Si hay un autor que se le puede considerar “outsider” es sin duda Guy Maddin. Algunos le conocen como el David Lynch canadiense y no es para menos, con su peculiar estilo de edición se le puede considerar uno de esos pocos autores cuyas obras son siempre únicas y, en general, excepcionales. Keyhole es su nueva película, después de la poética My Winnipeg, considerada por el Festival de Cine de Toronto como una de las mejores películas de la pasada década.
En Keyhole, Maddin nos cuenta la historia de Ulises, aquel mítico guerrero de La Odisea de Homero, desde una perspectiva postmoderna y diferente, ya en su avance podemos ver algunas de sus claves, como el vouyerismo onírico que parece estar omnipresente. Un gangster (Jason Patrick) vuelve a casa tras una larga ausencia, donde su mujer (Isabella Rosellini, musa de Maddin), está retenida en el piso superior. Las cerraduras de la casa sirven para contextualizar un drama familiar con reminiscencias a la poesía griega. Teniendo en cuenta el cine de Maddin, seguro que es una agradable sorpresa, ya en el festival de Berlin, donde se pudo ver, dejó atónita a la audiencia.
