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Hasta siempre Lauren Bacall

«With deep sorrow, yet with great gratitude for her amazing life, we confirm the passing of Lauren Bacall«.  Éstas son las palabras que han confirmado la noticia, éstas son las palabras que han anunciado la terrible noticia que hoy, ni ningún día, quisiéramos dar. Palabras escritas por la sociedad que gestiona el patrimonio de Humphrey Bogart, primer marido de Lauren Bacall, a través de Twitter.

Lauren Bacall, una de las pocas diosas de la edad de oro de Hollywood que seguían con vida, ha fallecido a los 89 años a causa de un fallo cerebrovascular.

Si aún el mundo del cine no habíamos asimilado la muerte de Robin Williams, de pronto esa siniestra ley que reza que las estrellas no se van solas vuelve a cumplirse.

Nació un 16 de septiembre de 1624 como Betty Joan Perske en el Bronx de Nueva York, y pasada una etapa en la que quería ser periodista, pronto siguió sus instintos interpretativos. Trabajó como modelo antes de marchar a Hollywood con 19 años. Y con 19 años rodó, a la órdenes de Howard Hawks ganando 125 dólares por semana y con Humphrey Bogart como compañero (de quien ya no se separó), To Have and Have Not en 1944. You know how to whistle, don’t you? (¿Sabes silbar, verdad?) es una de las frases que Lauren Bacall recitó en la película y que quedarán para la posteridad.

A partir de entonces el bello rostro de Lauren Bacall se haría legendario, un rostro que brillaba siempre junto a Bogart, pues como ella misma reconoció su prioridad era la de esposa antes que estrella. The Big Sleep, Key Largo o Written on the wind son algunas de las películas que rodó en aquella época.

En 1957 Bacall quedaba viuda y con dos hijos. Bogart ya no estaba y fue entonces cuando ya no quedaba remedio, era ella sola contra el mundo. Designing woman, Murder on the Orient Express, Appointment with Death, Dinner at Eight, Misery, All I Want foro Christmas son algunas de sus películas.

 Volvió a sus orígenes, a Nueva York, allí actúo en Broadway en las obras Aplausse y The Woman of the Year y ganó dos premios Tony. Residía en el mítico edificio Dakota, allí donde John Lennon nos dejó, allí donde Polanski rodó Rosemary’s Baby, allí donde Lauren Bacall se despidió.

Dogville o Manderlay de Lars Von Trier o poner su voz en la película Ernest y Célestine fueron algunos de sus últimos trabajos.

Recibió el Premio Donostia en 1982, en 1993 el Cecil B. De Mille y en 2009 el Oscar honorífico.

Nos quedamos con su humor y su buen gusto  («Si, vi Crepúsculo, mi nieta me la hizo ver, dijo que era la mejor película de vampiros de todos los tiempos. Cuando terminó la película yo quería golpearle la cabeza con mi zapato, ver Nosferatu en vez de eso» dijo una vez); nos quedamos con su talento, nos quedamos con su cine, nos quedamos contigo. 

Ella misma dijo una vez: «Una leyenda implica el pasado. No me gustan las categorías. Esa es grande y aquella es grande. La palabra ‘grande’ quiere decir algo». Estamos de acuerdo Lauren.

[youtube url=»https://www.youtube.com/watch?v=i9Ay727EYzw» width=»560″ height=»315″]Hasta siempre Lauren

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