InicioCine – ArchivoLA ESCALERA (Staircase, 1969, Stanley Donen)

LA ESCALERA (Staircase, 1969, Stanley Donen)

LA ESCALERAEl ciclo de verano de los cines Verdi de Madrid y Barcelona nos permite visionar de nuevo ciertos films de alta categoría. Entre estas películas, está la dirigida por Stanley Donen en el año sesenta y nueve del siglo pasado: La escalera.

El director ya nos sorprendió colaborando junto a Gene Kelly en la realización de otras películas musicales de renombre, como Un día en Nueva York (1949), Cantando bajo la lluvia (1952) y Siempre hace buen tiempo (1955). Además, dirigió otras comedias musicales como Siete novias para siete hermanos (1954) o Funny Face (1957). Sin embargo, desplegó todo su talento en la década de los sesenta con películas como Charada o la protagonista de esta reseña.

El film La escalera, basada en la obra teatral de Charles Dyer, narra la historia de una pareja gay interpretada por los actores Rex Harrison (en el papel de Charlie Dyer) y Richard Burton (en el papel de Harry Leeds), cuyo sustento económico es aquel que les proporciona la peluquería que regentan en Londres. A causa de atentados a la moral y escándalo público por parte de uno de ellos, la trama desembocará en un auténtico drama con tintes de comicidad.

La fotografía no es lo más relevante de la película, ni los escenarios (limitados a dos o tres, declarando claramente su procedencia teatral). Lo que hace grande a esta narración son las maravillosas interpretaciones de estos dos actores, que nos dan momentos grandiosos, y un guión impecable, que enfrenta al espectador a sucumbir ante una delicada delicia de rango máximo.

Podemos decir que la cinta es un canto al respeto, la solidaridad, al amor incondicional e invencible a través de los años. De la necesidad de amar y ser amado. Todos los ingredientes necesarios para que la escalera de la vida siga su curso y podamos seguir ascendiendo, juntos, sobrepasando cualquier bache o problema.

La escalera se proyecta y exhibe con una copia nueva restaurada en 35mm de forma exclusiva en los cines Verdi de Madrid y Barcelona en este ciclo de verano (como ya he dicho anteriormente), un acontecimiento que no hay que dejar pasar, ya que desde su estreno en cine comercial en el año 1976 no ha podido volverse a ver (en ningún formato) por su censura. Debemos darle las gracias a la última viuda de Richard Burton, que secuestró la película para proteger la imagen de su marido.

Como los propios protagonistas dicen en la película, y para que el cine siga siendo cine, ‘Que Oscar Wilde nos ayude’

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