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Estrenos… Las Dos Caras de Enero de Hossein Amini

El genio del suspense es el genio del suspense, irrepetible y difícilmente imitable. A pesar de todo, son muchos los que han intentado seguir sus pautas, el último en hacerlo Hossein Amini, que como en tantas de Hitchcock nos presenta un triángulo amoroso en que juega un papel crucial una joven bella y rubia, que deja entrever que de inteligencia anda un poco falta pero harta sobrada de picardía.

Como en tantas de Hitchcock esta joven bella acaba mal y se la juzga culpable e instigadora de las incongruencias que cometen los hombres que la rodean. Admiro a Hitchcock como genio del suspense, como técnico inigualable de la imagen, pero aborrezco esos guiones tan cargados de machismo… En cualquier caso, antes de que alguien ponga el grito en el cielo por mis palabras, he de decir que este tipo de películas me gustan, precisamente porque me enervan, es decir, me provocan ‘algo’… El cine tiene que ‘provocar algo’ y no puedo decir eso de la adaptación que ha hecho Amini de Las dos caras de enero, novela de Patricia Highsmith.
Patricia Highsmith, contemporánea por cierto de Alfred y al parecer afín a sus tramas. Sentimiento recíproco, tanto que éste adaptó al cine su primera novela tan solo un año después de que la publicara, esa novela era Extraños en un tren. Imagino que esta es una de las razones por las que Amini ha decidido guiarse por las reglas de este maestro para rodar su primer largometraje como director, -después de haber escrito muy buenos guiones-.
Pero el ritmo pausado del cine de Hitchcock no funciona sin ponerle mucho mimo a cada plano, sin añadir tensión e incluso un poco de expresionismo. Hossein Amini ha hecho una película pausada pero, aunque se ve que mimo le ha puesto, se ha olvidado de introducir el resto de elementos para que funcionara como película de suspense. Por eso en los momentos clave se queda coja, pierde fuelle e interés, chirrían las evidencias y lo que no son evidencias y los pequeños engaños con los que pretende confundir al espectador resultan demasiado previsibles. Una pena… Sí ha sido fiel en otros aspectos: hay macguffin y el sexo no se ve pero se intuye…Quizá si analizara las obras de Hitchcock con una lupa contemporánea diría algo parecido, es muy probable, pero no se pueden leer de la misma manera el cine clásico y el actual. Ni la sociedad es la misma ni los actores la interpretan de la misma manera, cosa que no es ni mejor ni peor.
En este caso los actores, Viggo Mortensen, Kirsten DunstOscar Isaac, han tenido que hacer un esfuerzo por contenerse, por mostrarse impasibles ante situaciones límite. No hay apenas sobresaltos a pesar de que lo que está pasando es como mínimo para desmayarse. No lo digo en un sentido negativo, sino todo lo contrario. Seguramente esto sea lo más interesante e inquietante de la película: la forma que tiene cada uno de manejar su personaje. Y me ‘inquieta’ especialmente cómo lo hace Oscar Isaac, un hombre tan camaleónico que no deja ver, ni siquiera en el brillo de sus ojos, un atisbo de aquel Llewyn Davis que a tantos conquistó hace apenas medio año. Sí… lo sé…el adjetivo ‘camaleónico’ debería de estar implícito en la definición de actor, pero no todos son capaces de dejar ‘la personalidad’ colgada en el perchero al meterse en un papel, los hay de hecho que jamás podrán interpretar un papel que no sea el de sí mismos. Por suerte no es el caso de ninguno de los actores de esta película. Añado otra apreciación positiva: la banda sonora, que sólo podía ser de Alberto Iglesias.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 5,5/10
 

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