Terminamos el año haciendo recapitulación de lo mejor de él en cuanto a cine se refiere. Como cada año nuestros colaboradores han hecho sus votaciones y aquí os dejamos el resultado de la suma de las mismas. Muchas películas han quedado fuera, todo sea dicho. Pero esto es lo que tiene hacer listas al final de cada año y más aún aun cuando ha sido un año de alta calidad cinematográfica, sea dicho también.
10. Victoria de Sebastian Schipper.
‘(…) una chica española viviendo en Berlín que no conoce a nadie y una noche de fiesta se encuentra con cuatro berlineses que la conducirán a un thriller inimaginable con enclaves amorosos (…). Victoria es una película que igual se apoya demasiado en el ‘cómo’ para llamar la atención, pero no obstante hay que reconocer que es valiente, atractiva, joven y muy fresca. Se deja disfrutar mucho y sabe mantener nuestra atención en todo momento.’
9. Mommy de Xavier Dolan.
En una Canadá ficticia, una nueva ley permite que los padres angustiados abandonen a sus hijos con problemas en el hospital. Diane «Die» Despres, una viuda decidida, intenta educar a Steve, su carismático hijo que padece ADHD. Mientras que ambos tratan de ganarse la vida, Kyla, una vecina misteriosa ofrece su ayuda. Como la presencia reconfortante de Kyla es cada vez más intensa, surgen preguntas acerca del misterio de su vida y el vínculo que podría unirle a Steve y Die.
8. Truman de Cesc Gay.
‘Tomás vive en Canadá. Una mañana coge un avión y se viene a Madrid cuatro días. La brevedad del viaje no se entiende por su distancia, pero sí por el motivo. Viene a ver a Julián, su mejor amigo, con el que compartió piso y hazañas, y al que un cáncer de pulmón se va a llevar por delante en breve. Julián es un actor con un hijo viviendo en Ámsterdam, una prima haciendo de secretaria, un perro como acompañante y sin más dinero que el que cabe en una caja de galletas, y que su gesto apunta que es muy poco. (…) Esta es la historia que con la misma sencillez que perfección cuenta Truman, la película mejor pensada, escrita, dialogada e interpretada de los últimos años de nuestra cinematografía.’
7. Still Alice de Wash Westmoreland, Richard Glatzer.
Alice Howland, felizmente casada y madre de tres hijos adultos, es una conocida lingüista que empieza a olvidar algunas palabras. El devastador diagnóstico de alzhéimer de inicio precoz pone a prueba las relaciones familiares. Su lucha por seguir conectada a la persona que fue es desgarradora, conmovedora y estimulante.
6. Lobster de Yorgos Lanthimos.
Una historia de amor en un futuro cercano y distópico donde según las reglas de la ciudad se arresta a los solteros para trasladarlos al Hotel. Allí son obligados a encontrar pareja en menos de 45 días. Si fracasan, son transformados en un animal de su elección y soltados en el bosque.
5. Nightcrawler de Dan Gilroy.
‘(…) Aquí ha conseguido un thriller ambiguo, que no se queda en lo políticamente correcto. Genera mal rollo y radiografía nuestra sociedad ansiosa de éxito a cualquier precio. Precisamente que todos tenemos un precio también queda claro con sus personajes, así como la falta de escrúpulos y el individualismo del ser humano. (…) Una agradable sorpresa que hace que de vez en cuando se pueda recuperar la fe en el cine norteamericano comercial.’
4. Puro Vicio de Paul Thomas Anderson.
Se llama Sportello, Doc Sportello, y es un detective privado un tanto peculiar en el colorista Los Ángeles de finales de los años sesenta. Hacía ya tiempo que Doc no veía a su ex, Shasta, seductora femme fatale, cuando ésta recurre a sus servicios porque ha desaparecido su nuevo amante, un magnate inmobiliario que había visto la luz del buen karma, un tanto distorsionada por el ácido, y quería devolver a la sociedad todo lo que había expoliado. Sportello se ve enredado entonces en una intriga en la que los escrúpulos chispean por su ausencia y cuya trama es casi la de una novela negra clásica.
3. Inside Out de Pete Docter, Ronaldo del Carmen.
El crecimiento puede ser un camino lleno de baches, y no es diferente para Riley, quien se desarraiga de su vida cuando su padre comienza un nuevo trabajo en San Francisco. Como todos nosotros, Riley es guiada por sus emociones – Alegría (Amy Poehler), Miedo (Bill Hader), Ira (Lewis Black), Enfado (Mindy Kaling) y Tristeza (Phyllis Smith).
Las emociones viven en Cuarteles Generales, el centro de control de la mente de Riley, donde ayudan a asesorarla a lo largo de su vida cotidiana. Con Riley y sus emociones esforzándose por adaptarse a una nueva vida en San Francisco, la confusión se produce en Cuarteles Generales. Aunque la alegría, la emoción principal y más importante de Riley, trata de mantener una actitud positiva, el conflicto de emociones surge sobre la mejor manera de proceder en una nueva ciudad, una casa y una escuela.
2. Whiplash de Damien Chazelle.
‘(…) Whiplash está medida, escrita y filmada con mucha verdad. Su joven director expone sus sentimientos y parte de sus vivencias ante el público a través de sus personajes. (…) al margen de la fotografía y del montaje –tremendamente complicado cuando se trata de estar en sintonía con una partitura-, creo que se pueden hacer varias lecturas de Whiplash. La primera tiene un sentido terapéutico, el del propio director. Es una forma de cerrar las heridas de la frustración y convertir en un sueño sus pesadillas. (…) otra lectura: la del retrato de egos que se miden en sus virtudes y también en sus pecados.’
1. Birdman de Alejandro González Iñárritu.
‘Dice Joaquín Sabina en una de sus canciones: “Algunas veces vuelo/y otras veces/me arrastro demasiado a ras de suelo”. Birdman, la película que intenta demostrarnos que el mejicano Alejandro González Iñárritu, además de retratar el dolor y la desolación, y de calcular el peso del alma de un hombre después de cruzar el Leteo, también sabe hacer chistes, y puede ser la alegría de la huerta, me recuerda ese arranque sabinero.’
¡No os atragantéis con las uvas y feliz y próspero año nuevo crazyminders!
Seguimos con vosotros el próximo año con mucho más cine.