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Franz Ferdinand y Lori Meyers conquistan el escenario del 101 Sun Festival en su primer día

Ganas, nervios, calor… La cita festivalera que llevábamos meses esperando en Málaga ya estaba aquí y las expectativas eran muchas ante una organización que viene de festivales como el DCode. Así que con todo preparado desde primera hora, con la cámara lista, los bolsillos llenos de cargadores y la mochila a la espalda, me planté en el acceso de prensa del 101 Sun Festival –el FIB malagueño lo llaman ya– dispuesta a recibir mi acreditación, que venía con chapita incluida, que están de moda otra vez. Las tres horas de trayecto en transporte público ya si eso os las cuento otro día, que cuando una llega al recinto se le olvida todo lo malo. Sobre todo cuando, nada más entrar, te tropiezas con Manuel Cabezalí (Havalina)… esto sólo puede ser una buena señal… En el cartel: Franz Ferdinand, Rinôçérose, Lori Meyers, Spector… y un césped tentador para descansar entre unos y otros.
101 LA
La caída de los británicos The Struts del cartel favoreció a Polock por el cambio de horario y pilló a Triángulo de Amor Bizarro con más ganas de fiesta. Pero el primer grupo que yo quería pillar con ganas era L.A. Los mallorquines se ganaron un lugar en mi corazoncito desde su primer disco y, al parecer, había más fieles por allí, bailando, tarareando Hands y disfrutando con su punteo como si no hubiese mañana. Y es que hace mucho que Luis Alberto y los suyos no pasaban por Málaga, “Pues en todo este tiempo hemos sacado un disco nuevo que se llama Dualize”, decían. Y sacaron la artillería con Rebel, nos pusimos tiernos con In the meadow, volvimos a echar la vista atrás con Perfect Combination y demostramos nuestra capacidad de afinar con Outsider.
Total que cuando llegaron Lori Meyers al gran escenario ya estábamos con las voces más que calentitas, aunque los granadinos nunca van faltos de coros entre los fans. La cuestión es que a estas alturas no hay festival que se precie si no están ellos en el cartel. Batería de temas festivaleros, “luces de neón” y humo que contaron con la colaboración especial de Anni B Sweet en El tiempo pasará. Noni, más que contento con el recibimiento, casi se acordó de nombrar cada pueblo malagueño y de brindar a la salud de todos, copa en mano, con Emborracharme, el himno festivo de la banda en los últimos tiempos, con permiso de Alta Fidelidad, que tradicionalmente cierra sus actuaciones.

Esta vez no iba a ser menos: “Que estemos aquí es culpa de la gente”. Y gracias les damos por haberse dejado caer, que aún no habíamos visto la puesta en escena de Impronta por estas tierras. Personalmente empiezo a echar de menos a los Lori Meyers de salas, habla la nostalgia de quien los ha visto crecer desde Viaje de estudios, cuando eran cuatro chicos con camiseta y chaqueta vaquera que empezaban a salir de Granada a dar conciertos. Me hago mayor…
Entre recuerdos nos pilló Spector, que rápidamente se subieron al segundo escenario con el hit Celestine y a éste le siguió poco después siguió Chevy Thunder. Aquí, como fotógrafa debo decir que por fin mejoraron las luces, hasta ahora un poco oscuras, y que las poses de su vocalista, Fred Macpherson, te ponen fácil lo de dar con una buena foto. Poses que desataban los gritos de las fans, sobre todo en ese momento Grease que tuvo, peine en mano. El cuarteto británico abrió el cartel internacional del 101 Sun Festival tras la caída de The Struts y podemos decir que estuvieron bastante a la altura.

Claro que la experiencia de Franz Ferdinand terminó de rematar la faena. Alex Kapranos y sus compañeros aparecieron uniformados con un estampado geométrico entre blanco, gris y negro y empezaron a tirar de un repertorio que no decepcionó en un ambiente como este. Aunque sus más acérrimos seguidores lo verían un poco flojo, no se puede negar que los clásicos de la banda triunfan. Uno de los primeros en sonar, después de abrir con Right Action, fue Do you want to. Muy bien suenan en directo los temas de su último trabajo, como Evil Eye o Love Ilumination, pero fue Take me out la canción que se ganó al público y puso al estadio en pie convirtiéndolo en un mar de bastones luminosos. A la altura estuvo esta vez el público que no se cansó de sacudir sus bastoncitos, acompañando con ellos a unos Franz Ferdinand incombustibles hasta en los bises. Increíbles.

Mantener el tipo después de Franz Ferdinand no es nada fácil, pero Havalina son ya un grupo de culto y su público no falló, más que dispuesto a viajar a una Antártida que derritieron con su stoner hipnótico. De hecho, vimos caer algún sujetador que intentaba llegar a manos de Cabezalí. A esta que escribe se la ganaron cuando se remontaron a Incursiones y llegó el éxtasis sobre el césped del estadio. Un éxtasis que se encargaron de mantener los franceses Rinôçérose, encargados de poner el punto bailable a la primera jornada del 101 Sun Festival, pero no me pidáis que os tararé un tema de su setlist porque ya no me quedaba voz. ¿Cómo se llega a Crystal Fighters sin poder cantar Love natural por afonía? Os lo cuento en la crónica del segundo día.

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