Las películas corales siempre suelen gustar, especialmente cuando el reparto lo forman nombres de primera categoría. Es el principal atractivo de El exótico Hotel Marigold, comedia dramática del 2012 firmada por el director John Madden. El guión de Hotel Marigold es una historia sin pretensiones, incluso fácil, que no copará los grandes titulares o críticas redundantes; pero que funciona por esa sencillez que salpican grandes nombres británicos y que sirve para disfrutar de una tarde de cine sin buscar nada más.
La premisa de la película es sencilla: muestra como un grupo de ingleses deciden pasar los últimos años de su vejez en la India, precisamente en el hotel que presta su nombre a la película. Con esta excusa se reúnen actores de la categoría de Judi Dench, Tom Wilkinson, Billy Nighy o Maggie Smith y los une al joven actor Dev Patel (Slumdog Millonarie).
Cada uno de los viajeros tiene una razón específica para realizar este viaje y que iremos descubriendo poco, algunas en tono de drama y otras en forma de comedia. Madden firma un desarrollo estándar para un film con múltiples personajes, sin arriesgarse demasiado, lo que tiene sus ventajas y sus defectos. Si bien el conjunto de las partes no falla, lo cierto es que su suma deja que desear porque se embarca en una serie de tópicos más que predecibles que no dejarían pasar un examen exhaustivo de cada una de ellas. Los grandes nombres británicos solventan los fallos del guión y siempre es un placer ver a Nighy, Dench o Smith pero en otros aspectos sus personajes quedan deslucidos, sin que puedan llegar a brillar como esperábamos. Un hecho que se hace evidente en la figura del joven actor Dev Patel que queda reducido a un secundario cómico cuya exageración de la “supuesta idiosincrasia” india lo acercan más a personajes de series inglesas antiguas; donde el desconocimiento u otras formas de ver la vida de los inmigrantes en las islas eran el hilo principal para las risas del humor británico.
Sin embargo, si miramos El exótico Hotel Marigold sin demasiadas perspectivas no defrauda. Consigue ese fin tan perseguido por muchas películas y tan pocas veces conseguido, hacernos pasar simplemente un buen rato, a veces conmovidos, otras divertidos. Es cierto que podía haber sido mucho más, pero también mucho menos.