Lo del martes en la Sala Apolo de Barcelona fue una fiesta y una declaración fuerte y clara de vigor y de amor por la música. La celebración de los 60 años de carrera de Sun Ra Arkestra, dirigida por uno de sus miembro originales, el maestro Marshall Allen, fue una demostración contundente de lo bien que se la pasan en el espacio.
Han pasado casi tres años desde que tuve la oportunidad de ver en directo a la mítica Sun Ra Arkestra. En esa ocasión, el auditorio del fórum en el marco del Primavera Sound, fue el escenario en el que la grandiosa fuerza de este free jazz galáctico hizo acto de presencia.
Aunque la ubicación del público, sentado en sillas y absolutamente estático, me resultó un elemento absolutamente rompedor de la vibra que la agrupación emana desde el primer acorde, esto no hizo mella en el entusiasmo y la energía de Sun Ra Arkestra, quienes ofrecieron un recital de casi dos horas en los que el free jazz y la improvisación -del espacio exterior- fueron los protagonistas indiscutibles.
Space is the place es el mantra, es el motivo y es la energía que mueve a esta agrupación influenciada por la filosofía de su fundador, Sun Ra (Herman Sonny Blount), quien además de ser una figura emblemática dentro de la vanguardia jazzística, también fue poeta y un pensador adelantado a su época.
El testigo ha quedado en manos de Marshall Allen, el grandioso saxofonista que orbita entre todos los planetas que forman la Arkestra. Es quien dirige, quien celebra y quien disfruta de lo que su galaxia es capaz de generar. Los miembros más jóvenes son los encargados de inflar el ánimo del público y quien se roba los corazones es, sin lugar a dudas, el trombonista Dave Davis.
Tener el placer de vivir los 60 años de la Sun Ra Arkestra, entrar en trance con su estilo avant-garde, bailar junto a Davis, elevarse junto a la imponente voz de Tara Middleton, y celebrar la vida y creación de Marshall, de Sun Ra y de la Arkestra, simplemente confirman que después de 60 años, definitivamente, el espacio sigue siendo el lugar indicado.