Fotografía: Íñigo de Amescua / Día de la Música
Tenemos que confesarlo. No llegamos precisamente puntuales al comienzo del Día de la Música. Ya fuese por el calor, ya fuese por imprevistos de última hora, no conseguimos llegar al concierto de Deptford Goth, por lo que nuestra crónica arranca con Los Punsetes en el Escenario Radio3.
Lo primero que me llamó la atención de su actuación fue lo compactos que sonaron, totalmente como una banda consolidada y asentada, conscientes de que poco a poco han ido acumulando hits que pueden dar como resultado conciertos memorables. No sé si este fue uno de ellos, algo le faltó para terminar de arrancar, con una Ari manteniendo su postura habitual mientras desgranaba canción tras canción, pero lo que sí sé es que medio Matadero coreó a pulmón abierto el ya famoso «¡Que le den por culo a tus amigos!«.
Poco después, nos acercamos a ver qué nos ofrecía la propuesta del neoyorquino Autre Ne Veut, pero os tengo que reconocer que no me convenció especialmente. No sé si fue el sonido, el volumen en momentos excesivamente alto, o simplemente falta de conexión con su música, pero el concierto me dejó frío como un témpano.
Sin embargo, muy pronto Hola a Todo El Mundo logró animarnos de nuevo. Los madrileños son otro ejemplo de banda que crece y crece y cuya calidad parece no tener límites. Para ejemplo, su redondo último disco, Ultraviolet Catastrophe. Y la noche del viernes en el Día de la Música fue perfecta para disfrutar de ese sorprendente giro hacia los sintetizadores que ha dado como resultado melodías preciosistas y contundentes que suenan impresionantes en directo. HATEM ya han demostrado que pueden con el folk, con los sintes, y ahora incluso se atreven a coquetear con el hip hop en la interpretación que hicieron de Oh Lord Tell Them Wind Blows Far From Me. De lo más destacable de todo el festival.
Después, turno para una de las bandas más esperadas del fin de semana, y quizá la que más gente congregó, los incansables Lori Meyers. Como ya comentamos en nuestra retransmisión en directo, estamos ante un grupo que, en muchas ocasiones, polariza opiniones completamente, pero eso sí, no se puede negar la evidencia de que, cuando empiezan a enlazar hits como Luces de Neón, Mi Realidad, o Alta Fidelidad, consiguen que cualquier sala o festival se ponga a bailar. Ya son muchas canciones y muchos años como para ofrecer un setlist sin fisuras, y eso fue lo que nos pudimos encontrar. Nada que objetar. Objetivo de diversión, absolutamente conseguido y garantizado.
Y, finalmente, llegó el broche de oro a la noche con el conciertazo, sí, conciertazo de The Horrors, otro ejemplo de cómo puedes dejar atrás el hype, reinventarte completamente y alcanzar al respeto unánime a tu música. Porque, señores, vaya dos discos que son Primary Colours y Skying. He de reconocer que no me gustó el sonido de sus dos primeros temas, pero después esos pequeños desajustes desaparecieron para dar lugar a una banda dispuesta a dar rienda suelta a su inagotable talento sobre un escenario. Y es que con canciones como Endless Blue, I Can See Through You o Sea Within a Sea es imposible fallar. Para mi, lo mejor del fin de semana sin duda.