El sábado 9 de junio disfrutamos de la fiesta presentación Canela Party, que se celebrará del 2 al 4 de Agosto en Málaga. El evento fue una inyección de energía imparable en la sala Wurlitzer de Madrid. Los encargados de poner la música en esta noche festiva fueron La Trinidad, Los Manises y The Unfinished Sympathy. Un evento en el que disfrutaron desde los organizadores a los grupos y, por supuesto, los fans.
Comenzaron los malagueños La Trinidad con su garage punk acelerado. Tocaron temas de su primer EP, El Peligro, estrenado hace apenas una semana. Ya desde el principio se palpaba el ambiente festivo con las primeras lluvias de confeti. Dejaron muestras de sus intenciones desde el primer tema hasta el final con un concierto que discurrió a toda velocidad. Con su batería tocando de forma desenfrenada, no dieron un respiro al público con temas llenos de potencia, escuchamos entre otros Agujas o Fusta durante cerca de media hora.
Luego sería el turno de los inclasificables Los Manises desde Elche. Este dúo con tintes experimentales es un espectáculo. Toneladas de buen humor, gritos tribales que no cesan y un dominio abrumador de sus instrumentos. Mención especial aquí a Víctor Clemente, que conseguía unos tonos en su bajo espectaculares. Potencia, definición y unas melodías llenas de ingenio. Chapó a la propuesta de los ilicitanos, que interpretaron durante media hora canciones como Zapatos para todos y Flow Fideguay. Y por supuesto seguía lloviendo confeti en el escenario de Wurlitzer en la fiesta presentación del Canela Party.
The Unfinished Sympathy en Canela Party
Y para terminar la noche disfrutamos de The Unfinished Sympathy, la incombustible banda de Eric Fuentes, Oriol Casanovas y Joan Colomo a la que se ha unido Pau Albà a la batería. Después de la separación del grupo hace ya unos años y con la trayectoria en solitario de Eric Fuentes más que acreditada, hace apenas un año se juntaron de nuevo para dar forma a It’s a Crush! y seguir tocando en escenarios emblemáticos. Con tres de los miembros originales en la formación, la banda sigue al nivel de siempre y esa es la mejor noticia.
Guitarras afiladas marca de la casa y la hipnótica voz de Eric Fuentes, los ingredientes perfectos para que el concierto fuera una sucesión de éxitos. Comenzaron con Night Shift y Goodbye/ Hello de su último trabajo, para de inmediato adentrarse en los clásicos de su discografía. Sonaron Homedrunk, Give up Dig down o This living kills entre otros, tan potentes como lo hubieran hecho hace casi una década.
Los fans que conocen al grupo desde sus inicios disfrutaron infinito de estos regalos en forma de canción. Por ello el público lo agradeció coreando cada uno de los estribillos y alzando las manos eufóricos. Hay que entender que para algunos su vuelta es poco menos que un milagro, después de lo que sufrieron con su separación. Muchos pensaron que ya nunca podrían escuchar esas canciones, por ello en la sala se respiraba esa sensación de estar viviendo algo muy esperado. Después del momento nostálgico, con el cantante catalán agradeciendo la presencia del público y anticipando que volverían pronto, el concierto continuó rememorando clásicos como Rock for Food o You’ve Got a Long Run intercaladas con temas del último disco. Sentimental Shock, The Welfare State y A Joyful Dirge fueron los elegidos para ir encaminándonos al final.
Los clásicos sonaron frescos, con pequeñas modificaciones y arreglos nuevos. Las novedades sonaron potentes, al mismo nivel que los cortes de trabajos previos y esa es la mejor noticia. Temas que suenan a actualidad pero con un ligero regusto a sus mejores trabajos.La noche era una fiesta, no lo olvidemos, por lo que el final tenía que ser apoteósico. Para ello eligieron Loveshake, Avida Dollars y Spin in the Rye , con Joan Colomo y el resto de la banda rapeando de forma tímida y con una sonrisa en la boca.
Así se cerró una noche de llena de confeti y diversión, pero que nadie se le olvide que nos vemos en el Canela Party en Agosto. Si aún no tienes tu entrada, puedes comprarla aquí.