un ‘temazo’.

 

Y así, canción tras canción, beat tras beat, agotaron todos los temas de su resplandeciente disco homónimo. Sergio, Luciana y sus aparejos nos dijeron adiós demasiado pronto y sin mucho adorno por su parte. No sin antes hacer sonar su HIT que bien podría haber cambiado su letra por eso de las horas. El final de la noche sonaba mientras el sol se escondía entre los barcos que engalanaban el horizonte barcelonés. Era el inicio de la noche, más que el final o el final sí, pero el de una tarde que no había hecho más que empezar. Y lo había hecho con un viaje retro-pop de lo más placentero. Un viaje que terminó, pero que dejó el pop flotando en el ambiente para que Klaus & Kinski tomaran el relevo. Los de Murcia no defraudaron. Banda al completo, hicieron bailar al más pintado y cantar, mucho. En Barcelona se les quiere, ‘la duda ofende’. Y Marina estuvo espectacular, para aquellos que hablan, opinan, de su voz en redes sociales y demás. Ningún pero, ninguna objeción tenemos en Crazyminds del concierto del sábado en Barcelona, pues nos lo hicieron pasar de lujo.

 

Violines, guitarras eléctricas, teclados, ukeleles, y sonidos electrónicos se mezclaron y arroparon la voz afinada, sí y dulce, muy dulce de Marina para hacer las delicias de los allí presentes que se emocionaron con los temas de su sobresaliente Herreros y Fatigas. El publico enloqueció con lo que ya es un HIT, ese Ojo por diente y ese Soneto que nos gusta tanto, de letra casi imposible. No faltó un clásico, Mamá, no quiero ir al colegio. Y no se podían despedir con tema mejor que su tremendo Nunca estás a la altura. Y ellos, Marina, Alejandro y su banda, sí estuvieron a la altura. Y se marcharon dejándonos un muy buen sabor de boca.

 

Tras las agradables melodías de Klaus & Kinski, y desde Cleveland (Ohio), descargaron artillería pesada Cloud Nothings. Tralla de la dura, casi ensordecedora, envolvió la Plaça de la Odissea bien entrada la noche y ante un público numeroso. Rock vibrante y poderoso como el que contienen Wasted Days o el Stay Useless de su último disco Attack On Memory. Temas casi ensordecedores y potentísimos que dejaron el listón muy, muy alto para los veteranos que les seguían y que llegaban como el fin de fiesta. Canciones que además, consolidan a Cloud Nothings como una banda a tener muy en cuenta.

 

El postre, la guinda del pastel, la ponían Maximo Park, que se hicieron esperar más que el resto de bandas. Paul Smith, alma máter del grupo, y los suyos salieron al escenario y prometieron más de lo que en realidad vimos y escuchamos, o por lo menos esa fue nuestra percepción. Las expectativas eran altas y el listón que habían dejado los ‘jovenzuelos’ Cloud Nothings igual suponían un hándicap demasiado difícil de superar. Así que ‘máximo’ entusiasmo, pero ‘mínimo’ lo que pudimos presenciar a pesar de las ganas y el esfuerzo que siempre le pone Smith en el escenario, bombín incluido. Incluso se animó a hablar catalán.

 

Pero ni los esfuerzos, ni clásicos como Girls Who Play Guitar hicieron despegar los pies del suelo, saltar como prometía y como merece un tema así. Una pena. Maximo Park presentaron temas nuevos también, pero no consiguieron conectar con el público, que se mantuvo bastante frio durante la mayor parte de su actuación.

 

En definitiva, un fin de fiesta un tanto descafeinado para un festival, el de la Plaça de la Odissea, que se consolida año tras año y que agradecemos que nos acerque de manera gratuita grandes propuestas que nos permitan comprobar que, a veces, el pez pequeño es capaz de comerse al más grande.

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