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Concierto: Belako en el Hall del Teatro Euskalduna de Bilbao

Noche inolvidable para Belako en la presentación de su nuevo disco. Probablemente, si dentro de un tiempo se les pregunta a los chicos de Belako, cuál es el concierto más especial que recuerdan, estamos casi plenamente convencidos de que la respuestas será: El del Hall del Euskalduna.

Desconocemos si se colgó el cartel de sold out, pero a punto estuvo, pues fueron casi 2000 las personas que no quisieron perderse a Belako jugar en casa, en un concierto organizado de forma magistral por ellos mismos en cuanto a sonido, luces, escenario, merchandising, barras y food trucks, con precios más que asequibles y con un amplísimo espacio en primera fila reservado para personas de movilidad reducida.

El estreno era doble para los de Munguía; por un lado presentaban en directo su nuevo disco Render Me Numb, Trivial Violence (El Segell, Belako Records), publicado apenas 24 horas antesy por otro, estrenaban recinto, la sala Urban Hall, situada en uno de los bajos del Teatro Euskalduna, como nuevo espacio de conciertos, con capacidad para 2500 personas, aunque para el concierto de Belako el aforo establecido fue de 2000 personas.

A pesar de que la cita estaba programada para las 21:00h, debido a la larga cola, que rodeaban el Euskalduna, se tuvo que retrasar una hora para que todo el mundo pudiera acceder al recinto.

Los Teloneros: 

Llegadas las 22.00h de la noche, salía al escenario la banda Cecilia Payne, también de Mungía, confirmados para el cartel del Bilbao BBK Live, y quienes próximamente publicarán su primer trabajo.

La banda formada por Lucía (guitarra y voz), Barezi (guitarra y voz), Jone (bajo y coros) y Ander (batería), no supo centrar la atención del exaltado público que venía con ganas de entregarse al baile y a los ritmos frenéticos de Belako. Y es que el sonido a caballo entre el noise pop y el grunge noventero del cuarteto, nos dejó un tanto fríos.

Lo que más nos gustó fue la alternancia de voces de las tres chicas al frente, con Ander en un segundo plano. Voces que cantadas al unísono daban lugar a unas armonías vocales muy interesantes, logrando suavizar y contrastar el sonido en ocasiones espeso y oscuro de algunas canciones. También nos gustó la la parte final del set, donde por fin ganaron un poco de movimiento con su tema Fuck You, y destacaríamos el carisma natural de Jone al bajo.

 

Y llega Belako 

Pasados apenas tres minutos de las 23:00h de la noche, salían al escenario los grandes esperados de la noche, Belako. Entre el público, gente desde los 9-10, hasta los 70 años. Y es que aparte de los seguidores del grupo, amigos y familiares no quisieron perderse el debut de la banda en ese impresionante escenario.

La puesta en escena, está tan cuidada como el increíble sonido de la sala que imperó en toda la velada  A ambos lados del escenario, conjuntos de televisores de tubo, donde se  proyectan visuales en un trabajo muy cuidado y mimado, y de espaldas al escenario, a la altura de la batería de Lander y sin perderle de vista, un maniquí verde con peluca negra, simulando a la imagen que aparece en la portada del disco, y que en la fiesta posterior, haría las veces de DJ.

El bajo de Lore es el encargado de dar el pistoletazo de salida a una noche inolvidable, le sigue Lander a la batería y, por último, Josu y Cris con una camiseta muy reivindicativa. Two Faced Simulated, es el tema elegido para abrir el set list, que a pesar de no llevar ni 24 horas disponible, hace a la gente entrar en un estado de euforia que perdurará hasta el final. En las pantallas proyecciones de la lucha del astillero Euskalduna.

Este será uno de los pocos momentos en los que veremos a Cris a los mandos de los teclados, ya que como bien dijeron en la presentación del nuevo disco, quiere más protagonismo a la voz.

Pensábamos que los primeros minutos del concierto estarían destinados a el nuevo disco, pero para nuestra sorpresa, el segundo tema que suena es Off Your Shoes de Hamen, momento en que se desata la locura entre el público y ya se ven los primeros amagos de pogos.

El grupo está feliz. No dejan de sonreír desde el escenario y saludar a los muchos conocidos que ven en el público con gestos cómplices.

Something To Adore (Arinau) que significa «más rápido», es la elegida para continuar. Aquí ya vemos a Josu, dar sus característicos saltos, que ni un masai, mientras en las pantallas se proyectan imágenes de un nadador.

Tras dar las gracias y recordarnos que ya echaban de menos tocar en su tierra tras año y medio sin pisar Euskal Herria, sonó Maskenfreiheit, el tema que abre este nuevo disco. El público ha hecho los deberes y ya se conoce las canciones de este trabajo, puesto que no dejan de interactuar con la banda, la comunión es total, saltos, manos alzadas, gritos, bailes.

Y esto va a más con Hegodun Baleak, donde toma protagonismo Josu a la voz y a la guitarra. La euforia de la gente va in crescendo. La mayoría del respetable canta esta canción a pleno pulmón.

No abandonan Hamen y siguen con Nomad y Fire Alarm. Ésta última la acompañan con luces rojas que hacen entremos en la atmósfera de la canción y que el Urban Hall del Euskalduna estalle. Las luces, las imágenes en los televisores, la intensidad que transmite Belako. Estamos ante un grupo que se caracteriza por su humildad, pero es que están a la altura de cualquier banda de estadio internacional.

Lore aparca el bajo y pasa a los teclados durante la  balada Molly & Pete, de su debut Eurie, y seguirán dando al público temas que ya podríamos considerar clásicos en los directos de Belako  como lo son Mum y Track Sei, para el disfrute del respetable, que se desgañita literalmente.

 

Vuelta al último trabajo al son de Over The Edge con reivindicación contra la violencia de género. Para nuestro disfrute seguirán presentando nuevos temas. Nice Church, donde juegan con los samples y la voz de Cris muy parecida a como suena en el disco, preceden a Render Me Numb, y al temazo como lo denomina Josu, Lumbs.

 

 

Lejos de dar una tregua volvieron a hacer hervir al público con Zaldi Beltza donde la guitarra de Josu ardió, para a continuación anunciarnos que » Esto se acaba, una corta» y dejar el escenario tras la intensidad de Eat Me.

No se hicieron de rogar mucho para los bises, y a todos nos invadía a misma sensación agridulce, la de estar viviendo un auténtico conciertazo, donde no hemos parado de bailar ni de sorprendernos con la magnífica escenografía y calidad de la banda, pero por otra parte la de saber que esto está llegando a su fin. Y es que podríamos estar otra hora tranquilamente, porque se nos ha pasado en un suspiro.

Salen nuevamente al escenario, y otra vez toman importancia los visuales que acompañan al tema Stumble, donde aparecen imágenes que a pesar de ser de archivo, bien podrían ser de cualquier informativo de hoy, donde vemos refugiados, y niños de orfanatos.

 

El momento álgido llego a ritmo de Sea of Confusión que dedicaron a todos los de Mungía. Aquí no se quedó quieto ni el apuntador. Nuevamente pogos, saltos, sudor, euforia en las caras de al gente, y cuando parecía que iban a dar paso al siguiente tema, todo el mundo comenzó a corear el » Eh!, Na na na naaaa…» con lo que Josu y Lander decidieron seguir a la guitarra y a la batería, y finalmente las chicas se unieron,  alargándo así el tema en el que a Cris le costó contener la emoción. Casi 2000 personas coreando tus temas, entregándose al grupo y en tu casa, ¿es o no cómo para no emocionarse?.

Aún quedaban dos tema antes de abandonar el escenario; la impresionante y potente Haunted Hause, de su álbum Eurie, que nuevamente hizo venirse abajo el hall.

Como siempre, antes de la despedida no se olvidaron de dar las gracias a todos los artífices de esta gran puesta en escena, como Ane y Ainize, responsables del contenido visual, también a sus técnicos de luces y sonido, a los estudiantes de Bellas Artes  que se encargaron de grabar todo el espectáculo, y a los familiares y amigos que les ayudaron a hacer este concierto posible.

Llegó el final, con un tema en el que la intensidad bajó por completo, ayudando así a reponerse, sobre todo, a las personas del público que a esas alturas ya estaban bañados en sudor, y donde Lander tuvo un momentazo estelar a la batería.

Final con el cuarteto feliz, y agradecido. Se encienden las luces y vemos a un público tan feliz o más que los propios Belako, el entusiasmo, las sonrisas y el sudor reflejan lo que se ha vivido allí.

Como hemos dicho antes, nos parece un grupo que está a la altura de los más grandes, y la sensación que nos dio fue precisamente la de haber vivido un concierto muy especial de un grupo de esos que encabezan los grandes festivales tanto nacionales, como internacionales.

Ellos en sus redes sociales han puesto:«No tenemos palabras para lo del sábado. Pusimos toda nuestra energía y esfuerzo en hacer algo especial pero superó con creces las expectativas, aún nos estamos reponiendo».

Nosotros tampoco tenemos palabras para agradecerles a los de Mungía todo lo que nos hicieron sentir.

Mila Esker!

Fotos: Richard Curiel

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