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Girl Band pone patas arriba el punk en Madrid

15 de Noviembre de 2016, Giradiscos nos trae a Madrid a la banda dublinesa Girl Band y a Faux.
Da gusto la sencillez y la soberbia actitud que tienen bandas como Girl Band. Da gusto que sin hacer mucho ruido (que en realidad hacen uno de la hostia) se estén colando irremediablemente en el panorama post punk contemporáneo. Da gusto ver a Dara Kiely, al borde de la demencia, en los límites de su voz, cambiando de registro sobre distorsiones y ritmos infernales que se acercan más a la electrónica progresiva que a nada realizable por una banda de rock al uso. También da dolor de cabeza, también le duelen a uno los pies de que se los pisoteen en el pogo, los brazos de empujar, la voz de gritar… Pero sobre todo da gusto ver a Girl Band. Un término contradictorio para describir la actuación de la banda dublinesa ayer en Madrid es el de «impecable». No como una baldosa después de pasarle una fregona por encima; impecable de irreprochable, de tener unos movimientos tan calculados y fríos que le da a uno reparo sumergirse en la performance, pero que cuando Kiely empieza a meter alaridos la verdad que se le pasa.

En los conciertos de Madrid siempre hay alguien de cháchara, es inevitable. Pero no deja de ser curioso estar encerrado en un manicomio con un tipo pegando gritos y haciendo aspavientos delante de ti y seguir tratando de charlar. Bravo por quien pueda. En las primeras filas de la Moby Dick sí que se vivió con más fidelidad la demencia que acaecía encima del escenario. Girl Band son una de esas bandas capaces de retransformar un género mostrando las vísceras del mismo. El cuarteto vuelve del revés al post punk y donde cierta estructura sería lógica, hacen que otra funcione de forma desconcertantemente acertada. Quedó claro con su maqueta France 98, con sus singles y con su álbum Holding Hands With Jamie (2015), que presentaron hace poco más de un año en nuestro país y que sigue sonando fresco como una patada en la cara.

Kiely (¡Oh! niño maldito del pop, irlandés borracho, hombre encantador) y compañía se marcaron un set bastante breve para su nueva visita a la capital. Abrieron con la clarificadora Paul, siguieron con su single De Bom Bom y nos echaron algún que otro brevísimo interludio de sus trabajos más añejos. También hicieron sonar In Plastic; una balada que no suele faltar en sus directos y que se podría bailar abrazado a alguien, o también escuchar mientras descuartizamos un cuerpo, según a uno le venga. La sanguinolenta intensidad de la banda duró los 45 minutos que nos abordaron con su enajenado sonido, que se consumó mientras nos acercábamos al final del set, dejando atrás otros cortes de su álbum como Pears For Lunch o Fucking Better.
No sabemos si lo bueno se hace esperar, o si hay que dejar lo mejor para acabar, pero las dos últimas canciones fueron Lawman y su maravillosa cover de Why They Hide Their Bodies Under My Garage de Blawan (que es un corte de techno). El caso es que esta pareja, el alfa y el omega de Girl Band sonaron seguidas, en el primer caso con una desatada violencia y estruendosidad, y en el segundo rematando a un público que, como siempre, se soltó un poco tarde. La cover de Blawan, que tiene una climatización idílica para una canción de punk-noise, no deja títere con cabeza, y en forma de mantra y griterío desbocado puso el broche de oro a una actuación corta pero impoluta (lo he vuelto a hacer).

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