La semana pasada nos encontramos con una de esas bandas que descubres sin dejarte indiferente. Su pop ruidoso nos hizo disfrutar de nuevo de la sala Taboó, en una noche de domingo en la que la climatología era realmente adversa. Pero es en estos ambientes donde gente como Gatomidi comienza a ser grande. Las bandas capaces de tomarse en serio un directo en tales circunstancias y brillar sobre los elementos adversos demuestran estar preparados para cualquier desafío.
Tuvimos la suerte de compartir con ellos una lluviosa tarde de domingo y nos dejaron claro el impetuoso impulso de las bandas emergentes, a pesar de llevar varios años en la música. Sus portadas, fruto de Jimena, bajista de la banda, son un simposio de buen gusto. La distorsión llega después, cuando una vez sobre el escenario de la Taboó desplegaron su estilo noise ante un estupefacto público con cuerpo de domingo. Últimamente se han moderado y han encontrado sonido más pop, que les sientan muy bien. El sonido potente de Gatomidi y la voz personal de Nolasco producen una sensación de querer descubrir más y afortunadamente tendremos más dosis de esta banda valenciana, residente en Madrid desde tiempos recientes. El 26 de noviembre les tendremos en la gran fiesta inauguración de Big Thing Music en esa nueva sala con ganas de caña llamada El Sótano.
En ese futuro evento podremos degustar algo más a esta banda de sonidos celestiales y alma corrompida por la distorsión. Un contraste sofisticado que acaricia tus oídos con un pop diferente, fresco y agresivo. Lástima que la fastidiosa organización de su concierto en la Taboó nos dejó únicamente media hora de espectáculo. Gatomidi era el telonero de una banda con sabor a vieja gloria como los argentinos El Otro Yo. Su exhibición de punk-rock latino puso en pie a sus compatriotas que reflejaban en sus rostros la nostalgia de 20 años de música. La formación argentina se encontraba de gira mundial y nos dejó pasmados con todo el equipo técnico y humano que se arrastró desde Argentina hasta el local de San Vicente Ferrer. Nosotros nos vamos con la agenda marcada para el día 26 de noviembre, esperando escuchar algo más de una banda con ganas de cautivarte.