Oblivion, técnicamente hablando, es la historia de un relato corto que salió de la mente de Joseph Kosinski hace ya ocho añitos. Su intención ya entonces era convertirlo en un guión hecho y derecho, pero el destino quiso que antes de llegar a la gran pantalla pasase por la imprenta en forma de cómic. Aquel primer relato tenía solo doce páginas… y quizá en doce páginas debería de haberse quedado el guión final. Seguro que los cabos sueltos habrían quedado mejor atados, seguro que habría menos agujeros argumentales y seguro que todo se entendería de una forma mucho más sencilla. A veces menos es más, o eso dice la máxima.
Hablemos de forma y de fondo. Lo que se nos presenta en Oblivion no es acción, ni de forma, ni de fondo, por mucho que se nos venda de ese modo en trailers, sinopsis varias y demás. Es ciencia ficción. Punto. De forma: es una película visualmente muy atractiva -la prensa tuvimos la oportunidad de verla en Imax, cosa que le da un puntito bastante interesante-. Y es visualmente muy atractiva porque bebe directamente de films que han pasado a la historia del cine no sólo por su originalidad, sino también por su espectacular fotografía. A bote pronto se me ocurren Blade Runner o 2001, Odisea en el espacio… Esto es un arma de doble filo porque para los grandes frikis de la ciencia ficción puede ser o bien un regalo o bien el mayor de los insultos.
Digo aquello de que puede resultar un insulto por dos motivos. En primer lugar, porque a pesar de que la imagen está muy lograda, insisto en ello porque es un verdadero espectáculo y el mayor de sus atractivos, estos guiños a míticas películas de ficción son en la mayoría de los casos demasiado evidentes y están metidos con calzador. Quizá en este caso la sutilidad habría sido la mejor apuesta para poder vender ‘originalidad e innovación’ tal y como se pretende.
Puede ser un insulto para los fans de la ciencia ficción en segundo lugar porque… ¡todo, absolutamente todo, gira en torno a Tom Cruise! No digo Jack Harper, que es el supuesto protagonista de la película, porque en ningún momento llegué a ver a ese personaje. Sólo vi a Tom Cruise, y eso es un gran problema. Oblivion pretende, por lo antes mencionado, ser un homenaje al cine de ficción, pero todo el despliegue estético y todas las buenas intenciones se quedan en agua de borrajas cuando eliges como protagonista a un actor con un ego tan enorme -o con un grave problema de autoestima, eso que lo decidan los expertos en psicología-. Siendo una película de paisajes ‘post-apocalípticos’ sobran infinidad de planos del actor y faltan muchos del resto de personajes, que son argumentalmente mucho más interesantes – véase, por ejemplo, el de Morgan Freeman o el de Nikolai Coster–Waldau-.
Cuando digo que sobran algunos de sus planos, no es porque sienta un especial rechazo hacia Tom Cruise -que también-, es porque no aportan nada a la historia -quizá sí aporte a los fans más acérrimos del actor, en cuyo caso decir que están de enhorabuena porque una vez más podrán ver su torso desnudo bajo el agua de la ducha-. Estoy convencida de que si la elección del protagonista hubiese sido la adecuada tendría una opinión radicalmente diferente de esta película, porque, hay que admitirlo, el papel de Jack Harper, bien llevado, es un caramelo.
Hasta aquí la forma. Del fondo decir que, es una buena historia, con su moraleja… Una visión más sobre el Apocalipsis eso sí, pero bueno, parece que es algo que nunca pasará de moda. Creo que no es esto precisamente lo criticable porque, al fin y al cabo, el cine funciona a base de contar la misma historia una y otra vez. Lo que aporta algo es el cómo te la cuentan. Del fondo no puedo hablar mucho más, por no desvelar ningún ‘punto clave’ del argumento y esas cosas… Quizá sí pueda decir, para ponernos profundos, que es una buena crítica al comportamiento más radical del ser humano que tantas y tantas veces le ha llevado a intentar destruir a su propia especie. Aunque esa terrible obsesión hollywoodiense de poner por norma un happy ending a todas las películas puede hacer que a más de uno se le corte el rollo en mitad de esta reflexión.
PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 6/10