InicioCine – ArchivoIn-Edit: The Rolling Stones: Charlie Is My Darling - Ireland 1965

In-Edit: The Rolling Stones: Charlie Is My Darling – Ireland 1965

The Rolling Stones
El pasado jueves se inauguró oficialmente la 10.ª edición del festival de cine documental musical In-Edit Beefeatercon la proyección del remontaje que realizó Mick Gochanour este año sobre el material, grabado por Peter Whitehead, durante la minigira de unos jovencísimos The Rolling Stones (en 1965 acababan de sacar el Out of Our Heads) por la Isla Esmeralda. Una grabación que nunca llegaría a estrenarse comercialmente, debido al desinterés del mánager de la banda, y que circulaba con un montaje mínimo de manera extraoficial entre los fans de Sus Majestades Satánicas.

El año pasado, con motivo de la celebración del quincuagésimo aniversario de la banda, se le pidió a Gochanour que estudiase la posibilidad de recuperar el material y remontarlo para la ocasión. Pero éste vio la posibilidad de hacer algo más que editar un simple panegírico de la banda, aparte de encontrarse con algo inédito: las actuaciones de los Stones en directo, incluyendo, según le reconoció Bill Wyman, la primera interpretación en directo de (I Can’t Get No) Satisfaction.

Entre las más de quince horas de metraje, aparte de los pasajes en directo, encontró entrevistas a la banda, a los fans, reportajes de la recepción de Jagger y los suyos en el aeropuerto, persecuciones, escenas cotidianas en el hotel; todo un collage que retrata a unos chiquillos que disfrutaban con toda la pasión juvenil de un éxito apenas incipiente. Aun a pesar de las invasiones de escenario, el acoso y el peligro de muerte por desmembramiento. Analizar el fenómeno fan en su inicio daría pie a todo un ensayo aparte.

Gochanour destacaba en rueda de prensa la fuerza «casi punk» de un grupo en plena efervescencia, que tiene en el dúo formado por Mick Jagger y Keith Richards la semilla de una de las asociaciones compositoras de más éxito de la historia. También señaló, sin amagar ningún momento la pasión y la convicción en el documental realizado, la ingenuidad y el talento crudo de la banda cuando aún no habían alcanzado el éxito (ni se habían divinizado), ni se los conocía por ser los chicos malos del rock’n’roll.

Rodado al estilo cinema verité (más por accidente que por intención, pues se trataba de una prueba de pantalla para comprobar si los miembros de la banda cuajarían en un proyecto tipo A Hard Day’s Night, sin intención de usar el material para nada más que eso), Charlie Is My Darling destaca no tan sólo por todo eso, sino deviene un documento casi quirúrgico a la hora de retratar la personalidad de Jagger, Richards, Brian Jones, Wyman y Charlie Watts, al situarlos en relación con un entorno que evoluciona (y revoluciona) con rapidez vertiginosa con una precisión y un rigor que otro cámara podría sacrificar por deferencia o prejuicio.

Unos chavales que mantienen una educación exquisita, y cuya máxima transgresión consiste en cantar en el tren y fumar donde no deben. Vemos a un Jagger reflexivo, muy maduro para sus 22 años de edad, alguien que ve con bastante claridad cuál es el camino que tienen que seguir como grupo; mientras Jones duda y se muestra reacio al éxito; y Richards, ya sea con la guitarra o en el piano, en un compartimento de tren o en una habitación de hotel, está siempre en el centro de la música de los Stones; con 21 años, parece que su mirada se pierde, absorta, en un pentagrama en continua escritura.

En la parte musical vemos unos Stones descarados, pero impulsados por la convicción en la música; tal como afirmaba Gochanour, los ocho meses de trabajo para poder sincronizar el sonido con unas imágenes que habían estado 45 años sin ver la luz han merecido el esfuerzo. Es la forja de un mito, llana y simplemente, pero sin la épica: es un documento, nada más, y desde luego nada menos; de esos que son puntales en la historia.

Mañana miércoles aún queda un pase en la sala Aribau Multicines 5. Yo que vosotros no lo dudaría dos veces.

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