El pasado jueves 12 de mayo se dieron cita en la Sala Rock Kitchen tres grupos en escala. Un concierto respaldado por Radio3 (Rne) y el Festival Internacional de Benicasim (FIB).
Jane Joyd se erigía como ganadora del concurso de maquetas organizado por el FIB, Proyecto Demo 2011, destacando sobre los madrileños Cosmen Adelaida y los zamoranos Little Boca. Demostrando por primera vez, desde que supimos el resultado, a qué sabe Galicia desde su voz.
Desde luego, el galardón está a la altura de lo que vimos en el escenario de la sala madrileña. Una voz dulce, acompañada de un conjunto instrumental que hace alarde de saber. Folk del bueno, contrabajo incluido.
Dejando a un lado las comparaciones (Cat Power, Norah Jones) cercanas pero no concluyentes, como de costumbre, el proyecto de la coruñesa Elba Fernández toma forma y desde luego cuenta con una oportunidad privilegiada a la que supo dar sentido en vivo con canciones como Last Days, My Loneliness o Try, Try, Try.
Su actuación dio paso a los sintetizadores, las guitarras y las plumas de Souvenir. Lejos de entender el “espectáculo circense” que les acompañaba nos hicimos eco de su experiencia y sus melodías surf-rock-tecno-pop-country… una mezcla explosiva para el dúo de Pamplona que tocó en casi tres idiomas con predominancia del francés. Patricia de la Fuente y Jaime Cristóbal son parte de la impronta de este sonido tan característico que calentó algunos sectores de público. Ella nos pedía que bailásemos, él rasgaba el sonido antes de que recuperasemos la onda entre tema y tema. Y así se sucedieron: Allô Allô, Ta Machine, Aime-moi, Funnel of Love y Taboo, entre otros. Un directo con pegas, pero enérgico. Sorprende a veces que grupos con una trayectoria tan amplia no consigan terminar de satisfacer a un público predispuesto a escucharles.
Entonces, Dorian. Dorian, Dorian. Maduros, sónicos, emotivos, nuevos. Además de darle una alegría a cuatro asistentes regalándoles abonos para el FIB, que para algo organizaban, el recital fue digno de mención.
Y hubo feedback señores, el público estaba casi tan contento como Belly al piano, anécdota que, por fácil que parezca, no ocurre muy a menudo. Vibraron los Veleros, los Estudios de Mercado, la Mañana Herida, los Paraísos Artificiales y todo para Verte Amanecer en Cualquier Otra Parte.
Dorian es de esos grupos que funciona mucho mejor en directo. Diría más, uno de esos grupos que crecen sobre las tablas, que uno no termina de conocer hasta que acude a una cita en persona.
Ellos, pueden presumir de cargar con la canción más emocionante de la noche rezando: “Nunca te dije cuánto te echamos de menos, nunca te dije cuánto, lo siento en el alma”.