Muchas veces hay que mirar nuestros mundos desde otra perspectiva, y eso fue exactamente lo que hizo Black Yaya. Aunque todo iba bien en su formación Herman Dune, banda de origen francés y cuya trayectoria da vértigo, David Ivar tuvo la necesidad de desprenderse de su etiqueta y reinventarse, y sin duda, la conversión ha sido maravillosa.
Esto no quiere decir que Herman Dune haya finalizado, no. Es un proyecto paralelo que le permite crear en otras texturas como las que nos regalan los versos de su álbum homónimo Black Yaya, donde juguetea con muchos instrumentos, sonidos más minimalistas y arroja mucha luz. Suena a alt country, suena a la soñada Norteamérica, suena racial. Es una mezcla deliciosa que sabe a muchas cosas bonitas y hacen que este trabajo se haga imprescindible para entender que otro tipo de cantautor es posible, una figura atípica.
La noche del jueves tuvimos la suerte de poder disfrutar en directo de este trabajo en Madrid, y aunque las expectativas eran altas, quedaron superadas en el primer minuto ya que nos quedamos embadurnados de una singular belleza desde los primeros acordes. Canciones como como el primer corte del disco Flying a Rocket supieron demostrarnos que aún hay esperanza en ciertos formatos musicales y personajes atípicos habitando en ellos. Black Yaya es uno de esos genios perdidos que ha decidido reencontrarse y, por fortuna, nos lo agradece en forma de canciones.
No te lo pierdas. Ya puedes ver su video para el single Glad Tidings aquí:
