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Hemos vivido un episodio maníaco. Guadalupe Plata

Foto: Alexandre Casal.

9 de noviembre de 2013.
Sala Joy Eslava (Madrid).

Hemos vivido un episodio maníaco y hemos venido aquí a contarlo. Evaluaremos las causas, los diferentes aspectos, la idiosincrasia física y emocional de estos episodios. Era un sábado. Un sábado cualquiera, dentro de la Joy Eslava. Y no, no estaba Froilán ni se le esperaba. No es fácil de explicar. No es algo de lo que uno se enorgullezca. La gente lo suele esconder. Lo guarda en silencio y lo entierra en el tercer cajón de la mesilla de noche. Pero no creemos que eso sea bueno. Esto debe ver la luz. Nos sentará bien contarlo. Vayamos a los libros.

Criterios de un episodio maníaco: Entiéndase como un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana (o cualquier duración si es necesaria la hospitalización). 

Durante el período de alteración del estado de ánimo han persistido tres (o más) de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) y ha habido en un grado significativo: 

1. Autoestima exagerada o grandiosidad. Sin duda los sujetos Pedro de Dios, Paco Luis Martos y Carlo Jimena padecen de una grandiosidad exagerada para el común de los mortales. El consumo directo de Guadalupe Plata puede provocar estados de autoestima exagerada, agitación, neblina en los ojos y un extraño cosquilleo interior que empuja al sujeto a moverse, leáse bailoteo.

2. Disminución de la necesidad de dormir. Pudimos comprobar como los presentes agitaban sus cabezas, en un movimiento ascendente y descendente, repetitivo, sus cuerpos se agitaban, sus ojos se abrían hasta los límites exteriores de sus cuencas, sus pupilas se dilataban. Nadie quería irse.
3. Más hablador de lo habitual o verborreicoCitemos una de sus canciones: «Demasiado, demasiado, hablas  demasiado. En el día y en la noche hablas demasiado. Tu boca es grande, tu boca es grande, hablas demasiado» Guadalupe Plata – Demasiado

4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado Cuando D. Pedro de Dios clama al micrófono, emite quejidos que acompañados de la brillantez de las notas que saca de su guitarra quejumbrosa, de  los golpes de la batería y el barreño-bajo, la experiencia subjetiva o traslación del sujeto paciente o espectador es una continua fuga a lugares remotos


5.
 Distraibilidad (p. Ej., la atención se desvía demasiado fácil
 o irrelevantes) mente hacia estímulos externos banales. Ya no puedo más, no, no. Ya no puedo más, no, no. Ya no puedo más. He pasado la noche, baby, rezando por tus huesos. Maldita rata mal nacida, no te comprendo, vengo a escupir sobre tu tumba, zapatearé sobre tus huesos.

6. Aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios, o sexualmente) o agitación psicomotora.  Como señalamos en el punto primero, la música creado por Guadalupe Plata incita al movimiento, al baile primitivo, al goce y la exaltación de la danza y el bailar.  La Real Academia define la danza como «baile, acción de bailar y sus mudanzas». Y bailar por «hacer mudanzas con los pies, el cuerpo y los brazos en orden y a compás». El orden y el compás no son necesarios.

7. Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves (p. Ej., enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas)  Escúchese: Guadalupe Plata – Como una Serpiente

Los sucesos acaecieron sobre un fondo de oscuridad sobre el que se proyectaba una luz roja. De repente aparecieron un barreño atado a un mástil a la izquierda, una pequeña batería en el centro, y una guitarra quejumbrosa a la derecha. Lamentos. La guitarra tenía vida propia. Sus dedos se movían deprisa. Él golpeaba con maestría los bombos, que se agitaban. Sudaban sus frentes. Todos aplaudían. La gente gritaba en el público. Milanabonita, solicita una persona voz en grito. «El blues ya no es lo que era» decía el más cabal. Pedro De Dios no dejaba de tocar. Empataban canciones. La guitarra. Esa guitarra tiene vida propia. A él le gusta llevarla al amplificador y que se electrifique, que se acople y se distorsione. Los riffs son brutales, espeluznantes, admirables. Paco Luisconstruye unos hermosos instrumentos. Toda la sala está llena. Toda la Joy Eslava escucha el jodido blues pantanoso de Guadalupe Plata. Un blues infeccioso, maníaco, arrollador. La guitarra tiene vida propia. Es tóxica. Jimena no deja de golpear el bombo. No cesa. No para. Pedro de Dios golpea el suelo de madera con su pie izquierdo tres veces para comenzar la canción. La canción está ahí. Es un pretexto. Ellos navegan. Van y vienen por ella. La guitarra marca la canción, la melodía. Marca la atmósfera. Los riffs divagan, aceleran, se enmarañan e iluminan. Pedro De Dios se acerca al micrófono y canta. Es un quejío. Un quejío de corta duración, directo, natural. Vayamos al diccionario.»Quejío es la forma de expresión artística que tiene un cantaor para mostrar al público su sentido más profundo, que emerge con una fuerza desgarradora desde las entrañas del artista, en forma de grito, con fuerza pero capaz de sonar a dulce melodía».Sí esto es soul, soul pantanoso-maníaco y nos va a costar salir de aquí. Pero  El Blues Es Mi Amigo así que nada puede salir mal. La guitarra tiene vida propia.  Milana bonita, milana preciosa. No sabia que la amaba hasta ví que la enterraba. La gente canta Milana. El público respetable canta Milana. La gente canta blues en la intimidad.  Así que Jesús está llorando. Porque has sido mala. Mala Mala. Mala. Mala. Mala. La guitarra tiene vida propia y se adueña de tu piel, agarra tu espalda y sube hasta tu cuello. La gente aplaude. Ellos hacen una reverencia de agradecimiento. Ellos los tres. Son los Santos Inocentes. Son Delibes. Mario Camus y Alfredo Landa. Son David Lynch en un día bueno. Son Tarantino y Robert Rodríguez. Son Guadalupe Plata.

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