Tras un cartel exquisítamente tentador yace una película sobria aunque muy bien interpretada y ambientada.
Nominada al León de Oro en Venecia en 2011, ha recibido alentadoras críticas; paradójicamente creo que el nacimiento del psicoanálisis y los personajes a que hace referencia fueron más surrealistas, entretenidos e interesantes que la versión que nos ofrece David Cronenberg.
Es una gran lástima que la intensa relación que seguro hubo entre los padres del psicoanálisis y una de sus pacientes y amantes más relevante se haya llevado al cine de esta manera tan apagada.
A pesar de los diálogos plagados de tecnicismos psicoanalíticos que dicen más bien poco acerca de los tres personajes y demasiado de la doctrina que comparten, se aprecian tres grandes interpretaciones por parte de Keira Kneightly, Michael Fassbender y un magnifico Viggo Mortensen encarnando al doctor Sigmund Freud.
La interpretación de Viggo Mortensen como Freud destaca sobremanera. Ofrece una visión del fundador del psicoanálisis sentado en su trono de padre creador defendiendo sus ideas a capa y espada; la figura de Carl Jung investigando con su método, aportándole nuevas perspectivas y Sabina Spielrein que viaja desde la neurosis más profunda de una niña marcada por su pasado, a una joven psiquiatra liberada que juega con la pulsión sexual desde todos los ángulos.
La música es apenas inexistente durante toda el metraje y el silencio sólo se entorpece por un exceso de tecnicismos como ”pulsión sexual”, “transferencia”, “psique”, “neurosis” dignos del tratado psicoanalítico que ambos autores fundaron.
En la línea de estos términos, pongamos en antecedentes trabajos de David Cronenberg, como la perturbadora Crash, en la que se deriva una mayor tensión sexual practicando alunizajes a la vez que manteniendo relaciones de sexo explícito, a comparar con las escenas poco elaboradas entre Carl Jung y Sabina; y aún más sobredosis de violencia en Una Historia de Violencia y Promesas del Este, que a mi parecer ha quedado demasiado racional y excesivamente técnica.
Dicho esto, la ambientación y vestuarios son maravillosos con gran surtido de detalles; una gran dirección, e interpretada a la perfección por todos sus actores, pero uno se queda con la sensación de que podría haber sido mucho mejor.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS 6/10