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Caribou en Razzmatazz: el nirvana del movimiento disco

Foto: Ferran Cano.

7 de noviembre de 2014.
Sala Razzmatazz (Barcelona).

Hace unas semanas el Dj y productor de Canadá publicó su cuarto disco, bajo el nombre artístico de Caribou, Our Love. Dan Snaith, después de triunfar con sus anteriores trabajo (especialmente con el Swim del 2010), considerado uno de los mejores productores del panorama disco del momento, quería repetir éxito con su último disco, una carta de amor electrónica. Y lo ha conseguido. Se ha vuelto a ganar la crítica internacional especializada y ha ganado más fans de los que tenía. Ayer, en la sala principal de Razzmatazz, pudimos apreciar como se vive la música compuesta por el músico canadiense.

No era la primera vez que Snaith visitaba Barcelona bajo el título de Caribou. En Razzmatazz ya había estado en tres ocasiones anteriores (la primera fue el 12 de diciembre del 2010) y el año pasado fue uno de los nombres más suculentos del Sónar. Si el productor viene tanto por la capital catalana se debe a todo el apoyo y fans que tienen aquí; aunque no había el cartel de sold out, ayer la sala de conciertos lucía llena. Como ya pasó hace una semana con Future Islands, Caribou también forma parte del 14 aniversario de la Sala Razzmatazz y, en mi opinión, son los dos artistas más interesantee de todos los que forman este evento que empezó el 20 de octubre y acabará el 20 de diciembre.

Caribou, pasa de ser solamente una persona en el disco a ser un grupo en los directos. No solamente está el productor canadiense encima del escenario, también lo habitan 3 músicos acompañados de dos teclados, una batería, una guitarra… Sí, los vivos de Caribou no son como (lamentablemente) muchos de los Dj’s actuales que se limitan a poner el Play en sus ordenadores mientras simulan estar pinchando un tema que suena exactamente igual que en la versión estudio. Los de Caribou tocan los temas en directo, con instrumentos y con la voz del protagonista del grupo hipnotizando al público (el uso que hace de la voz es parecida a la de Totally Enormous Extinct Dinosaurs).

Sin duda la música de Caribou es de alta calidad y se separa de la mayoría de productores electrónicos. El músico canadiense consigue llenar su música disco de emociones y humanidad, especialmente en este nuevo disco. Si alguien aún duda de la capacidad de la música disco contemporánea a transmitir emociones. que escuche Our Love. Pero toda esta parte emocional de su música no quita la esencia bailable del dance de los 80. Porque la fuente principal del universo de Caribou seguro que bebe de aquí, de los clásicos dance de los 70-80, con un toque de funk e, incluso, un toque de psicodelia. Todo esto, pasado por su filtro futurista.

Razzmatazz no paró en ningún momento del concierto. El artista repasó los temas de su último disco sin olvidarse de hits anteriores como Odessa. Si en casa la música de Caribou ya suele animar y llenar el cuerpo de energía, en directo el efecto de esta se multiplica por tres. El universo creado por el músico envuelve completamente al espectador, haciéndolo gozar más de una hora y obligándolo a disfrutar y olvidarse de sus problemas y sus rutinas. Además es un directo que va sorprendiendo; cuando uno tiene la sensación que no puede ir mejor, de repente entran unos bajos muy potentes que hacen temblar el suelo de la pista de baile (aún no se si eso se debe a lo graves o al hecho que todo el mundo se vuelva loco y salte en este instante), el batería se marca un solo que hace llegar a la gente hasta el éxtasis o entran un juego un conjunto de luces que van parpadeando y cambiando de colores como si el local se hubiera transformado en una máquina del tiempo o la puerta estelar de Stargate.

Sin duda es un directo completamente recomendable para todo el mundo. Para los fans de la electrónica porque verán en vivo uno de los mejores productores actuales del panorama internacional (mucho mejor que directos de DJ’s consolidados del panorama electrónico mainstream como Calvin Harris o David Guetta) y una forma de hacer música disco que va más allá de un ordenador (por desgracia bastante gente en la actualidad cree que todos los DJ’s solamente usan un ordenador). Pero también para aquella gente a quien no le apasione la electrónica, porque, como he dicho, el directo de Caribou se puede entender a la perfección como un concierto de un grupo funk/psicodélico que juega con las repeticiones musicales pero lleno de emoción y humanidad.

 

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