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Disfrutamos de la noche del mes gracias a ESTÁ PASANDO.

Foto: Laura Pérez Calle.

 

ESTÁ PASANDO

FIESTA: PAN TOTAL + MAJESTAD + EL ÚLTIMO VECINO

 

El radioshow que guían los carismáticos Borja Prieto y Pepo Márquez, organizaba, como novedad – casi apertura de temporada – un concierto y fiesta el pasado sábado. El punto de encuentro era Charada. Con esas luces rojas y los baños de puticlub que caracterizan a la sala.

A pesar de la lluvia y el trato desagradable que casi pone nombre al gremio de seguridad, por alguna extrema razón, la sala se tornaba como un lugar cómodo y acogedor. A pesar, también, de las cortinas de ¿terciopelo? rojo que uno se ve obligado a acariciar mientras observa el ropero vacio de camino al escenario. O la barra.

Quienes nos agolpábamos en la puerta, con el apego que genera la antipatía de los encargados de dar la bienvenida, nos perdimos a Pan Total. Pero nos consta que lo hicieron tan bien, o mejor, de lo que se escucha en Románticos No (2012).

Lo siguiente fue que estos señores tan fornidos y tan majos nos dejaron pasar, gritos mediante, como a las vacas cuando van al matadero. Vacas mojadas en todo caso. Una vez dentro, tuvimos tiempo para atravesar los grupos de gente hasta dar con un hueco algo más amplio en el margen izquierdo del escenario. Majestad era una de las novedades de la noche. La recién nacida formación de Pepo Márquez (The Secret Society, Buena Esperanza, Nine Stories) – que viene silbando por ser la banda sonora del programa de televisión Torres y Reyes – subía, por primera vez a un escenario, desde que obtuviesen la residencia Red Bull en el Matadero. Las pruebas del aprovechado espacio y el tiempo empleado en anticipar un trabajo, fueron las canciones que acompañaron a la banda el sábado. Trocitos de oscuridad electrónica, con brochazos, señores brochazos, de post rock inicial. Del post rock emísimo sobre el que le gusta balancearse a Pepo. Buena prueba de ello siguen siendo las letras de las canciones. Con ese dolor cotidiano que se nos impregna a todos siempre que algo sale mal. Aunque, y espero que sirva de precedente, una de las cosas más sorprendentes y bonitas de la noche – al menos para mí – es que Pepo sonreía. Le conozco desde hace unos años y hacía mucho que no se colgaba de la guitarra o el micro sonriente. O que no cantaba con la cabeza erguida mirando al público. Más seguro y menos miedo. Puede que todo lo oscuro que hay en el contenido y las proyecciones en directo de las nuevas pistas sean sólo la manera de canalizar todas esas cosas positivas y nuevas que a veces ocurren sin esperar.

El Último Vecino consiguieron que la sala se apretase en dos bloques, muy ceñidos. Igual de comprimidos que las píldoras empaquetadas para la gripe. ¿Empujones y margen de movimiento -100? Sí. Pero son maravillosos.

Incluso con las miradas de fuego que no parábamos de cruzar entre nosotros – los normales – cada vez que alguien intentaba hacerse hueco en el espacio de un alfiler vertical, fue tan genial canturrear el disco entero con los bailes de Gerard sobre el escenario. ‘Es mitad Morrissey, mitad IanCurtis’, dijo Lorena con ese acento vasco arraigado que tanto adoro. Y VERDAD. Todo fue así. El álbum homónimo sonó entero, y porque no había más canciones.

Un Sueño Terrible, Que Más Da, Antes Siempre Esperaba, Tú No Estás Asustado. Qué bien. Con los agradecimientos del cabeza de familia entre canción y canción por el lleno inesperado en esta segunda aparición oficial en Madrid y las risas encubiertas del portador del bigote al teclado se despedían. Aplausos y furor mediante.

La noche continuaba en la antigua Ofrenda, ¿quién no ha escuchado a ese tipo argentino insistir con el papel en la mano diciendo ‘Rock hasta las 6’? Ahora ese pasillito se hace llamar Wharf. Y en Wharf todo se convirtió en el esperado show.

Los chicos de Vanishing Point pinchaban, hasta que – como héroes que son – decidieron que convertirse en la expresión viva del término ‘ir torcido’ era más importante. Sea como sea no faltó música (Mucho Harte / Manel Mourning), ni charlas en la puerta, ni ligues, acuerdos unilaterales de matrimonio, cables, tropiezos, rotos, discusiones de patio de colegio y groupies. Madrid es maravilloso.

El evento de la semana no fue la fiesta de Rizoma con David Lynch. Está Pasando nos regalaron una de las noches más divertidas del mes.

Sin duda.

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