InicioConciertos - ArchivoEs tan bonito como emocionante asistir a un concierto de Iván Ferreiro…

Es tan bonito como emocionante asistir a un concierto de Iván Ferreiro…

IVÁN FERREIRO

FECHA: 8 abril de 2011

LUGAR: Sala Bikini (Barcelona)

Hacía mucho tiempo que Barcelona tenía ganas de recibir a Iván Ferreiro. Y cuando apareció su nombre en el cartel del Festival de Guitarra de Barcelona todos marcamos en el calendario ese día como cita ineludible. Hacía meses que sus incondicionales se preparaban para el evento. Tenían ganas de escuchar su voz en directo y claro, de emocionarse, es una fórmula exacta. Y llegó el día, la noche del 6 de abril, una noche de verano anticipada, y por las calles anexas a la sala Bikini, donde se ‘celebraría’ el concierto, ya se podían apreciar tales ganas a simple vista. Celebración, esa era la palabra justa y esa, también, la actitud de la mayoría de los asistentes. Muchos llegaron ya canturreando temas de Los Piratas (es inevitable) y de Ferreiro. Canciones que iban a sonar esa noche. Y también se intuían las ganas de recibirle viendo, simplemente al entrar a la sala, la multitud que se agolpaba en una Bikini que se hizo más pequeña de lo que es habitual antes de que Ferreiro y su banda aparecieran sobre el escenario.

Calor, mucho calor, es lo que hacía en una sala abarrotada que se olvidó de él cuando apareció el gran Iván Ferreiro y su ‘equipo’ a escena. Una alineación estelar, la titular esa noche, donde destacaba su hermano Amaro, aclamado y vitoreado efusivamente durante todo el concierto, pues tiene su propia legión de fans y (¡oh sorpresa al fichaje de lujo de la velada!) el gran Ricky Falkner, productor adorado con el que todos quieren trabajar, genio en mayúsculas y que durante prácticamente las dos horas que duró el espectáculo, acompañó, a la guitarra, a Iván Ferreiro en su cita en Barcelona. Cita a la que tampoco faltaron amigos y artistas invitados como el ‘lesbiano’ guitarrista de Love of Lesbian y Suso Sáiz, que acompañó a Ferreiro durante una segunda parte y colofón final espectacular.

Y cuando se reúnen genios sobre un escenario y se les ve disfrutar con lo que hacen, y notas que se sienten tan a gusto, la ecuación es matemática pura y por tanto garantía de éxito y contagio. Y así ocurrió.

Ferreiro y los suyos aparecieron ante su público de manera poco convencional, con la banda sonora de Expediente X sonando y envolviéndolo todo, por aquello de su Picnic extraterrestre supongo y también, ésta es mi teoría personal, porque este hombre es tan sobresaliente que parece imposible que sea terrícola. Al piano o ante el micro, haciendo gestos que son 100% Iván Ferreiro, los allí presentes fuimos abducidos de este planeta durante un par de horas y viajamos a otro, al suyo propio, en el que nos olvidamos de nuestras vidas anodinas para emocionarnos con sus canciones. Temas, en su mayoría, que en una primera parte del show pertenecían a sus últimos discos. Y canciones las de la segunda parte, donde se desató la euforia, y que se incluyen en buena medida en su Canciones para el tiempo y la distancia, como El viaje de Chihiro, Turnedo, SPNB (Son Preciosos Nuestros Besos) y precioso lo es también este tema que fue un mano a mano entre hermanos Ferreiro. Pero también sonó un Días azules bellísimo y se recuperaron temas de Los Piratas. Al piano, Ivan Ferreiro y a los coros, todos los presentes en una sala Bikini llena hasta la bandera. Todos, sin excepción, coreamos eufóricos y emocionados Años 80. Y sí, también sonó El equilibrio es imposible. Como imposible fue no emocionarse con los temas que llenaron esas casi dos horas que se hicieron cortas y que provocaron que el público, conmocionado, pidiera y pidiera más. Y así hubiéramos estado hasta altas horas. Gozando de un Iván Ferreiro en plena forma artística, ocurrente, ingenioso, divertido y espontáneo con el público.

Que Iván Ferreiro es un grande no es noticia, es un hecho confirmable después de asistir a cualquiera de sus conciertos. Los que acudimos a verle el viernes en Barcelona lo sabíamos e intuíamos, también, que íbamos a ver a un genio de la música en este país y que nos iba a regalar una gran noche. Y así, encantados, y ‘en-CANTANDO’ salimos de Bikini adorándole más que al entrar, si cabe, y canturreando hasta la saciedad los temas que habían sonado esa noche, que no queríamos que hubiera terminado nunca, por las calles de una Diagonal de Barcelona que nos miraba atónita. Y es que Iván Ferreiro es tal y como dice una de sus canciones. Es ‘espectáculo’ y creo, ‘que ni siquiera él lo llega a notar’.

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