InicioCine – ArchivoRecomendamos... Laurence Anyways de Xavier Dolan (2012)

Recomendamos… Laurence Anyways de Xavier Dolan (2012)

Se me grabó a fuego una escena muy concreta de esta cinta que con tanto mimo y dureza -que no dulzura-, ha escrito y dirigido Xavier Dolan… Interior. Día. Una cafetería de Montreal, Francia. Fred y Laurence están tomando un café. La camarera, cada vez que se acerca a su mesa, suelta una pullita sobre cómo tratar a Laurence, si como hombre o como mujer. A Fred, su novia, poco a poco se le va agotando la paciencia, hasta que monta uno de los escándalos más conmovedores e impactantes que he visto en cine. Una crítica a la sociedad, una auténtica bronca a la sociedad intransigente.
Me pregunté entonces cómo habría calado esta película en Francia… Allí se estrenó un año antes que aquí. Aquí se estrenó pocas semanas después de las revueltas originadas tras la legalización del matrimonio homosexual en el país galo. En el país de la libertad, la igualdad y la fraternidad la cosa estaba, y está, candente. Ésta es precisamente la denuncia de Dolan : el trato a las personas que piensan o actúan de forma diferente.
Laurence no es homosexual, Laurence es transexual, pero al fin y al cabo ‘diferente’, ‘spéciale’ como dicen sus propios amigos. Es cuando llega a la treintena cuando decide emprender el cambio, de hombre a mujer. Con el apoyo intermitente de su novia, sus amigos y su madre. Lo que sigue es toda una década de emociones rodadas con gran acierto, aunque en ocasiones con poca maestría, pero eso es secundario.
La película se sucede como un videoclip noventero, por el color y por la música, con las ventajas y desventajas propias de ese tipo de imagen, sin dejar de conservar su magia. La historia comienza en el 89, curiosamente el año en el que nació su director. Siendo así, parece complicado, pero Dolan muestra con todo lujo de detalles las desavenencias de una década, la de los 90, de la que pocos recuerdos tendrá, quizá alguno de su más tierna infancia.
Le comparan con Pedro Almodóvar,  quizá por el atrevimiento y por la temática, pero no desde luego por la estética ni por el lenguaje. Dolan es más directo y me atrevería a decir hiriente, para aquel que se de por aludido ante sus críticas. Que nadie me malinterprete, adoro el cine de Almodóvar, pero él, como tantos, cae en los tópicos cuanto trata la homosexualidad o la transexualidad, y eso que lo hace en todas sus películas… A estas alturas de la historia, en pleno siglo XXI parece que nadie se atreve a plasmar lo que debería ser una ‘normalidad’ como una ‘normalidad’ en la gran pantalla. Dolan se ha trasladado al siglo XX para hacerlo, aunque por desgracia, lo que muestra, sigue ocurriendo en éste.
El director utiliza un lenguaje heterogéneo. Podríamos decir que en parte rescata la estética de la Nouvelle Vague, que tan de moda está entre los jóvenes directores como él. Lo digo por su iluminación natural, por haber rodado casi la totalidad de la película cámara al hombro, por su realismo. Ahora bien, tiene varias secuencias un tanto ostentosas, al menos en apariencia, que le alejan completamente de esta moda: planos ralentizados, poéticos, intimistas. Salta del realismo al surrealismo en décimas de segundo. Y la mezcla le ha quedado curiosa. El joven Dolan seguramente consiga su propósito: que su nombre y las escenas de sus películas se estudien en las escuelas de cine como ejemplo a seguir. Sólo una pega: la excesiva duración.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8,5/10

spot_img