Con un gran telón con la portada del disco guardando las espaldas a Nash y a su banda y con los acordes de Woman At The Well, la actuación echó a rodar. Lo primero que llamó la atención fue la exquisitez del sonido, su pulcritud. La banda sonó engrasada, muy bien acoplada, rebosante de matices, extremadamente fiel a lo que se escucha en el álbum. Lo siguiente en adivinarse fue el protagonismo que esta nueva obra desempeñaría en la velada. Durante la primera mitad de la actuación, incluso algo más, el monopolio de Rain Plans fue absoluto. La ejecución fue impecable, con lo que las virtudes e inconvenientes transmitidos desde el escenario no distaban demasiado a los que pueden imputarse al disco. Esto es, mucha calidad, sobrada elegancia, pero cierta monotonía, algo de languidez. También una influencia de Neil Young más explícita de lo deseable. Afortunadamente, la capacidad de una buena canción para sobreponerse a las adversidades es casi incontestable, y hubo tres que emergieron y sostuvieron la arriesgada propuesta: Just Like Water, Mansions y la homónima.
Pese a la linealidad, la creciente intensidad se fue percibiendo, y se confirmó con la recta final del concierto, destinada especialmente a reivindicar su anterior álbum, y que concentró los momentos más vitoreados por la audiencia. Ahí se captó el desparpajo de Nash, su visceralidad, su tendencia a ese country rock encarnizado tan característico de Steve Earle en temas soberbios como Drown o Fool’s Gold, y que ejecutó con la sangre y el tesón añorados durante los primeros minutos. Quizá el sonido no fuera tan inmaculado como en las composiciones de Rain Plans, curiosamente, pero sí más contagioso. Una que conectó con el aire atmósferico de la primera parte fue Goodbye Ghost, y donde Nash confirmó que es perfectamente capaz de alternar varios tonos y registros y salir airoso, sin necesidad de reducirse tanto. Con Baltimore, llena de nervio, Nash se despidió, dejando buenas vibraciones entre la audiencia, y a buen seguro que extrema curiosidad por descubrir hacia dónde dirige sus pasos en el próximo disco.