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Psicokillers llevados al cine

Parece que marzo y abril son los meses de los psicokillers en las televisiones americanas. El 18 de marzo llega a las pantallas americanas Motel Bates, serie que contará la vida de Norman Bates, el protagonista de Psicosis, partiendo de sus años de adolescencia y la relación que mantiene con su sobreprotectora madre. Los protagonistas serán Freddie Highmore y Vera Farmiga

Por otro lado, el 4 de abril se estrena la serie de Hannibal, centrada en la vida del doctor Hannibal Lecter, al que dará vida Mads Mikkelsen, justo antes del El dragón rojo. Lo que se pretende con esta serie es versionar las tres películas de la saga El dragón rojo, El silencio de los corderos y Hannibal, y seguir con la historia después de esta última. Viendo que estos estrenos tienen la temática psicokiller en común, vamos a dar una vuelta por los más famosos psicokillers de la historia.

Habiendo estudiado psicología y siendo una declarada amante del séptimo arte, siempre me ha llamado mucho la atención el mundo de los psicokillers en general y cómo el cine los ha ido retratando a lo largo de la historia. Por eso, creo que es importante dar a conocer cómo estos asesinos han ido dejando su huella tanto en la sociedad como en las personalidades de muchos de los personajes más enigmáticos de la historia del cine. Lo primero de todo es definir lo que consideramos un psicópata, que no es otra cosa que un enfermo mental el cual sufre una especial anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, su conducta social se halla patológicamente alterada.

Si empezamos con los grandes psicópatas, el primero que se me viene a la cabeza es Jack el destripador. Apareció a finales del siglo XIX en la ciudad de Londres y, aunque nunca se supo su verdadera identidad, la policía se imaginaba que era un reputado cirujano. Sus víctimas preferidas eran prostitutas y su modus operandi era bastante cruento. Han sido muchas las ocasiones en que la historia de este asesino en serie se ha llevado a las pantallas, pero la más reciente es la protagonizada por Johnny Deep, Heather Graham e Ian HolmDesde el infierno. 

 El siguiente psicokiller no es otro que Ted Bundy, considerado uno de los asesinos en serie más famosos de la historia. Se caracterizaba por poseer una gran inteligencia, una personalidad muy fría y ningún tipo de empatía hacia sus víctimas. Durante los 70 y 80 asesinó y practicó canibalismo con unas 36 víctimas, aunque el propio Bundy llegó a reconocer con mucha frialdad que sus víctimas llegaban a la centena. En el cine su historia se llevó en varias ocasiones: Ted Bundy Un extraño a mi lado. Pero sin lugar a dudas, el personaje de ficción donde podemos ver a Bundy reflejado es en el encarnado por Anthony Hopkins en El silencio de los corderos, el doctor Hannibal Lecter.

Existen personajes de cine cuyas razones para matar son tan inverosímiles, que sólo pueden existir en la imaginación de alguien. Este es el caso de Christian Bale en American Psycho, un snob, narcisista y niño de papá que lo tiene todo. A la hora de ver la película, creemos que nadie puede ser tan sádico para conseguir lo que quiere por puro egoísmo. Pues bien, aunque parezca mentira, el alter ego de Patrick Bateman en la vida real es Jeffrey Dahmer, un asesino naricisita al igual que Bateman, que con “sólo” 17 muertes, su manera de matar se consideró una de las más salvajes, llevándose consigo algunas partes de los cuerpos de sus víctimas, considerándolos como “trofeos”. La vida de este psicokiller también fue llevada a la pantalla en 2002 con el título de Dahmer. 

Otro de los asesinos más despiadados de la historia de Estados Unidos es Henry Lee Lucas. Se le considera el mayor asesino de la historia del país y la película Henry: Retrato de un asesino retrata fielmente la vida y peripecias de este psicokiller.

 

¿Y qué pasa con ese tipo de asesino en serie que más solemos ver en las películas de terror? Leatherface y compañía también tienen a su asesino real en quién basarse. Ed Gein es el caníbal y necrófago que más personajes de cine ha inspirado. Además de matar a sus víctimas, también las descuartizaba y utilizaba partes del cuerpo y de la piel como disfraces y máscaras. No es difícil imaginar quiénes se inspiraron en él: Norman Bates en Psicosis, Leatherface en La matanza de Texas y Buffallo Bill en El silencio de los corderos. 

Pero no todos los asesinos en serie son hombres. La vida de Aileen Wuornos fue llevada al cine por una Charlize Theron bastante afeada en Monster (gran papel de la actriz que le valió numerosas estatuillas entre ellas el Oscar, el Globo de Oro y el BAFTA). Aquí se cuenta cómo Wuornos mató a 7 hombres mientras ejercía la prostitución, y su juicio posterior. En uno de los asesinatos ella alega que la víctima le violó y la mató en defensa propia, pero en los demás se declaró culpable.

Por último, una de las pautas que más se está repitiendo en la actualidad, sobre todo en Estados Unidos, son los casos de jóvenes que, armados hasta los dientes, van a sus respectivas escuelas y matan a diestro y siniestro sin importar quién se ponga por delante. Este es el caso de los jóvenes Eric Harris y Dylan Klebold, los protagonistas de la masacre vivida en Columbine. Antes de suicidarse, ambos mataron a 15 personas, entre los que se encontraban alumnos, profesores y trabajadores del centro. Elephant de Gus Van Sant y el documental de Michael Moore Bowling for Columbine retratan lo sucedido y las consecuencias.

 

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