InicioConciertos - ArchivoBailando hasta que el sol se pone, con el Sónar de Día.

Bailando hasta que el sol se pone, con el Sónar de Día.

Nos pasamos por la edición del Sónar de día, concretamente el sábado. El confortable y céntrico recinto del CCCB ya hacía años que se quedaba justo, ya que el público empezó a interesarse por la protesta diurna. Más tranquila y relajante, es una buena opción para disfrutar de djs y actuaciones al aire libre, tumbarse en el césped y pasar un rato realmente agradable.

Este año se pasaba al recinto de la Fira, algo más alejado de las zonas nocturnas, pero a un paso de Poble Sec, otra de las zonas de ocio de moda, así que es un paso hacia delante. Sinceramente el aumento de metros cuadrados era necesario y ha permitido montar escenarios de mayor calado y por lo tanto aumentar la calidad de la propuesta.

¿Qué nos tiraba para el Sónar de Día? Pues Chromatics, esta banda que a raíz de su Kill For Love (excelente disco), y su inclusión en la banda sonora de The Drive ha hecho crecer su popularidad. Su electrónica tranquila, con toques los 80, el italo disco y el minimalismo, se crece en el escenario. Una gran sorpresa ver que la banda tiene una solvencia sobrada, mejorando las canciones si cabe y adaptándolas al directo sin perder ni un solo matiz. Enorme estuvo Ruth Radelet, con su cándida voz y pasando del teclado a la guitarra, Johnny Jewel omnipresente y Adam Millar incansable en los teclados. Esperemos que el festival haga justicia a este banda programándolos en otro horario en otra ocasión; las cinco y media de la tarde no es la mejor atmósfera para ellos, aunque a Chromatics les dio igual, salieron a ganar.

Otro cantar es Aluna George. Uno de los hypes de la temporada, y lo van a seguir siendo probablemente. George Reid, en este proyecto no da todo lo que puede de sí, y Aluna Francis, sinceramente, no da la talla. Se mueve muy bien y es la parte agradecida de la propuesta (Por guapa y atlética) pero el conjunto adolece por falta de canciones, actitud, y una directo no muy solvente, tirando a aburrido y monótono. Aluna George está en ese punto que o lo dejan, o alguien invierte dinero en ellos para pasar a la palestra de grupos a los que se les producen los discos, y les montan unos planes de marketing transversales para llenar estadios con canciones fáciles.

Entre las actuaciones también pudimos disfrutar en los espacios cerrados de Darkstar, ambientales y oscuros, del dj Krystal Klear, que tiró de hits rompepistas para llevarnos a todos a la rave en plena tarde, y para cerrar en el escenario grande con la propuesta más trabajada y compleja de Nacho Marco, pura electrónica de autor.

Una buena tarde la que pasamos, en este festival que no hace nada más que crecer. Su propuesta ya hace años que se exporta: Nueva York, México… Y esperemos que siga así. Un lujo bailar a plena luz del día.

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