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Estrenos… La Invención de Hugo, de Martin Scorsese.

LA INVENCION DE HUGO
El señor Martin Scorsese se las sabe ya todas dentro del mundo del cine y se pone al día, como ya hicieran otros directores, con la técnica 3D en su último trabajo La invención de Hugo.

Aunque parezca una película dirigida exclusivamente al público más joven, engaña bastante; la estética es muy parisina (la historia transcurre en el París de los años 30), la luz está tratada con una exquisitez sublime y cada uno de los fotogramas son dignos de admirar.

Puede que los más pequeños disfruten de la historia pues sus protagonistas son niños, Hugo, interpretado por Asa Butterfield, el niño de enormes ojos azules que ya nos conmocionó en El niño con el pijamas de rayas, y la joven Chloë Grace Moretz, a la que pudimos ver en 500 días juntos o Let me in (Déjame entrar, Matt Reeves, 2010) como Isabella, ambos acompañados por Sir Ben Kingsley y Helen McCrory su mujer y ambos padrinos de Isabella.

La aventura se basa en la figura de Hugo, quien, al quedarse huérfano de padre (Jude Law) se instala, bajo la tutela de su alcohólico tío, entre las paredes de la estación de tren de París, dando cuerda a los relojes y reparándolos, habilidad que aprende de su padre. Antes de morir, su padre y Hugo intentan hacer que un autómata que éste encontró en el ático del museo donde trabajaba funcione, pero le falta una pieza, una llave en forma de corazón. Hugo persiste en el intento de reparar al robot y todo ello le llevará a coincidir con Georges Méliès (Ben Kingsley) y su familia.

Se trata de una aventura pero, ante todo, es un gran homenaje al cine; a los creadores de esas primeras máquinas capaces de poner las imágenes en movimiento, a Charles Chaplin, a películas como El maquinista de la general y a todos aquellos que creyeron en el cine como un modo de vida y pensaron que en un futuro la gente se vería emocionada, lloraría, se reirían, les conmovería y cambiaría sus vidas.

Un homenaje a todo esto y a la figura que fue Georges Méliès, ese mago que quiso experimentar y crear utilizando una pantalla como lienzo para mostrar la magia del cine, un lienzo en donde poder plasmar el mundo de los sueños.

Es, por supuesto, una cinta para disfrutar en pantalla grande y apreciar con qué maestría está elaborada. Por cierto, a qué película de cine mudo os recuerda el cartel de éste film?? Sí, es otro tributo a la figura de Harold Lloyd en El hombre mosca.

PUNTUACIÓN CRAZYMINDS: 8/10

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