Fecha: 20 de junio de 2013.
Sala Apolo, Barcelona.
No sorprende a estas alturas el cartel de entradas agotadas en los conciertos de Love Of Lesbian, y eso mismo pasó en la sala Apolo, aunque no se estuviera trabajando con un aforo completo por petición expresa de la banda. Sabemos sobradamente que si se hubiesen puesto más entradas a la venta también las hubieran colocado. Los de Santi Balmes querían que estuviéramos más anchos, y se agradece.
Así, los de Sant Vicenç dels Horts vinieron a presentar su album doble, La Noche Eterna/Los Días No Vividos, en una de las mejores salas de Barcelona. Y lo hicieron con puntualidad británica. A las nueve en punto ya empezó a sonar la intro de La Noche Eterna que fue coreada por el público como si ya fuera una clásica, y es que LOL saben perfectamente cuáles son los aciertos de su último trabajo: Wio Antenas y Pijamas, Si Tú Me Dices Ben, Yo Digo Affleck o Oniria e Insomnia que sonaron en directo y realmente funcionaron muy pero que muy bien.
No hay que olvidar por eso, que tienen en el saco algunos de los temas más bonitos que han salido de una banda nacional: Carta a Todas Tus Catástrofes, Segundo Asalto, Allí Donde Solíamos Gritar o Incendios de Nieve Y Calor, entre otras que también sonaron, pertenecientes a trabajos anteriores.
Después de una gira impecable con el 1999, es evidente la prueba que tienen que validar y su exigencia es muy alta. En directo siempre son una banda solvente, pero quizás los que los vimos en el fin de la gira anterior, donde se llegó a un nivel de ejecución, una puesta en escena muy cuidada y con múltiples colaboraciones, hiciera que el concierto que ahora comentamos nos dejara con una sensación extraña. No es que fuera un mal concierto, pero la propuesta es ligeramente diferente a la anterior, las canciones más intimistas del homogéneo 1999 se diluyen con el nuevo repertorio, y es evidente que la banda quiere pasar página, y lo hacen huyendo de la melancolía y la poesía de esos temas, compensándonos con una actitud más festiva y relajada.
Seguramente la belleza está en los oídos de cada uno. Subjetivamente, eché a faltar los temas más bonitos a nivel de letras, los que me llegan. La actitud más alegre no es criticable, pero quizás restó el aura especial de otras ocasiones y posiblemente por eso este concierto no me va a dejar poso en la memoria. En el fondo es la coherencia con su último doble trabajo, quizás ya hartos de ahogarse de melancolía de tiempos mejores, amores fugaces que marcan de por vida y desengaños que van de la mano con la entrada a la edad adulta. La nueva etapa es humor negro, algo de fiesta, y el punto de vista de Santi, de un cinismo sano.
Como siempre, tocan bien, pero el concierto en su globalidad quedó descafeinado a nivel emocional, y es lo que tiene tener canciones perdurables y esperarnos que nos las plasmen en directo como nosotros las sentimos. Como un libro que nos ha gustado, pero cuya adaptación cinematográfica es buena pero nos ha dejado un poco fríos. A mi pesar, hubo grandes momentos con las canciones más melancólicas que se intercalaban con algunas completamente festivas, lo que restó la homogeneidad a favor de la variedad.
Será que soy del generación de 1999, será que me llegaron con ese disco, será que tengo 33 tacos y cada vez me cuesta más bailar…