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Mud de Jeff Nichols

Si Mark Twain levantara la cabeza, estaría contento con el nuevo trabajo de Jeff Nichols. Y es que aunque las comparaciones son odiosas, se está hablando de Mud como si de un Tom Sawyer revisitado se tratara, y la película protagonizada por Matthew McConaughey sale airosa de tal símil.

¿Qué niño no ha soñado nunca con tener una casa en un árbol o encontrar un tesoro?. Ellis (Tyle Sheridan) y Neckbone (Jakob Lofland), son esos dos chicos que todos fuimos alguna vez y que a lomos de una lancha navegan entre las orillas de la niñez y la adolescencia. En una isla desierta encuentran a Mud, un fugitivo que se esconde de unos cazarrecompensas y que espera a su novia Juniper (Reese Witherspoon) para emprender la huida. Ellis y Neckbone se comprometen a ayudarle a escapar a cambio de una pistola, sin saber que pagarán este trato con el precio de su infancia.

El río como metáfora del cambio se encarna con fuerza en el Mississippi, donde algo es ahora pero dejará de serlo inmediatamente después, para pasar a ser otra cosa. Los niños no volverán a ser los mismos después de conocer al intrigante Mud. Tampoco será igual la supervivencia para los habitantes del delta en sus casas flotantes, descrita como un entorno en peligro de extinción, en el que los vecinos ven peligrar su modo de vida basada en la tradición pesquera.

Los paralelismos entre Mud y Ellis son inevitables. Dos almas desarraigadas, dos románticos empedernidos que se mueven por sus ideales y para los que el amor es la fuerza más importante; Mud esperando a su princesa y Ellis en busca de la suya. Si bien Matthew McConaughey está ya tan consolidado que no decepciona pero tampoco sorprende, a quien habrá que prestar especial atención a partir de ahora es a Tyle Sheridan. Conocido por su papel de niño en El árbol de la vida de Terrence Malick, con este personaje se convierte en hombre al echarse el peso de la interpretación a sus espaldas con madurez y valentía.

Mud es una historia de aventuras fresca pero intermitente. Aunque pierde fuerza al final, la trama de Nichols invita a navegar por ese río y volver a tener 14 años.

 

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 7/10

 

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