Mezclar dos géneros con temática y seguidores tan distintos como el romántico y la ciencia ficción es sin duda una apuesta arriesgada. Lo malo con este tipo de retos es que, si salen bien, no nos cansamos de hablar de ellos. Pero si salen mal… Entonces se pone en evidencia que hay asuntos que es mejor no mezclar… Este es el caso de Un amor entre dos mundos, producción canadiense del realizador argentino Juan Diego Solanas que parte de una idea original, lo suficiente para atraerte al cine (ALGO cada vez más complicado) pero que se desinfla a medida que avanzamos en el metraje.
Un amor entre dos mundos es una especie de Romeo y Julieta gravitatorio que gira en torno a sus dos protagonistas Adam (Jim Sturgess) y Eden (Kirsten Dunst). Los dos viven en un universo donde hay dos tierras opuestas, una sobre otra. Los habitantes y componentes de ambos mundos (uno arriba que vive en la riqueza y en la opulencia y otro abajo que sobrevive en la pobreza y el trabajo no cualificado) no pueden ni deben interrelacionarse. Él pertenece al mundo de abajo y ella al superior pero su amor deberá superar la frontera impuesta por ambas sociedades y la propia gravedad enfrentándose además a un problema de amnesia.
La historia de amor es demasiado previsible, sus dos protagonistas no tienen la química necesaria para cargar sobre sus hombros el peso casi total del argumento y cuando la trama parece empezar a despegar nos encontramos ante un final al menos apresurado. Tampoco ayuda demasiado las explicaciones y las inconsistencias de las reglas que permiten la interrelación entre los dos mundos.
Lo que salva el film y nos permite consolarnos después de haberlo visto es el aspecto visual de la película. El metraje está lleno de planos impactantes y el realizador consigue hacer creíble hasta cierto punto la existencia de los dos mundos. En ciertos momentos la cinta permite acercarse a momentos de poesía visual que nos hace desear poder girarnos en la butaca para poder seguir a los protagonistas. Sin embargo, no todo en esta vida son efectos especiales y al final no nos queda otra que recordar que vamos al cine para ver una historia, algo que casi no aparece en todo el film.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 6,5/10
