Fecha: 20 de abril de 2012
Lugar: Sala El Loco (Valencia)
Pocas veces hemos visto la sala valenciana El Loco tan llena. Se había colgado el cartel de sold out unos días antes y, ya dentro, un tío no paraba de decir lo que todos pensábamos: “Qué calor hace aquí”. Johnston se hacía de rogar, acrecentando así la leyenda a cada minuto de espera. La frase más repetida en la sala era: “Esto va a ser mítico”.
De repente, la gente empieza a empujar, un hombre vestido con un chubasquero gris está intentando subir al escenario y, cuando lo consigue, se escabulle rápidamente dentro del camerino. Se fuma un cigarrillo rápido y luego sale al escenario acompañado de una pequeña guitarra. El público explota en aplausos y gritos de amor hacia Daniel Johnston y él, con sus pantalones grises de chándal y la barriga asomando tímidamente por debajo de la camiseta que promociona su cómic, nos mira como preguntándose quiénes somos nosotros y qué hacemos ahí.
Daniel Johnston ha llegado a España envuelto en el mito de su persona y seguido por hordas de fans que proclaman su genialidad y lloran mientras cantan True Love Will Find You In The End. Hace unos meses salió el recopilatorio-homenaje Coloreando a Daniel Johnston, y justo después se anunciaba que el genio visitaría España en Abril. Los indies más jóvenes del lugar ni siquiera habían oído hablar de la figura que ha sido clave en la cultura pop en la que ahora viven, ni siquiera intuían que la música de David Bowie, Sonic Youth, Kurt Cobain, Tom Waits, Wilco o Eddie Vedder estaba marcada por el sello Johnston. Durante estos meses se ha explicado en webs, blogs y revistas físicas la historia de Daniel Johnston, así que, si hasta el propio Kurt Cobain vestía la camiseta de Hi how are you?, habría que ir a ver a ese cincuentañero canoso y esquizofrénico. Al genio.
Cuando sale al escenario y cesan los aplausos, empieza a rasgar las cuerdas de su pequeña guitarra, mirando la letra escrita en el cuaderno blanco marcado por una pegatina donde pone su nombre al revés. Cada cuerda de cada acorde que hace sonar le cuesta un esfuerzo indecible, las manos le tiemblan y mira fijamente la carpeta, frunciendo el ceño, como intentando controlarlas. Cuando sale el resto de la banda a arroparlo con bajo, guitarra y batería, Daniel parece animarse. En un momento de lucidez, mientras los miembros de Betunizer se acomodan sus instrumentos, ese hombre obsesionado con Satán pregunta: “What country is this?” y los fans lo aclaman mientras él, desconcertado, empieza Sweetheart para seguir entonando “Love is a lie…”. Se hace el silencio cuando él canta y nadie deja de analizarlo con la mirada. En Casper, The Friendly Ghost, muchos se aventuran a tararear acompañando a Johnston, el cual recibe los gritos de “Daniel I love you” con total naturalidad. Canta Devil Town sin música que acompañe a esa voz desgarrada que parece que haya soportado tantos sentimientos. Se despide con un “Bye bye” y camina hacia su camerino con la carpeta blanca bajo el brazo. El público lo reclama ansiosamente, así que vuelve trayendo una Coca Cola Light con él. Y llega el momento de True Love Will Find You In The End, que consigue despertar hasta al menos fan que hay en la sala. Johnston se despide definitivamente, entre aplausos y declaraciones de amor, y nos deja con un sentimiento de ternura y pena, según lo cerca que hayas estado de él.
No podíamos acabar esta crónica sin destacar la actuación de El Faro, que tocaron como teloneros de Johnston, con todo el riesgo que eso conlleva. Tocar antes de Johnston quiere decir que a los diez minutos ya nadie se acordará de ti porque quedarás eclipsado por ese niño grande y canoso. El Faro superaron el reto ofreciéndonos un mini-concierto de media hora en el cual hicieron alarde de frescura y originalidad, personalidad y buenas canciones a partes iguales. Imaginaciones Nuestras y Torre de Prisa no faltaron en un setlist que nos presentó lo que está por venir en su primer disco. Además, tuvimos el placer de entrevistarlos unas horas antes del concierto y comprobamos que sigue llegando sangre fresca al mundo de la música y, en este caso, viene de las Islas Canarias. En el camerino, el mismo Daniel Johnston se quedó mirando a Carlos, voz y guitarra de El Faro y declaró “Nunca pensé que encontraría a alguien más grande que yo”.
Salimos a la puerta de la sala y vemos una manada de bolsas y camisetas de Hi how are you?, una chica ha cogido del escenario las botellas de agua de donde Johnston acaba de beber y se está haciendo una foto con ellas. De repente, sale una figura canosa por la puerta de la sala y cruza la calle en dirección a su coche, es Johnston. La gente se congrega en torno a él, le aplauden y le gritan cosas en un inglés con falso acento. Daniel se sube al coche, arranca y se va, seguido por algunos fans que corren intentando alcanzar el vehículo, sin éxito. Cuando ven que se han quedado atrás se giran, andan hacia nosotros y señalan con el pulgar el coche que se aleja, justificando “Era Daniel Johnston”.