InicioConciertos - ArchivoConcierto Pumuky. Sublimación narcótica. Sala Sol. Madrid

Concierto Pumuky. Sublimación narcótica. Sala Sol. Madrid

Día de Pumuky. Sala Sol. Hora adecuada. Ni antes ni después. Anotación: Sublimación del espíritu en letras y música.

Preparación: Cerveza lisérgica pre concierto. Copa. Copa. Situación ideal. Delante del escenario. La hipnosis narcótica de Pumuky hace el resto.

Concierto: No hay batería pero llega el sonido. El beat. El golpe que hace que tu cuerpo se mueva está presente. Como cuando se pierde un brazo y te pica (me imagino porque todavía poseo ambos). Como por osmosis u ósmosis, el sonido Pumuky te atraviesa por dentro y la jodida melancolía te eriza el vello, y bello se vuelve el aire que respiras. Tú. La voz de Jaír Ramírez te arrastra a un universo paralelo, un mundo narcotizado, en el que el tiempo pasa a otro ritmo. Quizás las islas tengan algo que ver. Pumuky, un estado emocional. Las letras, las letras lo explican todo. Lo explican todo. Todo aquello que muchas veces busca cómo decir. Las palabras adecuadas. Lo que sientes en ese momento. Todo ello está en las letras de Pumuky y en Justicia Poética.

La prensa musical siempre miente. No es verdad que no haya batería. Aclaración. La batería es electrónica, sintetizada. Adán Zeus golpea los pads en alguna que otra canción, combinándola con la guitarra.

Los teclados, la parte electrónica y efectos pregrabados ganan y se juntan con las capas (y diferentes efectos) de guitarras comandadas por Noé Ramírez y Adán Zeus (con la incorporación de la guitarra de Jaír Ramírez en determinadas canciones), hacen que el manto de lava nos arrastre en un vuelo perpendicular y giratoria sobre una Sala Sol que finalmente se llena. Daniel Benavides se encarga de la línea de bajo para dotar de carga rítmica suficiente al sonido.

Justicia Poética nace en los primeros meses de 2015 como el disco con el que Pumuky van a dejar de ser adorados por unos pocos y van a fijarse en el tuétano de todo aquel que se deje envolver por su escucha. No hay cambios. No se vuelven más fáciles o más asumibles por el consumidor de música medio Indie.  No hay un cambio de rumbo en cuanto al sonido y las composiciones (sí, y siempre, una evolución). Debe ser Justicia Poética un título que se cumpla, una Justicia Poética que empezaron el año pasado paseando el disco al otro lado del charco participando en el Festival Nrmal y girando por México.

Las canciones de Justicia Poética como Taniyama-Shimura, Escritura automática 9mm, Teoría de Cuerdas, se unen a auténticos himnos que se juntan a Si desaparezco, Los enamorados, El eléctrico romance de Lev Termen y la Diva del Éter

No dejen pasar la oportunidad de ver en directo a Pumuky. Primer aviso.

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